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Un cuento de verano (2007)

Un cuento de verano
95 min.
6,2
270
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Sinopsis
Stefek, de seis años, desafía al destino. Está convencido de que la cadena de eventos puesta en marcha por él lo ayudará a acercarse a su padre que lo ha dejado cuando abandonó a su madre. Su hermana, Elka, de diecisiete años, lo ayuda a aprender a "corromper" el destino a través de pequeñas renuncias. Estratagemas y coincidencias conducirán, al final, a su padre al umbral de la casa de la madre de Stefek pero las cosas no irá como ellos esperaban. Desesperado, Stefek tentará a la suerte con el más arriesgado de los desafíos. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Polonia Polonia
Título original:
Sztuczki (Tricks)
Duración
95 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
9
CINE SENCILLO, POÉTICO Y CÁLIDO
Tras Kieslowski y Polanski, nos llega de Polonia otro director al que le presagio un futuro esplendoroso.
Preciosa historia llena de calidez y humanidad. Los personajes te llegan muy hondo.
Jakimowski extrae una particular ternura de su guión.
Los actores y actrices no lo son en realidad, en su mayoría, lo que los hace extraordinariamente verosímiles. Toda la película destila autenticidad y frescura.
Sencilla, modesta y humilde lo que hace que sea muy acogedora. Esta forma de dirigir me ha recordado a Jiri Menzel.
Describe muy bien los espacios, algo que descuidan casi todos los cineastas hoy en dia.
El director polaco persigue la vitalidad intrínseca a lo cotidiano sin forzar la tensión dramática. "Un cuento de verano" reposa sobre el esqueleto de una historia mínima.
Es cine sobre esas pequeñas cosas que en verdad son tan importantes.
No aconsajable para alérgicos al cine pausado y de narrativa cadenciosa, es decir para los aficionados (o colonizados) del cine de Estados Unidos o chorrilandia como lo llamo yo.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Artífice de tu destino
Elka, la adolescente, le confiesa a su hermano pequeño de diez años, Stefek, que en la vida “siempre está pasando algo”… y en esta película de apenas 95 minutos efectivamente pasa algo, y mucho, con unas imágenes que nos recuerdan el efecto mariposa dentro de un sistema caótico, con el punto de vista aferrado al muchacho, y una casi ausencia de anécdota al narrar.

Este cineasta polaco llena de luz la pantalla, situando la acción en un barrio pobrísimo de edificios que han perdido su estuco, donde unos personajes gozan de la vida con cosas elementales. Los adultos ven en los autos un símbolo de bienestar, así como el pretendiente de Elka manifiesta su gusto por recorrer el centro de la ciudad en su moto.

El protagonista no solo es el niño, sino su mirada del mundo, ingenua, donde todo evento tiene una causa y un efecto. Unos soldaditos de plomo o unas monedas podrán detener un tren, y mojarse bajo la lluvia o mear un auto permitirá a su hermana obtener un nuevo empleo.

Los trenes, sus estaciones, están presentes en todo el relato, pero no es el medio de incomunicación del cine de Wenders, sino que los trenes, para Andrzej Jakimowski, implican el transcurso del tiempo, la modificación de los eventos que van determinando los vuelcos en nuestras vidas.

Jakimowski comparte la precisión narrativa del cine de otro polaco, Krzysztof Kieślowski (1941-1996), pero se aparta de inmediato de su postura católica, más bien oscura, aunque comparte el observar las bondades de la vida aun en medio de la miseria.

El cine de este polaco, en cambio, despide luz. Stefek, a sus diez años, tiene todas las herramientas para tener el mundo a sus pies, para guiar a un hombre desconocido, que supuestamente se parece a su padre, a través de los cambios de señalética de las calles, igual como si fuera un simple cambio en la dirección de los rieles del tren. Stefek presiente que su madre está sola, y sabe que la vida responde a sus deseos de niño.

La naturaleza está presente en el paso de la noche hasta el amanecer, al quedarse dormido en el tren y despertar justo en la estación donde está su padre, que ya lo ha reconocido en una foto, y le dice a Stefek: “no me voy a ningún lado… te esperaba a ti”.

Poesía en movimiento.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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