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6 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
BESOS... EN VILLISCA Y CON LOCURA
Los asesinatos de Villisca acontecidos en 1912 daban mucho de sí. No sólo para una auténtica película de terror, sino para una miniserie que se habría podido explotar comercialmente con pingües beneficios. Por ello, no achacaremos una falta de recursos narrativos a una producción que deshecha un material, con el que se habrían podido hacer birguerías; tanto con la masacre de la familia Moore y sus dos pequeñas invitadas, como con las posteriores investigaciones, que acabaron con muchos sospechosos, unos cuantos detenidos, algún proceso iniciado, pero al final sin ninguna sentencia condenatoria por falta de evidencias, dejando el caso sin resolver.

Y por si fuera poco, toda especulación vinculada al “mas allá” alrededor de estos sucesos, habría sido (de hecho, todavía sigue siéndolo) una mina de relatos que Tony E. Valenzuela sólo pellizca tímidamente, como si le diera miedo a que no fuera su pastel. De hecho, debió de ser más cosa de producción, porque es increíble que todo acabase en una cinta de considerable bajo presupuesto, i sin ninguna otra ambición que crear una película de terror adolescente (con protagonistas ya granaditos), mezclado con temática de casa encantada (algo muy molón en los países anglosajones, donde se piensa que vagan espíritus sin descanso a raíz de alguna tragedia allí ocurrida, y allí se ofrecen tours de visitas para fans de lo paranormal).

Sazonada la receta con un amago de cámara en mano al principio, cuando vemos que el motivo o “percha” para iniciar el periplo en la residencia-museo de los horrores, es el tan pueril proyecto de Denny (Jarret Sleeper), de hacer una especie de “Cuarto Milenio” aguachirleado.

Desde mi modesta vista de pájaro, da la impresión de que “The Axe Murders of Villisca” (2016) parte de un choque de trenes (eso sí, de desigual proporción de fuerzas), entre los parcos intereses y/o expectativas de la Ketchum Labs., capitaneada por Kevin Abrams (muy emprendedor en lo del diseño de ventas de contenidos digitales para el cine, pero con poca visión artística por lo que parece), y las aspiraciones de Valenzuela en debutar por la puerta grande en el largometraje (desde entonces no se le ha visto asomar más la cresta). Ello, traducido en la aparente indecisión del realizador entre las exigencias de los productores y su legítimo afán de marcar un buen tanto en su primicia, y, como resultado, una rara sopa de elementos que se juntan de una forma anárquica, descoordinada, contradictoria, e inverosímil en algunos casos.

A pesar de que no acaba de coger las riendas, no se le puede negar al director un cierto esmero en el pulso que tiene que lidiar contra la escasez de recursos; compensar con más imaginación que talento y perícia artística. Aparentemente no había más ganas que las de despachar una soberbia pieza en potencia, en poco más de una hora y cuarto.

La fotografía de Jeffrey Waldon, de una calidad como pocas en los exteriores panorámicos, es un claro ejemplo del derroche de talento en el denodado esfuerzo de Valenzuela para poner de su parte un toque personal e independiente en la narrativa visual: sobria y, sin duda, eficiente en lograr algunos buenos momentos de horror, sin sustos de manual ni casquería a discreción. Sólo con algo de maquillaje y unas cuantas untadas de sirope de maíz (u otro que sea el colorante que usen para imitar la dosificada hemoglobina que aparece ante la cámara). Así, los efectos visuales (los ojos de los poseídos en negro, el juego de luz con las velas, y algún saldado, pero bién abocetado truco digital), resultan bien empleados para crear un decente ambientillo de terror.

Brandon Roberts, conocido por ser con Marco Beltrami el cofirmante de bandas sonoras como “Un Lugar Tranquilo” (2018), “Logan” (2017), “A Good Day to Die Hard” (2013), o “The Woman in Black” (2012), sale aquí como único titular de una partitura poco menos que mediocre y sin ninguna función específica más allá del adorno. Una música de encefalograma plano que no sólo no está escrita ni editada con absoluta falta de criterio narrativo, de forma que parece estas melodías de pianola con las que se acompañaba a las películas de cine mudo de antaño, sinó que además no aporta ninguna clase de realce dramático. Dada la exigua dotación con la que se contaba de partida, ¿alguien podría esperar que se gastaran dos duros con un “score” sinfónico, digno de la historia que se pretendía contar?

Los diálogos son de muy escasa elaboración. No aportan casi nada a una historia que está prácticamente contada desde el trabajo de los actores con el lenguaje no verbal, y el discurso de las imágenes y de los efectos. Aquí se constata el mérito de la factura técnica audiovisual que, al fin y al cabo, es en lo que la productora se jacta de innovar y ser capaz de hacer que un film sea eficaz. Pero el dramatismo expresivo que imprimen los protagonistas, especialmente la pareja formada por Robert Adamson y Jarret Sleeper, es uno de los pocos pilares o contrafuertes con los que cuenta la intención comunicativa de la cinta. El vínculo de relación homoerótica que existe entre los dos muchachos, reprimida tanto a nivel diegético, como a nivel narrativo (aspecto que llama especialmente la atención, como uno de los elementos de contrapunte entre los dictados de producción y la libertad expresiva de Valenzuela), es uno de los pocos indentifiables hilos de continuïdad en el desarrollo del argumento.

Este “leitmotif” sobre la atracción y el deseo que se professan mútuamente Caleb y Denny es el componente genuino y esencial. La inclusión del personaje de Alex Frinka (Jess), se intuye como un pegote tanto para diluir lo casposo que podría resultar el verdadero idilio que en principio constituye la base de la parte “romántica” del libreto, como para introducir un punto de arranque para el motor del script. Y, con ello, rellenar la estructura del mismo con el esquema convencional del cachas que protege al ser amado. Nada más llegar al instituto en la primera escena,
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La maldición de gastar la plata en películas como esta
El 9 de junio de 1912, una familia y dos niñas invitadas fueron masacradas en una casa de la ciudad de Villisca, en Iowa, Estados Unidos. La matanza quedó en la impunidad pues el asesino nunca fue detenido.

Con base en esta historia de la vida real se realiza esta película que sigue los pasos de dos jóvenes que mantienen un canal en internet sobre asuntos paranormales y deciden, en compañía de una amiga, visitar la vivienda donde ocurrieron los asesinatos.

Por desgracia, las desventuras de supuestos cazadores de fantasmas y las casas embrujadas ya han sido tema de muchos filmes. Y esta película, en mi opinión, se ubica entre las peores que he visto en este campo de lo sobrenatural.

Soy amante del género del terror, por lo que generalmente tengo gran indulgencia hacia los filmes que tratan de asustar al gran público. Y en general no soy amigo de destrozar una película pues reconozco que detrás de todo producto hay un equipo de trabajo que dio lo mejor de sí. Pero con 'La maldición de Villisca', o como se tituló en Ecuador: 'Almas siniestras', mi nivel de indulgencia se redujo al mínimo ante tan deplorable espectáculo.

Las actuaciones son malas. Las motivaciones de los personajes y las relaciones entre ellos no convencen a nadie y son muy forzadas (ver spoiler). Es demasiado predecible (esto no es novedad pues el tema 'casas embrujadas-cazafantasmas' ya ha sido muy trabajado, pero se agradecería una que otra sorpresa). Con decirles que estuve a punto de salirme pues ya no me interesaba saber qué le ocurría a los personajes. No lo hice porque quería al menos hacer rendir el precio de la entrada.

Fui a verla animado por la mayoría de críticas que vi en esta página, que le ponían un 6, o sea, pasable. Pero me llevé una profunda decepción. Los fantasmas no asustan, se abusa del golpe de sonido para asustar al espectador, los efectos especiales parecen hechos para películas del canal Syfy (que no se distinguen precisamente por sus guiones, actuaciones y F/X) y al final uno se encuentra preguntándose con estupefacción: "¿Y eso fue todo???"...

Le puse un 2 (no 1) porque tiene pequeñas cosas a su favor: es corta (no dura ni siquiera hora y media), por lo que no se hace pesada; cuando los jóvenes se dirigen a la casa embrujada se observa una bella fotografía, que no dura mucho pero se le abona la intención. Por desgracia, esos pequeños detalles no subsanan la mala calidad del paquete total. Y la decepción aumentó cuando vi que una gran actriz anunciada en el reparto está un poco más que de relleno.

En fin, lo más terrorífico de la película fue cuando al final te das cuenta de que pagaste por ver un bodrio.

MÁS EN SPOILER
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2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
A CADA CUAL LO SUYO
Quede claro que esta película no pasará a la historia del cine ... ni siquiera a la historia del cine de terror. Es un slasher (matadero para adolescentes) que ni siquiera está salpimentado con el gore suficiente para los adictos, que son mayoría, y el guión carece de consistencia y lógica ... Vamos, un subproducto de terror.

Y, sin embargo, sería injusto desbaratarla, desechándola con un manotazo, porque esta peli tiene un par de virtudes muy notables y destacables: La primera es la dirección del film, que se toma con seriedad y respeto a los actores y su presencia e interpretación (haciendo abstracción de lo que hagan o digan), muy verdes pero entusiastas, que así ven refrendado su esfuerzo, permitiéndoles desplegar sus encantos (lo que nutre de carne y sangre a unos personajes escuálidos y tópicos en el guión) y que se resuelve en una narrativa muy personal: valga como ejemplo la escena de las horas previas a entrar en la casa, al anochecer, cualquier slasher habría acumulado las gansadas de los protagonistas, con risas, trasiego de cervezas y porros o algún lance erótico. Por el contrario, la película se olvida momentáneamente de los protas y de la casa encantada y usa estos espacios en que la acción se detiene para mostrarnos tomas de calles urbanas desiertas, de carreteras no transitadas ... consiguiendo transmitir sensación de desolación y melancolía, insólita en un slasher y que transmite proyección y aliento a su narración.

Y, con esos personajes, si no creíbles sí palpables y con estas extrañas pausas en la acción, los responsables consiguen que vaya avanzando una película lastrada con un guión embrollado e inconsistente, introduciendo algún susto eficaz (En una escena aislada ha conseguido que me diera un escalofrío, lo que hacía décadas que no me pasaba). Para ello es imprescindible lo segundo y principal: la excelente fotografía (y buen tratamiento del sonido) del film. Sinceramente, y valga a título de ejemplo, nunca había visto la luz de la luna entrando en la habitación de manera mejor filmada en una película de terror.

Claro está que lo anterior no convierte al subproducto en una buena película, pero al menos permite esperar cosas notables para el futuro de sus responsables técnicos y es de justicia destacar lo que de positivo, y aún valioso, tiene el film. Puestos a elegir entre subproductos, las expuestas son razones para elegir éste a la infinidad de alternativas que se nos presentan. Por eso ... ¡a cada cuál lo suyo!
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4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Otra tonta película sobre una casa embrujada.
Otra de las innumerables películas sobre casas embrujadas, espíritus vengativos, etc, la idea no estaba mal, a pesar de ser un total cliché de otras cientos de películas sobre casas embrujadas, usar los traumas de los personajes para poseer sus almas, pero esta lo lleva a cabo de una forma muy pobre, tanto narrativa como estéticamente, se nota la falta de presupuesto y de ideas, lo que hace que todo sea mediocre y que la sensación de ya visto, se de en casi todas las escenas.
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4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
A mí me gustó la verdad.
Pues es una película normal pero que para mí ganó puntos con la historia que se llevan los tres personajes que van a la casa y que son los que inician la historia de la película. Imagino que puede que no guste a muchos el giro de los acontecimientos o incluso la historia que no es sino otra historia de fantasmas pero a mí me pareció que estaba bien rodada y aunque al final no entendí muy bien qué paso, o porqué más bien, el regusto final es de haber pasado un rato agradable viéndola o sea que no solo no se hace aburrida sino que tiene ese no sé qué que qué sé yo que te hace disfrutarla.
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2 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Interesante
Interesante, pero bastante lejos de la realidad. Si se limitasen a narrar el hecho tal y como ocurrió, sería el doble de terrorífico, fenómeno que sucede en muchas otras producciones que intentan recrear un suceso criminal. Si este se ciñese fielmente a lo que en realidad ocurrió ganaría en crudeza y en horror.
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2 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
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