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Martes, después de Navidad (2010)

Martes, después de Navidad
100 min.
6,6
799
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Sinopsis
Paul y Adriana están casados desde hace diez años y tienen una hija de ocho. Desde hace seis meses, Paul mantiene una relación extraconyugal con la dentista Raluca. Antes de Navidad, Paul, que intenta distribuir su tiempo entre su amante, la compra de regalos y las veladas en familia, decide llevar a su hija al consultorio de Raluca. Un imprevisto en la agenda de Adriana provoca un encuentro entre las dos mujeres, situación que colocará a Paul frente a una difícil elección. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Rumanía Rumanía
Título original:
Marți, după Crăciun
Duración
100 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2010: Festival de Mar del Plata: Mejor actriz (Mirela Oprisor y Maria Popistasu)
2010: Festival de Gijón: Mejor película, actor (Branescu), actriz (ex-aequo)
2010: Festival de Sarajevo: Mejor actriz (Mirela Oprisor)
6
Secretos de un matrimonio
Radu Muntean se adentra en senderos peligrosos con su "Marti, Dupa Craciun", un drama que gira en torno a un matrimonio en el que como estrella invitada encontramos a una amante, formándose así un triángulo que acaba convirtiéndose en línea recta, creando pequeñas combustiones cuando los puntos de unión amenazan con unirse. Iniciándose con una secuencia erótica bastante elegante e insertada con contención, sin buscar el morbo por el morbo, poco a poco se nos presentan a sus personajes y algunos de sus conflictos. Un marido que se enamora de la dentista de su hija, una mujer que no descubre el pastel hasta mucho más adelante. Y en medio, una niña inocente que no sospecha que su familia está a punto de romperse.

Siendo honestos, los primeros 50-60 minutos del film de Muntean se mueven en aguas poco agitadas, casi sin interesar. Es cuando llega el momento importante, la verdadera confesión, cuando todo sube y sube hasta llegar a un último tercio en el que el diálogo, la fuerza de la palabra y la honestidad con la que ésta es entonada, se descubre como la verdadera sorpresa. Como en "Maridos y mujeres", "Septiembre" o "Secretos de un matrimonio", aquí las verdades duelen como golpes impactando en la cara de sus personajes, un verdadero combate pugilístico levantado por un par de actores de altura, si bien sorprende en cierto sentido (de forma negativa) la extraña actitud del marido a la hora de contar las cosas, como si estuviese declarando haber olvidado comprar el pan al volver del trabajo.

Muntean apunta maneras con su "Marti, Dupa Craciun", si bien es demasiado tarde cuando todo se alza. Le falta mucha fuerza en su primera mitad, pero consigue lo imposible (levantar una película prácticamente insustancial en su mayor parte) con momentos de verdadero cine, pavorosos, que se miran en el espejo del maestro Bergman pero desde cierta distancia. Es la única posición posible, pues está claro que "Secretos de un matrimonio" ya existe, que es mejor, y que intentar hacer lo mismo habría sido un verdadero fracaso.
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21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Las cosas ya no van a volver a ser iguales
Me resulta muy interesante degustar películas como ésta. Sí, porque es rumana, y soy una curiosa de las historias ambientadas en geografías tan poco convencionales como ésta, o porque, aún más, me interesa esta mirada sincera y sin concesiones sobre ciertos aspectos de la condición humana, tan sutilmente delineados en esta película.

Ya la primera escena nos sacude con un realismo potente que nos sumerge de lleno. Paul y Raluca están en la cama. Son amantes, acaban de tener sexo, y la escena comienza con el momento inmediatamente posterior, en el que ambos descansan tendidos, satisfechos, desnudos y cómplices en la intimidad. Una charla trivial entre risas y susurros nos introduce en la historia.

Paul es un hombre de mediana edad y de clase media acomodada, que está casado con Adriana y tiene una pequeña hija. Mantiene a su vez una relación extra matrimonial con Raluca, a quien conoce desde hace pocos meses. Paul lleva una vida familiar tranquila y estable. Las delicias de lo cotidiano se delinean muy bien en la película, mostrándonos escenas que bien podrían ser fragmentos tomados de la vida de cualquier persona real: una cena familiar en la que se habla de los regalos para la navidad, la compra de una camisa, la esposa emparejándole el pelo con la rasuradora al marido en el baño, los momentos robados de intimidad con la amante. El guion se va delineando a partir de estas escenas, en donde lo que se dice es sólo circunstancial, y en lo que se calla subyacen las complejidades y los miedos que muchas veces no se pueden enfrentar.

La puesta en escena, en su sencillez y hermeticidad, lo mismo que el ritmo pausado, resultan muy acertados. La película respira una sinceridad por momentos incómoda y magistralmente plasmada.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
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