Ni creo que pretenda serlo, es divertida y gamberra, y todos los capítulos tienen un aire ochentero que no dudo se han hecho a conciencia. He visto 6 capitulos y me han parecido súper entretenidos, especialmente el capítulo del cine, tributo al cine de siempre, el que cuenta historias en contra de los efectos especiales pero vacios de contenido. En resumen, a mi no me ha aburrido y la verdad no suelo hacer tontas comparaciones entre obras, cada creación tiene su esencia. Recomendable para mentes gamberrillas.

Después de ver las dos temporadas, he quedado encantada con esta serie, con esa naturalidad y realismo propias de las series británicas, logran que el espectador se sienta parte de ellas. Tanto la puramente policial, como y sobre todo la personal, de unos personajes impecables y excelentemente interpretados. Todo esto parece fácil gracias a la buenisima realización, pero evidentemente no lo es. Esperando la tercera temporada, sólo puedo decir God save las series británicas.

Es dura, es violenta. Tiene escenas inolvidables y actores increiblemente buenos, y sobre todo merece la pena acompañar esta historia hasta la quinta temporada, la mejor temporada que he visto en ninguna serie antes, del primer capítulo hasta el increible último, con un Forest Whitaker excelso. No se porqué esta serie no ha tenido más repercusión, quizás llegó pronto, como otra joya como 0z. Imprescindible.

Por encima de las buenas actuaciones, de la historia, montada a modo de puzzle, que va en un desesperante crescendo, hasta llegar a una de las escenas que más me ha impactado últimamente, la inevitable, en la bañera, lo que más me ha impresionado de esta serie es su cualidad hipnótica. Por un lado quieres dejar de sufrir, no quieres llegar al triste desenlace que desde el principio sabes que se producirá, pero no puedes dejar de verla, es un drama, sin duda pero también es una serie de misterio, a mi modo de ver magistralmente orquestada. Y también invita a una reflexión sobre el tema central de la serie, el acoso, la crueldad del ser humano y peor que la crueldad, la maldita indiferencia.

Muy interesante serie surcoreana que cuenta los intríngulis de una gran empresa, sus luchas internas, competiciones y problemas, en la mirada de un novato que acaba de empezar en este mundo de tiburones. A diferencia de otras series coreanas, no cae en el romanticismo gratuito. Con toques tiernos, divertidos y hasta surrealistas se hace muy agradable de ver. Quizás el único pero que se pondría es que a veces uno se pierde en los conceptos propios del negocio, quizá por la dificultad de traducción. Ah!! Y me declaro fan incondicional de Lee Sung-min, maravilloso actor, quizás el mejor que he visto hasta ahora de este país. Histriónico, tierno, duro, loco y soñador, sabe darnos todo eso y más con su estupenda interpretación.