Malas madres (2016)

Mi señora y este que firma se sientan en la butaca esperando ver una comedia divertida, que es lo que prometen. Lo que vemos es caca-culo-pedo-pis, pero para mayores, es decir: chocho-vagina-polla-mamada. Y aún había quien en la sala se reía cuando se oía la palabra "pene". Lamentable.
En fin, sin gracia alguna, el buen hacer de Mila Kunis es incapaz de salvar este bodrio absolutamente lamentable, que además cree que con invertir los roles consigue hacer un "Resacón en Las Vegas" para mujeres. Craso error. Sin ir más lejos, la escena en que Kunis intenta ligar sin éxito en un pub no se la cree ni el tato. A ningún hombre le supondría un problema que ella tuviese hijos, o que lleve anillo de casada si lo que busca es -como se dice en la película- una noche de placer.. no una vida de entrega.

Para colmo, a los directores les ha debido parecer que no les quedaba muy divertida si tiraban del guión, así que resumen unas cuantas páginas cada poco tiempo con un videoclip -a saber: una canción de moda e imágenes ralentizadas de juerga y cachondeo-. Cuando llevas 5 minutos sin ver videoclip te empiezas a impacientar: sabes que el siguiente está cerca.

En fin, ALEJÁOS DE ESTA PELÍCULA.

Es fresca, y decir esto hoy día de una comedia, resulta bastante infrecuente. Huye de diálogos tópicos aunque se mueva por situaciones muy convencionales.

Estas madres y sus charlas, son lo suficientemente sucias y desvergonzadas para que te atrapen. Mila Kunis es una mujer bellísima, dotada de esa elegancia serena que hace muy creíble su interpretación. Por otro lado Kathryn Hahn, domina con maestría, su papel secundario de madre atípica y deslenguada... Los mejores momentos han surgido de su boca imprimiendo su personal sello, mezcla de ternura, inconformismo y ese punto ordinario que tan bien les sienta a estas MALAS MADRES.

Un 6