Es indudable y lo afirmo cada vez que voy cancelando deudas con el estudio Ghibli, que su visión en ver el cine de animación como algo serio, entretenido y emocionante es algo serio y que logran con creces. El Recuerdo de Marnie es una de las películas más adultas del Studio Ghibli, sin embargo no descarto poder sentarse frente a la pantalla en familia y ver la profundidad de sus temas, como el descubrimiento de la niñez a la adolescencia, la necesidad de fondo genuina de saber de dónde venimos, y por supuesto la depresión infantil. Porque si señores, la depresión no es solo un mal de los adultos, ataca a los niños, y en este filme el tema es tratado de forma sublime, siempre lo he dicho no hay peor cosa que no saber quién es uno y de donde viene. En ese camino, nuestra callada protagonista entra a un mundo lleno de onirismo y fantasía mucho menos que en otros filmes del estudio, pero lo suficiente para ir descubriendo el porqué se siente como siente y como la búsqueda de esa verdad le va dar nuevos ojos para agradecer lo que es y lo que tiene. Es un viaje intimista, lleno de hermosos momentos, lejos del melodrama y la lagrima fácil, y con una media hora final que de verdad toca las fibras del corazón. En cuanto a lo técnico, nunca se puede cansar uno de admirar los acabados y colores que tienen estas películas, hechas con todo el corazón del mundo.

De entrada la primicia no es muy convincente, y la verdad cuesta demasiado entender el proceder de los personajes, donde parece que el raciocinio brilla por su ausencia, más del principal, que se maneja un móvil de lo más discutible y caprichoso, lo peor es que como transcurre el filme no hace más que empeorar por giros melodramáticos y rebuscados que casi bordan lo ridículo. Es casi un novelón, pero con un apartado técnico muy destacable ya que la foto de Pau Castejón es realmente muy buena. Notable la interpretación principal de Javier Gutiérrez, pero su personaje en sí es un despropósito total de acciones sin sentido. Solo alegando locura podría medio justificar todo lo que hace, y me quedo en dudas. Malos secundarios (lo del jardinero es tan innecesario), diálogos sosos y un final aún más rebuscado bordean un filme que podía ser entretenida pero que se detuvo a contarnos solo situaciones que no generan interés y más bien Hogar es de esos filmes que uno quiere que acaben para olvidarlos.

La depresión como halito, como manifestación espontánea de que algo no calza. ¿Sos feliz o solo finges serlo? Le preguntan en una escena a la protagonista. Vaya pregunta. Swallow es un filme fuerte de ver, muy bien fotografiado y mejor dirigido por Mirabella quien se aprovecha de largos planos para demostrar como una mujer en “sueño de príncipe azul” vive una terrible pesadilla. La manifestación de lo que pasa, y de lo que el personaje principal hace (tienen razón cuando dicen que Haley Bennet está muy bien en su rol) tiene un trasfondo tan brutal y violento, que cuando todo va aterrizando uno siente empatía por el personaje principal. Esos ecos del pasado, ese karma maldito. Confieso que muchas veces sentí rabia y me indispuse con algunas situaciones del filme, porque de fondo es una clara denuncia de violencia psicológica lo que hace que todo termine por explotar. La música no va tan bien con las bellas imágenes , y siento que cuando por fin sabemos el porqué de la forma de ser de Hunter la película desinfla bastante y se hace menos interesante, dejando una escena confrontativa en un cumpleaños, que era necesaria pero torpemente ejecutada. El final, pues parece que no podía ser otro, pero no es tan atractiva como la premisa en sí. Incomodo filme, pero se puede sacar algo de debate de ella.

Filme simple, pero muy conciso en su mensaje. Me parece notable que esté dirigida por dos mujeres, porque el filme a su manera tiene esa mirada feminista de una realidad que a mi siempre me parece una ficción cruel pero es tristemente lo más real . Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec transforman ese material de la novela en un cine de animación para adultos alrededor de la barbarie de los radicalismos. Uno que en el caso se manifiesta en una dictadura misoginia, en el que la mujer se ve reducida a la no identidad, a la silueta deshumana de la burka; regímenes tallados por la intolerancia a todo lo que cuestione o se escape del pensamiento único. Y en esa esterilla que abrasó a la sociedad afgana durante años, irrumpe esta noble pareja, resistente en su vida doméstica, torpe y temerosa en su vida pública, y desgraciada en su suerte. El cine como denuncia de esos regímenes absolutistas desprovistos de cualquier empatía e indicio de equidad se alza aquí con otro grito de escucha. La historia plantea al amor y la esperanza como únicos caminos para ver la luz en esta barbarie, aunque también la suerte tiene su ficha en este juego cruel. Tapizado por una animación en acuarela preciosa que ensalza las ruinas de un Kabul convulso, el filme decae un poco en la manera que desarrolla sus personajes, sobre todo al carcelero y su mujer, por ahí el giro final parece no tener ninguna otra justificación que un sacrificio demasiado cruel de amor, Y eso en parte hace evidente lo fútil de la existencia de la mujer en ese contexto. Aun con esas debilidades, es un filme que recomiendo ver. Como lo dije es simple pero con un par de secuencias bastante fuertes.

7.5 /10

Sobre todo me parece una paradoja y distopía de gran validez, que nos encara tristemente con la naturaleza egoísta del ser humano, con ese mal llamado y aceptado hacer lo que sea para sobrevivir. Y esa confrontación en tiempos como los estamos viviendo se me hace brutal y oportuna. Me recuerda al filme de Bong Joon Ho Snowpiecer, aunque el filme del coreano es mucho más enfatico y lucido para mostrar sus analogías, y es obvio que hay una especie de referencia al clásico de terror El Cubo. Algo bueno y que destaco de El Hoyo es que la trama se mantiene, el guion está bastante bien escrito para proponer giros y jugarlos con la propuesta (no tanto para darles resolución). Simplificarnos a bestias como ejercicio de espejo es algo que hay que hacer, mientras veía lo que pasaba en el filme, más que distopía o ciencia ficción lo sentía como una triste realidad. Notablemente dirigida y con un diseño de producción genial, El Hoyo es uno de los filmes más estimulantes que me he encontrado últimamente, destacando la buena dirección y actuaciones. Su potencialidad se lastra un poco por un final algo ambiguo, utilizando un elemento que se menciona pero nunca se deja explicar, y al mi parecer ese final tan extraño, contradice un poco la lucha idealista de su protagonista, que como nosotros termina entendiendo poco de lo que paso. Tal vez ese sea el objetivo final, hay poco que entender de esa naturaleza humana, como lo dijo bien el bueno de Charles Dickens “Sometan sus apetitos, amigos míos, y habréis conquistado la naturaleza humana.”


7.5 /10

Allá por los 90 el cine de acción dominaba las películas de acción, y en esas destaca esta llamada Soldado Universal, que tiene un plot nada original sobre la manipulación genética de cadáveres para hacer supersoldados (parece uno de los anhelos escondidos de la milicia y cine en USA) lo que si puedo decir que si bien el plot y el sustento científico del filme es una torpeza andante, sirvió de base para sagas recientes como las de Bourne, incluso la última y lamentable entrega de Terminator, y recientemente Bloodshot. Ahora bien, debo confesar que crecí de niño creyendo que Van Damme era el actor más genial de la historia del cine, y que no veía esta película desde hace más de 15 años. Mi sorpresa es que aún hoy la encuentro como una de las mejores películas de Van Damme (no es muy difícil hacer ese top) con un gran diseño de producción (digno de Roland Emmerich) y escenas de acción muy bien resueltas y entretenidas. Lo acepto de fondo Jean Claude y Dolph Lundgren, (villano por excelencia del cine noventero) están lejos de ser buenos actores y a lejos se les nota las carencias histriónicas. Pero para este tipo de productos no ocupamos Al Pacino, si no carisma, musculo y gracia y eso lo tenían de sobra estos mamulones. Soldado Universal me parece un filme por demás entretenido, no le fue bien en Estados Unidos pero en Taquilla Internacional hizo de las suyas, cosa que hizo que se hicieran muchas secuelas lamentables (tema para otros review). Me quedo con la escena inicial llena de adrenalina, aquella persecución con el bus digna de Máxima Velocidad, la simpática escena en una cafetería y obvio la pelea final, con aquél icónico diálogo digno de los mejores en escenas de acción “Estás muerto soldado, - No, estoy más vivo que nunca.

Hay dos cosas buenas en el filme, casi notables pero increíblemente desperdiciadas. La primera es el personaje central, llevado con aplomo y gracia por Salvador Solís, ese que en la película se llama Don Cleo y que podría vivir en cualquier rincón de nuestra latinoamerica, desde el inicio vemos lo atractivo y folclórico del personaje, lo segundo es que a nivel de crear giros argumentales el filme es bastante competente (de hecho nunca aburre la propuesta) pero estás dos bondades del filme se ven lastradas por una dirección algo dispersa de Meléndez que se esfuerza demasiado en dar planos diferentes más que poner la cámara y los recursos al servicio de la historia (hay algunos planos fijos y cámara en movimiento muy quedaditos), lo otro y tal vez lo que más lastima el filme es la forma de resolver los conflictos antes planteados, realmente es un problema de escritura y malas decisiones a la hora de resolver los nudos argumentales, y no hablo solo de algunas ejecuciones técnicas y carencias de la foto, si no conseguir retener la atención del espectador con lógica argumental y no con resoluciones torpes. Realmente da pena eso. Y es triste porque el filme comienza muy bien y tiene una línea central si bien nada original si muy entretenida y hasta válida para poner su denuncia con respecto la vida diaria de un país como El Salvador. En parte las carencias técnicas uno está anuente a perdonarlas pero de fondo es complicado interesarse en esas resoluciones tan llenas de pereza. En todo caso mucho mejor este que la otra película del mismo director, la infumable La Palabra de Pablo.

5.5 /10

Los conflictos, las consecuencias, la irrazonable existencia de algo llamado guerra. La Trinchera Infinita es una de las mejores películas postguerra que he visto, pero también es un filme sobre como sobrevivir a las crisis (muy oportuna para estos momentos) y una muy natural y bella historia de amor. Interesante lo de las palabras y su etimología en un fondo negro, interesante porque algunas son fuertes, y siguen definiendo lo mismo, algunas no, son homófonos o homógrafos crueles, como la secuencia llamada “franco”. Antonio de la Torre y Belen Cuesta (clase de actuación) sostienen el filme con actuaciones entregadas a su contexto y su historia, incluso la hacen funcionar más allá de una elipsis algo atropellada (es claro que hacer pasar 30 años en 150 minutos no es fácil). La primer media hora es notable como inicio de todo, como lucha humana contra la crueldad y el odio, la última media hora es dolorosa y enormemente tierna. Por ahí el filme se hace un poco pesado, pero nunca deja de interesarnos, y s bien los planteamientos argumentales no son para nada originales, en parte no lo necesitan serlo, pero no son exagerados ni destinados a funcionar porque sí. La verdad hay momentos en donde la he pasado muy mal viendo esta película, casi incrédulo, y tenso, hay momentos de mucha tensión. Un drama bien dirigido y natural. En España este tipo de personas que se escondían en su casa, como una cárcel por miedo al gobierno del tirano Franco, fueron llamadas Topos, y con eso digo todo, personas debajo de los pisos, entre paredes con muy pocas comodidades pero una esperanza invencible de una España diferente. Que lucha y que fortaleza.

Uno de los filmes que mejor retrata el Bullying y el efecto de este para la victima y el que lo realiza. Es un filme sobre la tolerancia, la empatía y el amor. Es una historia fuerte, con personajes muy bien desarrollados y un par de secuencias que de verdad nos toca las fibras del corazón. Notable el uso del espacio negativo para retratar la soledad y el efecto social de ser incomprendido. Es un filme que también trabaja sobre el eje de la culpa, y lo pesada que son algunas de nuestras acciones. La animación es hermosa y aunque no amé del todo la banda sonora, hay algunas corazonadas en ella que la hacen asertiva al tema. En general un filme lleno de ternura pero sobre todo lleno de crudeza y realismo sobre el efecto de nuestras acciones. Esencial para verla con adolescentes y niños y ampliar el discurso de amor y respeto al prójimo y sus diferencias.

No sorprendo a nadie si digo que DC ha desarrollado mejor su universo en la serie de películas animadas, Flashpoint Paradox , The Dark Knight Returns y Under The Red Hood son algunos ejemplos de ello. The Red Son tiene un atractivo de inicio, y es cambiar todo el contexto que conocíamos de la historia de Superman, y de verdad en ese cambio logra muy buenos momentos y algunos diálogos que son brillantes. También la sentencia imparcial de indicar que bajo ninguna bandera, país o idealismo sobrevive por mucho tiempo el limite de los derechos humanos. En ese camino vemos versiones muy interesantes de Wonder Woman y por supuesto una de Batman que es un lujo, otras no tantas de Linterna Verde y otros personajes que son realmente un adorno innecesario. El desarrollo de la línea central pudo ser mucho mejor, y las peleas también no dan todo de sí, sin embargo la idea de fondo se mantiene, el poder y la ilusión de tenerlo, la idealización de la sociedad perfecta. Es una entrega animada muy diferente a lo que estamos acostumbrados, aunque bastante desaprovechada en su desarrollo. De todos modos, se disfruta enormemente.

Amo las novelas de HG Wells, y por lo tanto amo el personaje de El Hombre Invisible, he disfrutado con cada una de las entregas del personaje, desde las más malas hasta las buenas. Puedo adelantarles que esta versión 2020 es de las buenas, tiene tres cosas muy positivas, la primera aprovecharse del género de terror para dar secuencias realmente vibrantes, sí porque aunque la ciencia tiene su mote aquí es solo una excusa para generar el personaje, aún con esa divagación puedo decir que la tensión está bien pensada y manejada, y que aprovecha de buena forma los jump scares, cosa rara en las película del género. La segunda cosa notable y tal vez la mejor es la referencia obvia pero valiosa en todo sentido que se pueda debatir de como usa el recurso de la violencia de género a su favor, y es que eso es lo que más pánico me género de fondo, un hombre abusivo, agresor y dueño de una masculinidad heegemonica debe dejar ese terrible rastro en la mente de sus victimas. La tercera y no menos notable es Moss, la actriz se toma en serio su papel y nos lleva en un tour de sensaciones y emociones muy bien llevadas. Con eso y aparte la buena dirección y los efectos, aunque sí me desinfló bastante ese final un poco sacado a la fuerza y algunas concesiones argumentales (lo del traje en el ropero un ejemplo) nada sutiles para que el producto funcionara como lo hace. Al final, con un metraje algo extenso, hay más cosas buenas que malas en este renacer de El Hombre Invisible.

En general una experiencia sobrecargada, demasiada esforzada a funcionar, demasiado inspirada en no ser seria, en ser caotica en ser anarquista. Se esfuerza mucho en otras cuestiones menos en ser equilibrada narrativamente y dar un sentido a un universo que no termina de consagrarse. Aunque entiendo que estas películas usan “universos alternativos” pero es una excusa, un vago indicio para no pensar más y escribir mejor sus guiones, y permitir cosas como saber que hay una asesina mujer con solo ver el cabello de la misma en un cadáver. Es eso, y nada más. Fuera de un par de secuencias visuales bien hechas y coreografiadas, (la mejor sin duda es la de la estación de la policía) y artificial sabor de empoderamiento femenino, Birds of Prey no deja mucho, y tampoco es que se vaya a hablar durante mucho tiempo de ella. Es cierto no es tan terriblemente mala como Escuadrón Suicida pero es que el nivel de esa ¡Por Dios! Robbie lo intenta encarnando su personaje con energía y gracia (a veces está algo sobreactuada) pero no es ni cerca tan enormemente genial como quiere parecer. Lo que si me parece terrible es lo que hacen con Black Mask, que desperdicio de personaje y de actor. Al final y en general, la película se me hizo enormemente larga, y eso fue porque casi siempre no me intereso nada de lo que pasaba, me aburría en extremo las sobre explicaciones, los rompimientos sin sentido a la cuarta pared y la mala utilización de la voz en off (cuando hay exceso de este recurso es que no hay muchas creativa narrativa en imágenes). A pesar de las buenas voluntades, Birds of Prey es una película que pasa sin pena ni gloria. Olvidable desde el primer segundo que empiezan sus créditos finales.

La Saga de Ip Man siempre me ha entretenido, están lejos de ser grandes películas pero sí me resultan entretenidas, con un gran personaje central y grandes coreogafías de pelea. Por ahí su director Yip ha querido mezclar la ficción con algo de la historia real para dar contenido a sus películas. A veces eso funciona y aveces no. En este capitulo IV y final entramos en el debate de que arte marcial es mejor, el Karate japonés o el Kung Fu chino, cada uno con sus diferencias y similitudes, también ese debate sirve para demostrar (de manera torpe) como Estados Unidos había tenido el karate como pilar de sus entrenamientos cuerpo a cuerpo. Así más o menos, con algunas líneas secundarias que muestra el racismo y la falta de comunicación, Ip Man se vale de cualquier propuesta para dar escenas de pelea, y eso lo agradecemos porque es lo que buscamos y queremos de este filme. Las escenas de acción siguen siendo muy buenas menos inspiradas que sus precuelas pero destacando bastante en un par de ellas. Buen trabajo de diseño de producción y apariciones casi anecdóticas de personajes como Bruce Lee y otros suman a la propuesta, y maquillan un poco el pobre desarrollo argumental, algunas muy malas actuaciones, y esas escenas dramáticas que dan grima. En todo caso, para los que han seguido la saga, el filme será un cierre bueno, algo insulso pero conciso y con escenas de pelea voluntariosamente filmadas.

Lo que me resulta más increíble de Los Miserables es que sea una opera prima. Y es que Ladj Ly maneja muy bien el recurso visual, y da fuerza a su propuesta combinando la ficción y el documental. No hay un personaje netamente protagonista, la cámara deambula de un lado a otro acompañando ciertos personajes y siendo testigo (nosotros con ella) de la narración y los hechos. En ese desfile de personajes se desata una París muy diversa, diversa en edad, en credo, en poder, en clase social. Lo único que los une, son las tomas iniciales y el evento deportivo que describe. Como quien dice o dijo el bueno de Galeano, “ el opio del pueblo”. Lo bueno de la propuesta además de su valentía, (me recordó con sus diferencias a Ciudad de Dios) es que no cumple un papel de juicio, pero sí de testigo. Hacia el final París arde, y nosotros ardemos de incredulidad, dolor y sorpresa con el filme. Vibrante y poderoso cine, te deja realmente pensando, y es cierto que el titulo no es más que una alegoría, uno de los personajes indica que los tiempos de la obra literaria y el filme no han cambiado mucho, y algo de cierto hay. Imperdible.

Película intimista, simple pero con magia, llena de amor por China y sus personajes, me gusta que Wang es sútil en mostrar las diferencias culturales del país de oriente, incluso es muy sútil en algunos diálogos que entran en la comparativa entre China y Estados Unidos. Pero de eso no es el filme, el filme es sobre la familia, sobre su definición no importa el idioma, porque el caso no es que la historia sea en China si no que familia tiene un significado parecido no importa el país y lugar, se trata de estar, de amar, de respetar. Nai Nai es un personaje adorable, me ha recordado a mi abuela en muchos tramos y me ha hecho reir de la emoción, y es que el filme logra eso, entrar en una posición de compartir experiencias y sentimientos sin entrar en juicios y diretes. El filme tiene secuencias notables, Wang sabe lo que quiere contar y lo hace con solvencia, mezclando incluso el humor y el drama de muy buena forma. Hacia el final, uno entiende aunque no acepte que las despedidas son parte de este transitar, estamos hechos desde muchas despedidas pero también estamos hechos de un tanto igual de bienvenidas. La actriz famosa de nombre Akwafina, para mi pasa sin pena ni gloria, de hecho se me hace un tanto inexpresiva, y hay algunos momentos donde el filme alarga demasiado sus escenas, aun con eso The Farewell es un filme enormemente tierno, realizado con notable amor y sutileza.

Todd Haynes quien anteriormente nos trajo la maravillosa Carol y el curioso docudrama Im not There, sube el tono social con Dark Waters, un drama judicial pro ambientalista. Como es de esperarse la elegancia de Todd reina en cada uno de los planos, algunos realmente soberbios, de fondo y lo más importante una intranquilidad reina en la denuncia clara que trata el filme, y tal vez eso es lo mejor la propuesta, la simpleza de un planteamiento argumental que se antojaba bastante complicado. El origen de esta historia está en un artículo escrito por Nathaniel Rich en el «New York Times Magazine», y que él mismo ha colaborado para convertirlo en guion de esta película en la que se cuenta la lucha durante años de un abogado contra la potente corporación química DuPont. Hay datos tan reveladores que es imposible no ir a buscar información y tantear toda la propuesta. No puedo negar que me he quedado con un aire de intranquilidad en general. Y es claro que el filme logra su cometido, la denuncia y no dejarnos olvidar esas pequeñas grandes luchas. Aunado a todo el material de denuncia muy al estilo de Spotligth hay un elenco que cumple bien, un Ruffalo natural y una agradable reaparición de Tim Robbins (siempre me preguntaré porque esta calidad de actor no hace más películas). Es cierto que al filme le falta por momentos construir mejor sus momentos dramáticos, que hay cosas muy esquemáticas como es de esperarse, pero también es cierto que no nos hace daño recordar que somos y a quienes tenemos. Por eso me quedo con ese mini dialogo de Ruffalo al final del filme en el parqueo de un restaurante, eso resume toda el alma del filme.

El maestro Ingmar Bergman normalmente decía que su cine estaba contenido en la mirada de sus personajes, creo que Sciamma entendió bien este estilo porque este filme viene desde el descubrimiento de la mirada de sus actrices (notables las dos) y se construye desde los detalles más pequeños, generando realmente ese aire de enamoramiento y amor que el filme necesitaba. Por ende es una muestra muy sincera, que nace desde la interpretación misma y la construcción de lo que sienten sus personajes más allá de centrarse en una línea narrativa. Por ahí recuerda a películas como El Paciente Inglés y Call me by your name en la intensidad y pasional de su relación, aunque tal vez el mérito de Sciamma es que es brutalmente elegante y sutil. Puntos a favor por la maravillosa fotografía Claire Mathon, algunas secuencias eran simplemente pinturas en movimiento, así como el acertado uso de la música y sobre todo del silencio, de ese silencio que ve nacer una pasión y un amor en el pecho. Un par de secuencias seguramente serán escenas clásicas de los filmes románticos muy pronto. Y aunque no exista nada original en lo narrado por el filme, no podemos decir que no lo hayamos sentido en carne viva.

Bojack, de el porqué nos sentimos identificados y su final prematuro.

De inicio les digo que esto no es un review, es un breve pensar después de terminar la última temporada de Bojack. No me atrevo a hacerle objetivamente un cierre, porque aún estoy lleno de sensaciones, y la verdad es fácil saber porque. Es por la identificación con la serie o algunos de sus personajes, y es que no necesitamos ser estrellas de un Sitcom haber estado nominado al Oscar o padecer de alguna narcodependencia para sentirse identificado con la serie. Eso radica que el tratamiento de sus temas es extremademente acertivo y humano. Poco de vanagloriarse y mucho que preocuparse deben sentir aquellos que dicen ser igual al personaje principal ( a veces es solo un decir). Bojack es uno de los personajes de ficcion y de algún producto audiovisual mejor desarrollados que he tenido la oportunidad de ver, y la verdad es que al ver su historia no hay que sentir lástima o entrar en juicios, creo que siguiendo todo lo contrario nos reta a entrenar nuestra empatía. De la serie en sí, hay momentos de autentica maestría, capítulos que igual nos hacen reír, llorar o angustiarnos de una manera notable, así mismo es un deleite de referencias hacia la cultura popular, el cine, el arte, la literatura y la psicología. Es un mundo muy bien armado en contexto y narrativa. Lamentablemente Netflix restringió a Bojack a una sexta y última temporada, su creador Raphael Bob-Waksberg dijo en varias entrevistas que el desarrollo del personaje iba para más, nos quedará en los hubiera o tal vez saber que más deparaba a la serie y sus personajes. Pero no se equivoquen, no odié el final ( claro me quedó por mucho con ese falso final del cap 15 al estilo de El Crepúsculo de los Dioses) no obstante como suele pasar se siente que algunos de los arcos de los personajes cerraron demasiado prematuramente. Con todo y todo, hay un mensaje bastante positivo en todo esto, la terapia y la ayuda de los profesionales en temas de salud mental es necesaria cuando sintamos como Bojack que siempre hay un fondo más profundo. Si no la han visto, la recomendación está dada.

Es un filme frenético, te trae de un lado a otro sin concesión alguna, no se puede decir nunca que el ritmo decae, aunque eso no quiere decir que no sea repetitiva. Pero en ese camino Los Hermanos Safdie tienen su orientación narrativa basada en la acción y en el montaje atropellado de imágenes que a veces funciona muy bien, y otras veces es demasiado grosero cortando las acciones. Todo lo que leyeron o escucharon de Adam Sandler es cierto, aquí de verdad se compromete a actuar, y lo hace bien (lo sigo prefiriendo en Punch Drunk Love) y lo que pasa con Sandler es que uno no está acostumbrado a esa entrega y desarrollo del actor, Adam carga con el filme desde el inicio hasta el fin y es realmente notable su trabajo. Junto a eso hay buenos secundarios, como el sorpresivo Kevin Garnet haciendo de si mismo, y unas cuantas secuencias llenas brillantes intenciones y mejores decisiones, la media hora final es desconcertante, no es raro sentirse al borde de un ataque de ansiedad viendo lo que pasa, ese es el trabajo notable y naturalidad de la actuación principal. Puntos menos para una banda sonora notoriamente sobreutilizada y molesta, esa música incidental no siempre funciona como debería. Pero de fondo Uncut Gems cumple lo que la critica positiva dice, es un filme de buenas secuencias, muy buena actuación principal y un ritmo trepidante y parejo de parte de los hermanos Safdie, cineastas d independientes que ya tienen un nombre y se espera mucho de ellos.

Lo que me ha gustado

Es una adaptación con voz propia, Greta hace del texto algo suyo y nos da su versión de Little Women en un contexto válido y una versión muy interesante de personajes. Es un relanzamiento, que trabaja desde el fondo de la propuesta y que aprovecha el texto de Louisa May Alcott temas tan importantes como la hegemonía del machismo, la sororidad, la libertad del amor.

El elenco está en un estado gratificante. Ronan da una Jo magnífica, Florence con Chalamet tienen un par de escenas llenas de pasión y fuerza dramática. No hay desperdicio en el casting.

El diseño de producción es maravilloso, la verdad es que en muchos momentos sentí envidia, quería vivir esa época soñada llena de oportunidades, aunque tal vez siempre idealizo demasiado los dramas de época. Aquí me sentí en un viaje encantador.

Hay nociones y corazonadas hermosas en la banda sonora.
Arte, vestuario y fotografía, todo está elegantemente realizado.

La humanización de la mujer y reposicionamiento social, contextual y emocional en la sociedad, no solo es oportuna, es tratada de manera brillante.

Tiene un par de escenas que de verdad apachurran el corazón.

Me encanta esa propuesta de fondo la figura escritora dentro de la ficción y realidad.

Lo que no me ha gustado

El manejo de las líneas de tiempo es bueno, pero a veces hace confusión en la narrativa y se vuelve rutinario.
A veces sentí algunas secuencias un tanto sobremusicalizadas.

8.5/10

Opinión Final: La verdad Lady Bird es un filme que no me había encantado de esta directora, me había parecido ok. Y la verdad el nivel de Greta en Little Woman es muy alto, a nivel de dirección y potencial narrativo, esta adaptación pasa de lejos de ser una más, es una entrega llena de elegancia, oportunismo y gran poder narrativo. Es un viaje humano y elegante, un conecte con el lado femenino impecablemente necesario.