Carrusel (1956)

Agradable sorpresa la de ese baile. Tras una hora de película llegó la magia. La música, los actores, el montaje, todo encajó a la perfección. Sin duda una de las grandes escenas del cine mundial. Vueltas y más vueltas, vueltas y más vueltas: IMPAGABLE.

184/02(01/06/22) Notable dram magiar dirigido probablemente por el mejor cineasta del país centroeuropeo, Zoltán Fábri, con guión propio y de László Nádasy basado en el cuento “Kutban” de Imre Sarkadi , publicado en 1954, considerada una de las mejores de todo el cine húngaro. Una historia de amor ambientada en el contexto rural de las cooperativas agrícolas comunistas, una joven encarnada por la hermosa Mari Törocsik en su debut cinematográfico demuestra que además de bonita es muy buena actriz, demostrando toda una gama de sensaciones que tocan al espectador. Se enamora del trabajador agrícola Máté al que da vida Imre Soós, en su último trabajo en cine, antes de suicidarse con 27 años ( lo hizo junto a su amante), impregnando a su fuerte rol de punzante carácter, de personalidad acusada, y de valor desafiante. Pero su padre embestido por un Béla Barsy carismático, regio, temible, exuberante, hace que su carácter dominante la comprometa a otro hombre, convirtiéndose en una suigeneris Romeo & Julieta, en el telón de fondo de los cambios que se producían en los campos de Hungría con el comunismo, pudiendo verse como un choque entre la colectivización (propia de los bolcheviques) frente a la individualidad de los que quieren ir por libres (algo visto como malo), siendo estrenada justo antes del fallido levantamiento y revolución del país contra el gobierno impuesto por los soviéticos en 1956. Expresando las ganas de cambio del patriarca protagonista que prefiere tomar sus propias decisiones y con ello puede entreverse el espíritu reinante en la nación, y donde estos sueños se frustraron por la tiranía soviética. Aunque al final lo que es el escaparate es la pareja de la hija que se sale de la cooperativa (y quieren timarle) y el cooperativista, pudiendo entenderse como que lo buena es la colectivización.

István Pataki (Béla Barsy) planea dejar la cooperativa de productores para tener un sustento seguro, y Marit (Mari Törőcsik) quiere casar a Sándor Farkas (Ádám Szirtes) con un propietario único para que puedan unir sus tierras. Sin embargo, a quien ama ella es a Mátét Bíró (Imre Soós), con quien se reunió en la cooperativa, por lo que se opone a la voluntad de su padre. Durante una fiesta de bodas, Bíró y Farkas, incapaces de controlar su temperamento, se involucran en una pelea abierta después de que Mari y Máté bailan entre ellos.

Un relato esplendorosamente filmado con la ayuda de la fenomenal cinematografía en glorioso b/n de Barnabás Hegyi, valgan de ejemplo dos grandiosas escenas, una la del carrusel que da título al film, una secuencia esplendorosa en como emite alegría de vivir, juventud, inocencia, amor, pureza, frescura, ello con la cámara girando con los dos enamorados en un sinfín de giros, con los dos abrazándose, besándose, y ello con el objetivo dando vueltas con ellos de modo hipnótico; la otra es el baile de la pareja en una celebración de boda, un sinfín de vueltas en una celebración de boda, éxtasis con diferente sentido (cuasi-sexual con sus rostros cuasi-orgásmicos), transgresor, de llamada de atención de Mátét, de mensaje de amor a todos, exuberante. Giran y giran y al final quedan ellos solos en la pista de baile, todos han parado para mirar la ‘provocadora’ danza circular, con primeros planos de sus rostros cuasi en trance, la pareja se ha abstraído del mundo donde solo parecen estar ellos dos, generando al contrario que el carrusel (la edición retrotrae flashes mientras giramos en el baile emparejándolo con el del mencionado carrusel), una tensión cortante en el ambiente, cuando el padre de ella entra en acción, iracundo porque sabe que ‘su negocio’ (La tierra se casa con la tierra) peligra

Todo con una visualidad epidérmica en muchos momentos, con momentos de una fuerza dramática incisiva, habiendo frases punzantes, la más famosa esa que dice el patriarca respecto al matrimonio concertado, "La tierra se casa con la tierra", todo ello adornado con deliciosa música étnica. Aseveraciones der raigambre ancestral, acentuando esto cuando la madre de Marie comenta de modo lacónico "ese es el destino de una mujer y así será para siempre", sobre como las mujeres son utilizadas como moneda de cambio para intereses hetero patriarcales. Fábri compone un crescendo dramático de tensión, con picos de fuerza dramática potentes, como lo es la discusión de István con los que llevan la cooperativa y que quieren esquilmarles cuando los ha dejado, confrontado ideas, siendo une especie de David contra Goliat, o ya ese desgarrador rush final en que Marie se erige en heroína al desafiar el rancio costumbrismo de los matrimonios de conveniencia desafiando a su padre y su plan de tierras sellado con una boda, cual trato feudal entre monarcas. Ella tiene el valor de hacer frente a su adusto progenitor, su idealismo romántico frente al pragmatismo materialista de él, que la llega a llamar loca, por contravenir el anatema de aceoptar sin rechistar lo dictado por el patriarca. Un enfrentamiento crudo y seco, gracias a las interpretaciones de ambos, Törocsik vs Barsy, palpitando la pantalla con sus argumentos, con la violencia latente a punto de estallar, con ese hacha que vuela; tras ello la emocional escena sobre la vía del tren entre los amantes, destila sentimientos a flor de piel; Para llegar al final en el encuentro en la granja Pataki, donde está István cortando unos troncos con sierra y junto a él Sándor, sosteniendo un hacha mientras reclama este al primero que cumpla su parte del trato, soltando István una devastadora *réplica. Cuando llega la pareja Spoiler). Todo un tramo en que las emociones resultan conmovedora.