Crítica de Troll
Troll
Barcelona, España
La casa de Jack (2018)
- Lars von Trier
- Matt Dillon, Bruno Ganz, Uma Thurman ...
La confesión de Trier.
9 de octubre de 201878 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
El danés se ha marcado una paja a cuatro manos mirándose en el espejo, y sin ningún tipo de complejo, ha realizado una película por y para el gusto de sí mismo. Y a quién no le agrade, a tomar por c***.
Con una curiosa mezcla entre la comedia negra(tirando a carbón) y un surtido de secuencias marca de la casa(desde escenas a cada cuál más retorcidas, hasta su característico estilo documental desarrollado en sus últimas obras), Lars Von Trier consigue que el público se descojone a mandíbula abierta mientras nos muestra a un protagonista (que en definitiva es su alterego) cometer las más absolutas de las barbaridades..
A estas alturas es ya difícil que este cineasta consiga sorprenderme, pero he de reconocer que esta obra, como punto de reflexión sobre su trayectoria artística, y por ende, su persona, es toda una revelación (ultra-onanista) sobre un artista que se confiesa abiertamente sin ningún tipo de reparo ni cohibición, y eso en definitiva, es lo que uno espera de este cineasta. Quizás no es de las más perturbadoras de sus obras, pero si es probablemente la película más sincera y de la marca "Trier" de toda su filmografía.
Con una curiosa mezcla entre la comedia negra(tirando a carbón) y un surtido de secuencias marca de la casa(desde escenas a cada cuál más retorcidas, hasta su característico estilo documental desarrollado en sus últimas obras), Lars Von Trier consigue que el público se descojone a mandíbula abierta mientras nos muestra a un protagonista (que en definitiva es su alterego) cometer las más absolutas de las barbaridades..
A estas alturas es ya difícil que este cineasta consiga sorprenderme, pero he de reconocer que esta obra, como punto de reflexión sobre su trayectoria artística, y por ende, su persona, es toda una revelación (ultra-onanista) sobre un artista que se confiesa abiertamente sin ningún tipo de reparo ni cohibición, y eso en definitiva, es lo que uno espera de este cineasta. Quizás no es de las más perturbadoras de sus obras, pero si es probablemente la película más sincera y de la marca "Trier" de toda su filmografía.