Visionada la serie entera y con perspectiva completo, hay que decir que el resultado se deja ver con cierto agrado y una solvencia evidente.

Pero hay algo que no cuaja - la colisión de tonos (parte serie yanqui con Tucci y parte serie española con políticos de pandereta) no marida. La serie parece tener cierta bipolaridad.

Luego están algunos lugares comunes, momentos de cierta buscada ingenuidad estilo "inspiracional" (perdón por la palabreja) y unos personajes protagonistas que no parecen enfocarse del todo. Y ojo que Polvorosa está bien, pero Mel, recién salido del cascarón y algo verde como actor, tiene pegas para levantar un personaje heroico-Cayetano-puro de corazón que lleva bastante peso en la trama.

Y ojo - Clarke Peters tiene gravitas, Tucci clava cada escena en la que está y Elejalde te cae bien de inmediato. Pero vaya. A las serie le falta pegada, más budget y unos personajes más cañeros.

En fin. Supongo que Amenábar no está hecha para hacer series en VOD.

Ojo que Bollaín no es directora habitualmente a mi gusto - pienso en la cargante LA BODA DE ROSA, por ejemplo. Pero tiene cosas estimables, como un TE DOY MIS OJOS en el que tenía la capacidad de ser ecuánime con víctimas y agresores. Algo que aquí vuelve a hacer, corregido y aumentado.

Y hay que decirlo - el resultado es intachable, con un cast atinadísimo (hasta la gente que apenas tiene diálogo está entonada). El guion evita maniqueísmos o tonterías melodramáticas. El estilo visual tiene un regusto setentero admirable y el tono es tan realista como respetuoso.

Vamos, un ejercicio de esquivar minas de todo tipo del que la directora y todo el mundo sale airoso durante cada segundo del film. Se nota que el peso de la responsabilidad del material que tocan estaba sobre ellos. Aquí no hay margen para el error. Y no se comete.

¿Qué decir? Es eso que los críticos llaman "cine necesario" (la verdad es que lo es), digno de recibir todos los premios que le caigan y que hace llorar a más de un espectador (servidor pudo observarlo en una sala con buen aforo). Un film notable, caray.

En cuanto al País Vasco, hay algunos planos de bosques y montañas que le hacen querer visitar sus parajes naturales. Preciosos.

Les aviso de que esta crítica viene de un tío que no traga el cine de Aranoa.

Pero oigan - el tráiler pintaba estupendo y es de justicia dar una oportunidad a un cineasta que detestas si el material que ha hecho está bien.

Y que me aspen si esto no es el largo más entretenido, mejor rodado y más afinado de su carrera.

Bardem, para variar, está genial. Pero no le van a la zaga los secundarios (como un Manolo Solo que a estas alturas está más allá del bien y del mal). El guion tiene retranca, buen ritmo, una ligereza nada pretenciosa inusual en Aranoa y un sentido del humor notable, que saca más de una risa al público.

Tampoco me olvido del trabajo visual del film, con una cámara móvil y un uso acertado del anamórfico. No sé si su film en inglés sobre el narcotráfico le ha encendido a Aranoa un piloto técnico, pero de repente sabe rodar como Dios manda. Con lo cual ganamos todos.

Resumiendo -- de lo mejor de este cineasta de lejos. Es posible que tenga buena taquilla. Y lo de la nominación al Óscar tiene sentido. Está mucho mejor que lo que han pergeñado Monzón o Almodóvar.

Bien por Aranoa. Siga a usted así, que un servidor también le seguirá.

Al grano - menos de noventa minutos de duración sin contar créditos (cronometrados por un servidor) para tragarse un film visualmente feo (fotografiado por el responsable de... ¡Casino o Kill Bill! WTF?), con un CGI aún más feo (no, en movimiento el tema simbionte NO funciona - es un caos cinético informe), con un humor que funciona sobre el papel pero resulta en la práctica mecánico, un desarrollo anémico (aquí el segundo acto dura un suspiro) y una sensación general de que hay que pasar deprisa y corriendo a los puntos álgidos; no interesa contar una historia para nada. En fin. Un desastre sacacuartos, torpón, atropellado y cínico hecho con gran dejadez narrativa.

En fin. Un tordo importante.

Véanse la última de Bardem+Aranoa. Es bastante más entretenida que esto. Literalmente.

Vaya tela.

Es normal que esto se haya ido a plataformas: porque, pese al pastizal puesto en producción - que permite carreras, destrucciones, CGI relumbronero, decorados chulos y actores con nombre) -- no va a ninguna parte narrativamente: worldbuilding torpe que busca secuela si haber levantado un primer largos, diálogos derivativos, un viaje heroico campbelliano tan calculado como forzado, una hilazón entre escenas realmente pobre y un Mark W tan perdido como poco interesado por lo que pasa como los espectadores.

Y es que, por mucho que se adapte un libro, esto al final es un cansino mashup de HIGHLANDER, MATRIX, WANTED o similares. Visto y hecho mil veces. Pero claro - los encorbatados corporativos que producen esto no saben de narrativa; solamente saben de reducir riesgos y sacar pasta. Por lo que nos regalan un montón de mandangas como esta - un latazo desesperado, caro y tan irregular como escasamente entretenido.

Antes, un film así, un intento sacacuartos tan carente de originalidad, hubiera sido de presupuesto más bajo. Una serie B con aspiraciones.

Pero claro - en 2021, se convierte en algo de alto presupuesto. Y así anda el percal.

No le echen un vistazo ni en casa. Consejo de amigo.

Bautismo norteamericano del cineasta de Chile afincado en Madrid -- pocas tachas - fotografía notable, cast atinado (con una Kidman en su punto más álgido), una banda sonora perfecta para su film y un desarrollo tan clasicista como tramposete. Es un film que aguanta el paso del tiempo, si bien dejaba ya claro el vicio amenabaresco de centrar sus largos en un tema que eventualmente esclaviza el desarrollo de la trama para demostrar una tesis. Algo que que con el tiempo se ha ido convirtiendo en una pega mayor en su filmografía.

Pero vamos - no se pueden poner grandes quejas al film hoy por hoy, la verdad. Terror old shool que funciona.

Vaya por delante que el film tiene algunos aspectos acertados - unos diálogos altamente naturalistas, ciertos comportamientos que más de uno reconocerá en familiares y amigos y un personaje también reconocible - una buena persona tan entregada a los demás que se ha convertido un secundaria de su propia existencia.

Y claro - para la metáfora elegida por el film, es el personaje - si alguien necesita reafirmar que se quiere a sí misma y que merece su momento es ella. Sin embargo, el camino elegido - mostrarlo todo a través de la organización de una autoboda (una moda que parece ser se inició en el muy solitario país del sol naciente y que se ha ido extendiendo a más países) resulta sonrojante por su ingenuidad y bastante propia de los tiempos actuales, en la que todo el mundo se hace selfies, dice quererse a unos mismo y la figura masculina parece ser algo relegado a un pasado que no encaja en un futuro de sororidad femenina empoderada. Aunque en este caso, se muestra su faceta más cuqui, bonica, adorable y cercana al enfoque de Tó el mundo es güeno.

En fin. Olvidable film, pardiez. Aunque es un reflejo de ciertas sensibilidades modernas, sin duda.

Un homenaje al cine quinqui hecho hoy en día. Una idea curiosa cuando menos. Basada en una novela que no conozco, así que lo que valoro viene simplemente del film en sí.

Y vaya -- tiene cosas estupendas -- una ambientación milimétrica, una buena elección musical (si la historia ocurriera ahora, los protagonistas estarían escuchando reggaetón - da que pensar) y un acabado sólido, con algunos acores que parecen de la época y unas diálogos macarrillas a menudo acertados. Pero claro - también hay algunas pegas: un desarrollo algo evidente al que no ayuda un metraje de duración algo extremada y unas dosis de sexo lógicas pero obviables. También se incurre en algunos tropos propios de historias como la que se cuenta en el largometraje, lo cual lo vuelve un tanto previsible.

Pero vaya. Se deja ver, oigan.

Habemus otro film de la responsable del cargante CRUDO -- y claro -- por mucho intento de epatar y de ser cansino-simbólico (nuevas carnes, cosificaciones, masculinidades fallidas, toxicidades homicidas, sexualidades fluidas y similares), esto, como Boyero ha dicho, obedece al delirio -- se trata de un film altamente opaco, aleatorio (los conceptos de motivación de personaje o e conexión causa-efecto brillan por su ausencia) y el resultado, buscadamente esteta a ratos y lentamente moroso a otros, invita a la irritación.

Y no - esto no remueve conciencias o tripas - sus imágenes no son especialmente grotescas u horrorosas para cualquiera medio ducho en el cine de género moderno. Vamos, que a lo mejor se le cae el monóculo visionando el film a algún crítico poco enterado, pero no demasiado.

En fin - y se sigue premiando a esto. Apesta. No pierdan el tiempo echándole el ojo. No vale la pena. Puedes intentar provocar, pero cuenta una historia. Vean mejor Benedetta, de Verhoven. Este buen señor sí que sabe provocar y ser un buen narrador a la vez. ¿Ducournau? Que se vaya a hacer videoarte o vídeos musicales pomposos, que parece ser lo suyo.

Segundo largo de Jaume, ambicioso, con potente cast anglosajón, viguerías visuales varias (que han envejecido mal pasado el tiempo) y un desarrollo dramático que requería un par de vueltas del guion. Además, el aspecto catalán del film no termina de maridar en demasía con lo anglosajón.

Una pieza curiosa y nada redonda.

El manchego strikes back con una historia de madres que se conocen de manera casi azarosa. Un comienzo razonablemente aceptable.

Pero... claro: por mucho que Pedro juegue al naturalismo habitual, lleno de tortillas de patatas y elementos aparentemente realistas, los dejes melodramáticos le vencen - esto es novelesco, con elementos de una improbabilidad realmente alta, un tono discutible, giros amoroso-sexuales que no parecen coherentes con los personajes inicialmente planteados (que huelen mucho a eso que llaman "la mirada masculina" por mucho que Almodóvar sea homosexual), hilos altamente lógicos que no se siguen (si se hacen, el largo no iría por donde su autor desea, claro -- piensen en una cosa: ABOGADO) y un cierra para nada orgánico, que conecta la memoria histórica con la trama tan accesoria como tangencial.

En fin. No puedo como Pedro, joer. Y los dejes teatrales, como los de ciertos diálogos, sin evidentes. Y no van conmigo, bemoles.

Eso sí - el dúo protagónico está bastante impecable. Hay que ser honestos con eso. Dirigir actrices sigue siendo su punto fuerte. No cabe duda de eso.

Mira que Santiago Segura me parece un tío inteligente (aunque bastante reservado) con una inteligencia bastante respetable. Pero -

- la del público él no la respeta como cineasta, sin duda.

Y hoy por hoy, abunda en comedietas familiares sangrantemente blancas, televisivas (tv mala - comedieta de sobremesa) con niños pedorros, banda sonora telegrafiante, catastróficas desdichas de supuestamente hilarantes consecuencias y humor cuñadil.

O sea - ir a por el mínimo común denominador, señora.

Y claro - el público de estos lares, excelso a la par que exquisito, parece responder bien a propuestas así. Por lo que me temo que tenemos Segura en Modo Padre en Apuros hasta el fin de los tiempos.

Qué asco, qué desgracia, qué cruz y que medianía (por usar una expresión de cómic de JAN).

Y ahora, si me permiten, me vuelvo a casa a perder la fe en los espectadores nacionales. Y en su cine, caray.

Aquí tenemos la entrega número 25 de las aventuras de 007, llegando con retraso pandémico y tras haber dejado tirado a Danny Boyle, un cineasta que seguramente le hubiera dado un empujón a una saga anquilosada.

Y -- oigan: el film tiene un ritmo sólido pese a su duración, un uso mínimo del CGI y una trama trabajada....

...pero yo me canso.

A lo mejor porque el Bond de la Era Craig es exageradamente serio, porque la BSO de Zimmer apunta a lo que desde varias entregas estos filmes aspiraban - una suerte de Nolan´s 007, porque su supuesto realismo es ceñudo, por su ambición cansina o por su Black 00Mary Sue, una concesión al feminismo más a la moda que no resulta para nada disruptiva en el estado de las cosas de la trama.

Y sí -- Bond ahora es sensible y empático. También se enamora (aunque eso no resulta para nada nuevo - recuerden a Lazenby).

Aparte - cosas como los cacharritos bondianos son el pan nuestro de cada día en 2021, la geopolítica del film no tiene mordiente, el villano está infraescrito --

Muchas cosas.

Supongo que el tropo está gastado. El personaje es un arquetipo superado. 007 no puede densificarse narrativamente. Y cambiar algunas de sus claves hacen que deje de ser Bond.

Anyway -- demasiados filmes de 000yy demasiadas décadas. O pegan un volantazo hardcore en su siguiente reboot - lo habrá, nenes - o lo guardan en un cajón durante muchos años.

Porque a estas alturas...

Supongo que es mucho pedir a estas alturas a una LEYENDA de 91 añazos aún en activo que siga fabricando largos notables, pero - cuernos: no habernos acostumbrado tan mal, Clint.

Y es que este neowestern crepuscularcísimo con americano mayor-que-lleva-a-mejicano-por-la-frontera suena a manido, incluso respecto a largos no muy lejanos como el último Rambo o el mismo Logan. Pero venga - es Clint, sigamos --

Y no convence. El cast mejicano resulta un tanto mediocre a veces, los villanos son de chufla y la tensión dramática cae notablemente durante un largo rato, en el que el film decide atascarse. Y si el guion falla, el film va detrás.

Pese a una historia de amor crepuscular y una visión de la masculinidad eastwoodiana nada tóxica.

Aún así. Es un largo altamente mejorable. Una pena.

Está claro que Disney hace aquí su enésimo ataque al mercado chino (que de nuevo ha despreciado el film y hasta a Awkafina). El inicio, con sus más de cinco minutos de diálogos en lengua no inglesa dan una buena pista. Pero venga, va -- sigamos.

Y oigan - hay cosas buenas -- un Leung imponente (que se apaña con esfuerzo para levantar un villano empatizable y con grávitas), secuencias de acción imaginativas (el hecho de que la fotografía venga de la mano del responsable de la trilogía Matrix, Bill Pope, ayuda MUCHO).

Pero la cosa no tarda mucho en meterse en el camino de siempre - muertes familiares, viajes del héroe, macguffin mágicos, villanos enmascarados, chistes metidos con calzador (algunos de ellos conectados con partes pobres de Iron Man 3) -- y un clímax inflado, de abusivo CGI que van precedidos de cansinas frases de autoayuda que intentan dar la impresión de que hay alguna clase de sabudiría escondida más densa que la que se guarda dentro de una galletita de la fortuna.

Ah - y del empoderamiento forzadérrimo, con tías mejores y capaces que los héroes masculinos en todo, ni hablo. Al final, Es Sim Liu el protagonista de todo esto. Las mandangas interseccionalistas y de feminismo de cuarta ola NO cuelan, Disney. Quieres dinero.

¿Conclusión? Lo de siempre -- ALGORTIMO DE DISNEY - NARRATIVO Y VISUAL. Cálculo, todo muy pulido, muy imponente, muy llamativo y muy deshonesto. Un producto sin alma.

¿Mi consejo? Véanla en casa. O mejor . VAYAN A VER DUNE, que de eso SÍ que hace falta secuela. De cosas estultas, infladas y volatineras como estas, YA VAMOS SOBRADOS.

Hay poco que decir del film que nos os ocupa - un intento de precuela sobre una saga interesante partiendo de un personaje casi inexistente - un asesino sin cara mudo - por un quítame allá esa IP. Pero de donde no hay, no se puede sacar, señora -- esto es un Viaje del Héroe Campbelliano hecho con cazador, interpretado con desinterés (solamente hay que ver a Golding y Corberó) con set pieces bien pensadas pero pobremente rodadas, lo cual las desluce. Y luego está el material pensado para enlazar en el Hasbro Cinematic Universe -- o como lo quieran llamar.

El enésimo ejemplo de film franquiciado medio - algo insulso y mecanizado que apenas cumple el mínimo.

Lo que aquí tenemos es una serie de estampas esencialmente inconexas rodadas con sequedad artie de difícil digestión. Es el ejemplo de lo que el dramaturgo Fermín Cabal decía en relación a lo que hay gente que cree que es el arte: la oposición a lo convencional. Si algo normal tiene un hilo conductor, conflictos dramáticos, arcos o resulta inteligible, pues lo opuesto es arte debido a que no es "normal".

Como aquí - ni conflicto, ni progresión ni leches. Y se puede hacer algo interesante sin ser mainstream. Un film femenino como Nomadland, pese a su minimalismo, contaba algo que podía seguirse, bemoles.

Pero aquí --

Se supone que será artístico.

Y como lo ha dirigido/escrito una directora, caerá tal vez un Goya al Mejor Director Revelación.

Pero esto... ni para Flixolé, damas y caballeros.

Decía Quentin Tarantino que se iba a retirar tras cierto número de largos, pues no quería pecar de algo que pecan muchos directores -- perder chispa con la edad.

Pues que me aspen si Paul Verhoeven no es prueba de lo opuesto. El cineasta holandés es un caso claro de "a la vejez, viruelas". Octogenario ahora, Paul no cede ni un palmo con sus obsesiones ni ha perdido un miligramo de mala leche. Y lo de aquí es el enésimo caso de que este tío es Insobornable Man -- da lo mismo que sea la era de las cancelaciones, que llueva o que truene. El holandés ha venido a hacer lo suyo y no se amilana.

¿Y el film? Bien, gracias. Más que nada, porque, aunque no sea un largo comercial, tampoco peca de gravitas autoimportantes tan propios del cine moderno (error en el que cae hasta Villeneuve). Aquí hay chistes flatulentos, gore, dildos imaginativos, sexo lésbico, protagonistas femeninas manipuladoras y unas ganas de tocar las narices que no sorprenderán a quien conozca la retranca del responsable de Robocop.

Pero ojo - pese al cochineo sexual (que parece un tanto demodé a estas alturas), hay también interesantes lecturas sobre la instrumentación de la fe y cómo era usada como un arma política en el viejo continente años ha.

No sé si es un largo tan polémico como pretende o si sus lecturas religiosas tienen en verdad enjundia, pero es de lo más refrescante ver que aún existe gente capaz de jugársela por crear material abrasivo entre tanta acojonada corrección política.

Pero esto era cosa de Verhoeven. ¿Esperaban algo diferente?

Siendo directos - el film que nos ocupa es el STAR TREK 4 de la carrera de Scott - un film ligero y sin pretensiones en el que la cifi sirve de trasfondo para una experiencia agradable, entretenida con cero pretensiones.´

Y oigan - a topísimo con ello. Entre otras cosas, porque el material es solvente y tiene cierto sentido - su héroe no tiene un arco dramático porque es la clase de persona mentalmente preparada para ir a Marte (esto no es Gravity), la ciencia es válida y logran que uno se alegre de que crezca una plantita en sueño marciano.

Y sí - hay cierto despiporre en el tercer acto, Damon es a ratos una suerte de Rubius divulgativo de la ciencia y el material en conjunto tiene escasa densidad. Pero oigan - entre el carisma de su héroe, lo bien que se digiere todo y los estupendos VFX, se pasan más de dos horas de metraje tan ricamente,

Tiene gracia que la versión ochentera de la novela e Herbert fuera originalmente pensada para dirigirse por Ridley Scott, pues Villeneuve, que superó cum laude la secuela bladerunneriana, ratifica aquí que es su heredero natural.

Hay mucho bueno de lo que hablar en el film que nos ocupa -- desde una Ferguson destacable hasta un diseño de producción de una contundencia enorme (con una variedad de vestuarios o naves premiable), pasando por un CG notablemente usado con una naturalidad estimable (que deja claro lo pobremente que se usa hoy en día en filmes equivalentes). También hay un guion de buen ritmo -- en el que hay numerosa explicaciones que ayudan a crear un worldbuilding legible... algo que justifica sus dos horas y media de duración). Y el sonido -- bueno: igual que en 2049, es intachable. Un viaje a los graves imponente.

Pero también hay sus pegas - una banda sonora sin entidad, cierto exceso de gravitas en el material, un cansino mesianismo y una caída de interés notable cuando los fremen toman peso en la trama (algo que me temo es más cosa de Herbert). Por otro lado, la fotografía del responsable de Rogue One resulta un tanto oscura a menudo. Y no me olvido de los sueños de Paul, a menudo redundantes.

Pero vaya -- se ha acostumbrado uno a que Denis sea una bestia parda, caray. Y en el largo que aquí tratamos hay mucho de un nivel que no se ve hoy en día, carajo -- verbigracia: su primera hora, de un ritmo, interés y estilo que ya no se ve por estos lares. Solamente por eso, el film merece salvarse.

Además -- esto es un film al que falta una continuación. Un Infinity War, para entendernos. Asi que hacer apreciaciones finales es problemático.

¿Conclusiones? Complicado para un servidor. Eso sí - el DUNE DE 2021 deja pero que MUY claro que Lucas y su saga le deben a Frank Herbert un montón.