La única cosa que me hizo esbozar una sonrisa fue el personaje del cantante cuando estaba borracho.
Todo lo demás es una amalgama de cosas sin ningún sentido.

He visto una crítica de una de las películas de Lindsay Lohan en la que se ponía de manifiesto el amoldamiento de todos los guiones de sus películas para demostrar que ella también es cantante(aquí no es menos).

La cinta no se sostiene por ninguna parte, pero es que cuando vi esa escena en la cual la chica le dice a su ídolo que nunca va a poder hablar con él sobre sus canciones porque es un borracho, me planteé si me habían timado y estaba viendo un anuncio de "si bebes, no conduzcas" (muy apropiado si tenemos en cuenta el estado de alcohol en sangre permanente de la chiquilla que lo decía).

Ah, y, claro, sabiendo que esto es una película de Disney, no deben faltar la escena de la mala en el agua(y aquí además el alma bondadosa de la protagonista tiene la delicadeza de irla a recoger cuando todos se rien de ella), y el baile de princesitas en el que por supuesto todos hacen círculo alrededor de la pareja.

En fin, intentando no ofender a nadie, creo que sólo hay una palabra para definirla; bochornosa.

Dos momentos en que la película logró sobrecogerme:

1. La muerte de Pável, el médico judío (típica de película "de nazis" pero espeluznante).

2. Hubo un momento en que juro que pensé que el niño alemán iba a morirse electrocutado: lo pasé mal.