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Un film difícil de encontrar en España, a menos de que tengamos la suerte de que le de por aparecer en alguna filmoteca, tal y como sucedió en mi caso. Un precioso filme ambientado en la Italia de la Postguerra, en 1945. Olmi convina en este film, el drama y el humor. Seguramente uno de los filmes que marcaron el estilo de Roberto Begnini en obras como "La Vida es bella" o "El Tigre y la nieve". Un filme agradable, tranquilo, silencioso, duro y divertido.

Nacido en Aciago, Vicenza, Mario Rigoni Stern, vivió siempre con un fuerte lazo hacia su tierra natal y, tras haber sido soldado durante la II Guerra Mundial y finalmente deportado de un campo de concentración alemán, regresó a su tierra, en el año 1945, dedicándose a escribir para contar sus experiencias en la guerra: Ricordi della ritirata di Russia (1953), Quota Albania (1971), L’anno della Vittoria (1985), Tra due Guerre (2000) y otras tantas historias, dan cuenta de los horrores y los honores que se entrecruzan en los actos bélicos.

Fue, con Stern, y con la colaboración de Tullio Kezich que, el director Ermanno Olmi, escribiría una historia que hace referencia a, Los Recuperadores (I Recuperanti), una profesión que ya hace parte de la tradición de Aciago y que consiste en buscar material bélico que ha quedado bajo tierra desde la I Guerra Mundial, el cual es luego vendido para souvenirs, recuerdos del pasado… o como chatarra. El guion fue convertido en una película para la Rai, y resultó tan bien acogida que, pronto, se estrenó en las pantallas grandes de Francia. Originalmente titulada, <<I RECUPERANTI>>, en el país galo se la llamó, “L’Or dans la Montagne” y ya, a casi nadie le queda duda de que, además de ser una historia bastante original, resulta encantadora gracias al personaje de, el viejo Du, que, con sumo carisma y sentido del humor interpreta, Antonio Lunardi, un habitante de Aciago, sin experiencia previa en la actuación.

Junto a él, aparece, otro actor natural llamado, Andreino Carli en el rol de Gianni; y Alexandra Micheletto es Elsa, la novia de este joven que, tras volver de la guerra, al fin consigue empleo buscando los “tesoros” (balas, bombas, cartuchos, cascos…) junto al viejo y muy ducho, Du… y esto le permite volver a pensar en la posibilidad de formalizar su relación.

Fotografiada por el propio Ermanno Olmi, la trama resulta muy dinámica… y uno se conecta fácil con este par de aventureros con el que aprenderemos unas cuantas cosas que hasta ahora no sabíamos. De paso, la guerra será de nuevo cuestionada, pues, incluso cuando termina, sigue causando víctimas cuando se tiene la desgracia de tropezar con una bomba que no explotó en su momento.

Mi admiración por, Ermanno Olmi y su profundo compromiso con la gente más humilde.

Título para Latinoamérica: EL ORO DE LA MONTAÑA