Mil millones (1982)

Todo está contado como si fuera una historia de ficción. Se nos habla de una empresa imaginaria llamada GTI y los hechos suceden principalmente en París, en tiempos de conflictos en Irán, de la muerte de Jacques Brel... según vamos viendo en una cartelera de la redacción de La Tribune. Pero el problema, ¡harto preocupante para quienes están imbuidos en el cuento de las finanzas!, está centrado en una suerte de alegato contra el gigantismo empresarial que viene haciendo que la economía del mundo cada vez se centre en un menor número de compañías, y de paso, en un menor número de empresarios. Aunque, “las cifras no son muy cinematográficas” –según decía el director Henri Verneuil refiriéndose a su filme-, aquí lucen más que dicientes y nos ponen a pensar si no estaremos siendo simples peleles de un puñado de individuos cuya ambición no conoce límites, ni escrúpulos, ni fronteras.

Investigando sobre el tema de las multinacionales y su manejo de la economía mundial, Henri Verneuil terminó dedicando dos años de su vida, leyendo libros como “Mille Milliards de dollars” de Robert Latte (del cual tomaría el título) y “False front” de Lawrence Meyer; se leyó cientos de artículos de prensa y de revistas; entrevistó a un montón de gente conocedora de e$to$ cuento$… y finalmente escribió, él mismo, uno de los guiones mejor documentados y más cercanos a la gran denuncia que hayamos visto en los últimos años. No por nada, la poca distribución que se le posibilitó tener al filme. ¡Apenas conseguimos verlo más de tres décadas después de realizado!

Se trata de un periodista de la revista La Tribune, Paul Kerjean, quien recibe de un misterioso informante la noticia de que la sociedad inmobiliaria, SCOVIM, andaba a punto de declararse en quiebra y de pronto recibió de alguien una alta cifra que, no solo la salvaba del cierre inmediato sino que le dejó una significativa ganancia. ¿Quién? ¿Por qué? En el cuento hay un empresario llamado Jacques Benoît-Lambert, y pronto el periodista se enterará de que también la multinacional GTI y su presidente, tienen que ver con un juego que tendrá varios tentáculos y unas cuantas jugadas de vergonzosa prepotencia.

Lo que se aviene incluirá terribles y preocupantes denuncias, y se ha dicho que tiene mucho que ver con algunos hechos que, en la vida real, desempeñara la multinacional ITT (International Telephone & Telegraph) (1), empresa de la que primero supimos cuando los movimientos de izquierda de Chile la cuestionaron por su respaldo económico, y probablemente militar, a la caída del presidente democrático Salvador Allende. Sobre este y otros asuntos relacionados con ITT, incluida su relación con Hitler, el libro de Anthony Sampson, “El estado soberano de la ITT”, es bastante elocuente.

Verneuil logró imponer como protagonista a Patrick Dewaere, actor que venía teniendo dificultades con los medios, los productores, sus relaciones personales y consigo mismo, lo cual le causaría un fuerte estado de depresión que, pocos meses después, lo llevaría a un trágico final en un hotel de París. Su rol, sin embargo, logró hacerlo con ímpetu y compromiso, y ésta podría ser una de las más significativas actuaciones de su carrera.

El reparto incluye a Jeanne Moreau, en un breve rol como la esposa de Benoît-Lambert; Caroline Cellier es Hélène, la esposa que aún sigue creyendo en el profesionalismo del que ahora es su ex; Charles Denner es Walter, el fotógrafo que logra estar en algunos lugares muy significativos; y el estadounidense Mel Ferrer, es el controvertido presidente de la GTI… siendo éste su último rol importante en lo que le quedaba de vida.

“MIL MILLONES” es un thriller de hondo significado y es otros de los títulos que consolidaron el legado de ese notable director que fuera Henri Verneuil.

(1) films.blog.lemonde.fr

Título para Latinoamérica: “UN BILLÓN DE DÓLARES”