- Sinopsis
- Recuperación de dos victorias que se hallaban perdidas de la memoria registrada de nuestra historia reciente: El plebiscito del 80 y el Mundial de Campeones Mundiales, llamado Mundialito, que se disputó en el estadio Centenario de Montevideo ese año y resultó un festejo en parte soterrado del resultado plebiscitario.
El día de la final del torneo entre brasileños y celestes, el 10 de enero de 1981, los miles de uruguayos que abarrotaron el Centenario, avivados por el triunfo de la selección, explotaron al grito de “Se va a acabar, se va a acabar la dictadura militar”, que había sido rechazada con un rotundo NO en el plebiscito y desataron una espontánea manifestación contra la dictadura que continuó en las calles y cuya perspectiva se hizo indetenible.
El film recaba opiniones de los protagonistas de todos los sectores que participaron de aquel momento y va imprimiendo un aguafuerte donde cada personalidad surge con sus tonos propios. La edición le da ritmo al paneo de relatos y a la vez sabe contar la historia concreta de aquel Mundial Copa de Oro, en el marco tan particular en que se dio y que, hasta este rescate, lo había marcado para el olvido o para el soslayo. (FILMAFFINITY) - Género
- Documental Política Fútbol Documental deportivo
- Dirección
- Reparto
-
Documental
- Año / País:
- 2010 /
Uruguay - Título original:
- Mundialito
- Duración
- 75 min.
- Guion
- Fotografía
- Compañías
- Coproducción Uruguay-Brasil;
Cambio de frente
17 de noviembre de 2011
La Copa organizada por Uruguay en 1980 tenía como última finalidad la práctica deportiva. O eso es lo que podemos concluir al ver Mundialito.
A fines de los 70' la dictadura que sometía al pueblo uruguayo no tuvo mejor idea que perpetuar su heróica gesta organizando junto con la FIFA un campeonato internacional donde intervinieran todos los Campeones Mundiales.
Sabemos que para los sudamericanos el termómetro social se mide a través de los éxitos deportivos, por lo que ni lerdos ni perezosos, los militares de la república oriental apuntaron todos sus cañones a esta Copa.
Es así que Uruguay, Brasil, Argentina, Italia y Alemania, más el invitado Holanda en reemplazo de la ausente Inglaterra, se reunieron en Uruguay para disputar un torneo sin precedentes.
Casi a la par de esta organización, el gobierno dictatorial convocó a un plebiscito con la intensión de legitimizar su poder en el cargo.
Lo que no tenían en cuenta dichos tiranos es que el deporte sería a la vez un nexo para el pueblo y una bandera de revolución social.
Nunca tuvieron en cuenta que la fuerza del fútbol podría más que la mano dura y dictatorial de sus uniformes.
Estamos frente a un documental que registra un momento bisagra en la historia social deportiva uruguaya.
Lo que debería ser un punto muy fuerte en la base de este documental no lo es tanto: el salto contínuo entre política y fútbol a veces parece demasiado brusco y acartonado.
Tal vez esto es lo que le quita un poco de lucidez y espontaneidad al producto.
Quizá demasiada formalidad a la hora de diagramarlo, tal vez los interlocutores fueran incapaces de quitarle el clima solemne que lo invade, quizá la copia del orden preestablecido para estos documentales, no ayuden demasiado a lucirlo.
No obstante debo destacar la gran cantidad de presencias testimoniales de los protagonistas, algunas imágenes muy logradas, y una buena calidad técnica, como puntos fuertes
La estructura de Mundialito es mucho más clásica y tradicional que el hecho que la inspiró.
No piesen encontrarse con algo poco visto porque justamente el documental busca lo contrario, aunque los hechos que lo motivaron sean mucho más interesantes.
Nota:6 puntos para una interesante aunque demasiado sobria propuesta.
A fines de los 70' la dictadura que sometía al pueblo uruguayo no tuvo mejor idea que perpetuar su heróica gesta organizando junto con la FIFA un campeonato internacional donde intervinieran todos los Campeones Mundiales.
Sabemos que para los sudamericanos el termómetro social se mide a través de los éxitos deportivos, por lo que ni lerdos ni perezosos, los militares de la república oriental apuntaron todos sus cañones a esta Copa.
Es así que Uruguay, Brasil, Argentina, Italia y Alemania, más el invitado Holanda en reemplazo de la ausente Inglaterra, se reunieron en Uruguay para disputar un torneo sin precedentes.
Casi a la par de esta organización, el gobierno dictatorial convocó a un plebiscito con la intensión de legitimizar su poder en el cargo.
Lo que no tenían en cuenta dichos tiranos es que el deporte sería a la vez un nexo para el pueblo y una bandera de revolución social.
Nunca tuvieron en cuenta que la fuerza del fútbol podría más que la mano dura y dictatorial de sus uniformes.
Estamos frente a un documental que registra un momento bisagra en la historia social deportiva uruguaya.
Lo que debería ser un punto muy fuerte en la base de este documental no lo es tanto: el salto contínuo entre política y fútbol a veces parece demasiado brusco y acartonado.
Tal vez esto es lo que le quita un poco de lucidez y espontaneidad al producto.
Quizá demasiada formalidad a la hora de diagramarlo, tal vez los interlocutores fueran incapaces de quitarle el clima solemne que lo invade, quizá la copia del orden preestablecido para estos documentales, no ayuden demasiado a lucirlo.
No obstante debo destacar la gran cantidad de presencias testimoniales de los protagonistas, algunas imágenes muy logradas, y una buena calidad técnica, como puntos fuertes
La estructura de Mundialito es mucho más clásica y tradicional que el hecho que la inspiró.
No piesen encontrarse con algo poco visto porque justamente el documental busca lo contrario, aunque los hechos que lo motivaron sean mucho más interesantes.
Nota:6 puntos para una interesante aunque demasiado sobria propuesta.
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