A ritmo de Hypnotize de Biggie, así te quedas durante la misma, hipnotizado porque no te esperas tanto de esta película, entramos a verla haciendo cara o cruz en una moneda y la moneda no falló.
No sabes del homenaje que supone para el cómic hasta que ves semejante obra de arte.
Me acuerdo a mitad película decirle a mi amigo "me estoy quedando fascinado" y no es para menos y tampoco exagero.

Para empezar, ir a ver una película de Spider-Man en dibujos era algo nuevo, tampoco estoy bien informado de su mundo, ni mucho menos del mundo Marvel. Tampoco soy fan de las pelis de superhéroes, más bien del cine de autor pero me pareció una obra de arte, por cómo está hecha, el simple hecho de querer hacer un homenaje al cómic me pareció buenísimo, escenas como viñetas, el dibujo de los personajes, las explosiones, cuando se escuchaban chillidos se veía dibujado el ruido.
Además de su parte técnica, tiene un rollo underground que a mi personalmente me flipa, los graffitis, la música (he mencionado al principio la canción de Biggie porque sale en la peli).
También la integración de una Spider-Man fuerte y luchadora le da actualidad, así como el protagonista que es de raza afroamericana, integrando y haciendo ver a la gente que en este mundo cabemos, como caben los dibujos animados del Bugs Bunny, las ilustraciones en blanco y negro y por supuesto el Manga.

También me atrevería a decir que es la mejor película de Marvel, habiendo visto casi todas de principios de milenio y por supuesto las últimas de Avengers. Esta película necesitaba ser así, de dibujos, rollo cómic.
Todo esto está enmarcado de forma sublime o por lo menos a mi me lo pareció. Os vais a pegar un gran disfrute!

Icíar Bollaín nos brinda una hora y media de puro espectáculo para los sentidos.
Escenas de danza desgarradoras que tienen que ver con la vida del protagonista en todo momento, una gran música durante toda la película.
Belleza pura, bien ambientada, buen manejo del color, nos transmite en todo momento las emociones y la historia también de su madre, de su padre, de su hermana, y como no, del propio Yuli, hace sentirnos dentro de una Cuba que pasaba por malos momentos. Se disfruta cada mínimo detalle, imprescindible en este 2018
Al menos a mi me ha llegado al corazón. Y me quito el sombrero ante la actuación de Santiago Alfonso.

Una comedia q roza lo surrealista , y digo que roza, porque tiene mucho que ver con el presente en el que vivimos, en un presente lleno de corrupción, descontento político-social y sobretodo de desigualdad.

Pero lo surrealista es la forma en que hace la película, no apta para mentes cerradas, con sus chistes malos pero a la vez graciosos, con sus diálogos absurdos pero a la vez llenos de razón, con una estética lejos de lo que pide el siglo XXI o más bien la segunda década del mismo.
Encontramos tres apartados o tres clases sociales, los parados (con ganas de trabajar y de plantar cara a los ricos), los trabajadores (cada uno por su lado) y los ricos (los que mandan)... Vaya... No es tan diferente a la realidad actual, verdad?
Todo esto queda enmarcado en una comedia surrealista en la que a mi, por ejemplo, me ha dejado una sonrisa durante toda la misma.
Al fin y al cabo necesitas ver historias que te hagan pensar o simplemente que digas 'que razón tiene' y así es como te quedas, a gusto de ver que aún se pueden hacer películas que critiquen las altas esferas o el capitalismo abusivo, como también al mismo tiempo, criticar los movimientos revolucionarios, es decir, contrapone la derecha política, vista en la película como algo irracional y la izquierda política, vista como una solución a problemas como la desigualdad social pero que no siempre es lo que uno se espera.
Técnicamente es sencilla, sin alardes de efectos visuales ni fotográficos pero con una música que por momentos te engancha.
En el apartado actoral hay que decir que casi todos lo hacen muy bien, tanto Roberto Álamo haciendo de limonero revolucionario, como Miguel Rellán, de general de la Guardia Civil, Blanca Suárez, de jefa de gabinete o Carlos Areces haciendo de conserge, por nombrar algunos, ya que el reparto es muy bueno, lleno de cómicos como Berto Romero o Arturo Valls, que ambos están perfectos en su papel de barberos, pasando por Gabino Diego haciendo de rey o el mismísimo Antonio de la Torre haciendo de cura, por nombrar algunos.

En definitiva, si vas a verla, primero abre tu mente y luego disfrútala porque hay Cuerda para rato.