La película entretiene algo, pero para mí tampoco es para tirar cohetes. Y por supuesto no es una obra maestra, a pesar de que se genera intriga, que los actores hacen muy bien su papel y que la fotografía es buena.

Lo que falla es que el guión es confuso. Uno espera al final para atar algunos cabos sueltos, pero termina la película y no se dan muchas explicaciones. Parece que éstas se hubieran quedado fuera del montaje final. Tampoco ayuda mucho el ritmo cansino de la primera parte de la película.

Dejo en el "spoiler" los citados cabos sueltos.

Pues sí, yo también he caído en la trampa. He visto la película atraído por las críticas y su famosa banda sonora, pero me he llevado una gran decepción.

Hace unos meses vi en la televisión otra película de Won Kar-Wai y me aburrí una barbaridad, hasta el punto de no terminar de verla. Le di un voto de confianza a este director y pensé que era una obra primeriza, pero me equivoqué.

"Deseando amar" es un tostonazo. Sí, de acuerdo: visualmente es irreprochable, la banda sonora es muy bella (se hace pesada por repetitiva), los actores hacen un trabajo impecable, pero sin guión lo único que queda es un video-clip pretencioso. No es que no estemos acostumbrados a películas de ritmo lento, es que se abusa de la cámara lenta y de los enfoques pegados a la pared para resaltar escenas vacuas.

Si alguien quiere ver otra película con esta misma temática pero mil veces más entretenida: "Los puentes de Madison". Una película oriental mucho mejor: "Old boy".

Otra cosa, para algún comentarista anterior: No he leído "El código Da Vinci"; no soy ciego o sordo-mudo; no aguanto a Torrente ni similares; no me gustan las películas de Jackie Chan, Steven Segal o remedadores; y me puse a ver el film con muy buena predisposición. Lo siento, pero no logro captar los valores que han dado fama a "Deseando amar".

Yo es que definitivamente no le cojo el punto a Woody Allen. Pensaba que como lo que había visto de él era de su última época, quizá buscando en su filmografía digamos "clásica" hallaría una película digna de revisitarse a lo largo de los años y considerarla la gran obra maestra del cineasta judío. Bien es cierto que había visto lo primero "Coge el dinero y corre" y lo penúltimo "Match point" (con algunas películas entre estas dos) y me había gustado, pero no para considerar a Allen el genio que leo por aquí. Con esta predisposición me puse a ver "Manhattan".

Y el homenaje a Nueva York es precioso y emotivo, el blanco y negro y la música de Gershwin maravillosos, pero la historia no me llega a interesar. Los diálogos, como casi siempre, ingeniosos y con cierta gracia, pero el guión, a mi parecer, flaquea (a pesar de la nominación al Oscar). Me he aburrido un poquito, la verdad. No la considero mala película, le doy un notable, pero las expectativas que tenía hacen que me haya decepcionado un tanto.

Lo dicho: será que yo no le cojo el punto a Woody. No obstante todavía esperaré un poco hasta meterlo en el saco de los artistas sobrevalorados y unirlo Van Gogh, Mailer, Mahler y demás, según el criterio de dos de los personajes de la película. Ya me gustaría a mí poder meterlo en el otro saco que cita Woody Allen, el de Louis Armstrong, Brando, Cézanne, Tracy (el personaje de Mariel Hemingway, no Dick ni Spencer). Aaah, Tracy...

Y en el fondo me produce frustración haberme aburrido. Parece ser que he visto una obra maestra y no he sabido apreciarla. Quizá me ha pillado en un mal día; tengo al impresión de que la película puede ganar con un segundo visionado.

Por último, dos preguntas que me hago. La primera: ¿por qué escoger a Meryl Streep para un papel tan prescindible y desapovecharla de ese modo?. Y la segunda: ¿qué le pasó a Mariel Hemingway para, teniéndolo todo: belleza, talento, etc., no convertirse en la gran estrella del cine que apuntaba en esta cinta?.

Durante la primera parte de la película, aproximadamente una hora, asistimos a una retahila de discursos que quieren ser diálogos: los personajes no hablan entre ellos sino que sueltan, sin venir a cuento, unos monólogos existencialistas que a mi modo de ver chirrían. En este periodo todo me parece pedantería y artificiosidad; es como si el director quisiera hacernos ver su opinión sobre la vida, las drogas, el amor, las relaciones o el primer tema que le proponga un personaje a otro. El colmo del artificio y la falta de credibilidad es la forma de hablar de Eusebio Poncela, que más que hablar declama, y en "argentino" suena bien, pero no tanto en castellano. Tanta filosofía y esnobismo está a punto de hartar, pero en esto los personajes se trasladan al sur y ¡oh!, empiezan a dialogar, los temas de conversación resultan más terrenales y la historia gana una enormidad en interés, de manera que llegamos a un final que realmente resulta emotivo.

A destacar la actuación de los actores salvo Poncela. Lo siento, no es creíble; ridícula su interpretación cuando en la casa de la playa sube a avisar a Martín, que está acostado durmiendo (por cierto: cuántas veces despiertan a este hombre en la película, quizás sea una metáfora) También destacan algunas escenas con su corespondientes frases (algo normal con tanto diálogo/monólogo), a mí me gustó especialmente esa de: "Yo quería ser tu madre". En realidad el único monólogo que está realmente bien es el de Hache al final. La película, sin ser mala, no me parece para tanto, pero no entiendo algunas críticas tan positivas. Quizá gane con un segundo visionado.

Para finalizar, el director puede quedarse tranquilo ya que todos nos hemos enterado ya de sus gustos sibaritas y guays: el champán frances, el tequila José Cuervo, la Coronita, el Jack Daniels', el buen vino, el blues, el jazz, la filosofía, la experimentación con la drogas, el "hipismo" y un sinfín de cosas más.

¿Se puede hacer una crítica de recuerdos de hace veinte años, no de una película? Se puede cuando se quedan grabadas esas escenas: el rostro del niño protagonista, la chica violada (ese cargador), charcos, lanzallamas, música que es ruido o ruido que es una banda sonora, y la náusea y el dolor. No he vuelto a ver esta cinta desde entonces (aunque pronto iré montado en mi mula a buscarla a Bielorrusia).

Finales de los 80. Por la televisión echan películas como esta a las diez de la noche. Por aquel entonces la inocente adolescencia hace poco que se fue y empiezo a madurar, a ser un hombre. Este film te hace madurar, te saca de Disney, de Cocodrilo Dundee, de Indiana Jones y te lleva a un cine distinto de emociones duras y belleza, donde no siempre ganan los buenos, donde no se sabe muchas veces siquiera quiénes son los buenos o si los hay. Ven y mira: Apocalypse Now, Blade Runner, Kurosawa...

Y empiezas a plantearte que quizá uno tampoco es del todo bueno y que las cosas son más complejas de lo que parecen.

La película termina y yo me voy a mi habitación. Sentado en el borde de la cama, en mis auriculares suena "Gods of war" de Def Leppard y me digo que esa canción casa muy bien con lo que acabo de ver. El cuerpo te pide llorar o vomitar, o ambas cosas.