MOLA: Esa actitud gamberra y desenfadada que adopta la película para hablarnos de un problema de calado. Quiero a mis hijos...¿Más que a mí?
El sueño de un sistema dedicado al individuo produce monstruos.
Cuando se juntan en pantalla tres generaciones.
Que indigne a tantos espectadores, a través del humor negro y la provocación, ahora que casi con cada frase que digas ofendes a alguien.
Ver a Nicolas Cage buscando el equilibrio, de una mesa de billar... El juego que da acto seguido esa mesa.

MENOS MOLA: Que huya del gore explícito, quizá para llegar a más público. Público que en su mayoría va a huir con espanto. Esto no es arte y ensayo, es una caricatura.. Esto es punk sonando a toda leche.
Que no quede mejor retratado lo que los genios del marketing y el neuro-marketing están haciendo con los individuos... Obsolescencia programada...

MOLA: La serie de dudas que se nos lanzan a bocajarro y que van más allá de un mero, ¿pero fuiste tú o no?
Buen guión, buen montaje, buen minutaje.
La impenetrabilidad de la mente de las nuevas generaciones, incluido el hermano pequeño. Ese hermano pequeño...

MENOS MOLA: El abogado de la acusación particular se queda un poco corto en comparación con la abogada defensora y con la fiscal.

MOLA: muy bien dirigida, la película avanza sin encallarse.
En cierto modo es una especie de precursora de Kill Bill.
Una película de género, diferente, con alguna secuencia muy vívida.

MENOS MOLA: el personaje femenino, está escrito para que sea poco más que un florero con piernas. Y pelo largo, claro.

MOLA: La dirección, el montaje, la fotografía y desde luego el reparto. Todo ello te mantiene atento a la pantalla, como un viejo mirando la luna; ya la has visto antes, sabes por qué está en cuarto menguante, sabes que al final amanecerá, y aún así no puedes apartar la mirada de la pantalla.
Los preparativos del protagonista en el hotel.
Trucos para mejorar una sopa de sobre.

MENOS MOLA: El guión. No he leído el libro que adapta, así que no puedo opinar si la historia está o no bien plasmada. Pero ciñéndose a la película, tiene tanta miga como una sopa de sobre.
Es una película que le basta con ser mirada. Posiblemente no busque más que eso. No quiere que la entiendas, no quiere mostrar su interior, tan solo exhibirse.

MOLA: La valentía de romper el lenguaje narrativo típico para estrujar nuestro cerebro como un paño sucio y chorreando.
Nos ahorran la típica historia de amor que en mayor o menor medida parece una obligación en las películas comerciales. Eso sí, hay una historia de desamor.
El inicio del film, espectacular.

MENOS MOLA: El poco carisma de sus personajes.
El antagonista, solo le falta lanzar cartuchos de dinamita marca ACME. Muy recurrente su rol y motivación.