25 Críticas de los usuarios

Los valores de una sociedad cocinada a fuego lento.


Burnt es una película- producto, que se deja ver- consumir con facilidad. No sé cómo le ha ido o irá en taquilla, pero imagino que no demasiado mal. Bradley Cooper, supongo un icono del momento para jóvenes ardientes, encarna al Chef de nuestra historia. No sólo es atractivo su aspecto, sino que su personaje desarrolla todos las fantasías eróticas y mentales del macho del momento, del prototipo del hombre de hoy en día, el que fascinará a la mujer en general: exitoso, ambicioso y egomaníaco. Así miles de mujeres ya lo tendrán todo hecho en cuando te conozcan, ya sabrán hasta dónde y con quién. La historia es esta: Bradley llego a la cima, una vez allí no supo asimilarlo, hace dos años que no bebe y llega a Londres con ambición renovada para volver a cocinar y demostrarse a sí mismo y al mundo entero lo grande que es. Es en definitiva una historia de redención personal y cuenta con una trama al uso, que no tiene mucha fuerza pero si la suficiente para pasar el rato. Después el usuario, a pesar de lo elitista del personaje, cuenta con su bendición si ha cenado en Burger King antes de la película o si decide hacerlo después. Es un producto autocomplaciente con el mundo que lo parió. El conglomerado situación laboral- romance si bien es tópico aguanta el tipo gracias a unos actores a la altura de las circunstancias. En el spoiler puede que desvele partes importantes de la trama.

Diálogos brillantes cocinados sobre el mejor fogón inglés. No se trata de lo que aquí se cuenta, sino como se cuenta: Ingredientes que nos deleitan a través del ingenio y el talento.

Los personajes descreídos, fanfarrones y al margen de convencionalismos, me parecen los más interesantes para la ejecución de un producto que logra invadir nuestras emociones; esas que actualmente se nos presentan muy “mal pervertidas” debido a un cine liviano, que es la base actual, donde la mayoría de producciones se sitúan.

En el último tercio pierde fuelle, pero como dice alguien cercano:
-No se puede impresionar a todo el mundo durante todo el tiempo.

Bradley Cooper da vida a esta historia de cocinas, platos, autoexigencia, obsesión compulsiva y la verdad, poco más.

Eso decepciona, principalmente porque hay poca emotividad, empatía y escaso fondo en esa búsqueda de la redención que se describe. Todo es muy frío, y aunque se ven intentos de entibiar o recalentar el platillo, a la mesa… llega frío.

Los actores están, pero “Burnt” (2015) carece de alma. Cuenta un relato, de una desventura, sus consecuencias y los caminos para resurgir, pero el trayecto lo hace con tantos baches que hace que “Ratatouille” (2007) se vea como una obra maestra.

“Burnt” toma velocidad y frena, acelera y vuelve a frenar. Ese trance de prometer y esperar por algo que no llega termina desgastando el producto, al espectador y a la historia. A favor, que en la pantalla grande suelen gustar los genios incomprendidos, aunque generalmente sus redenciones suelen ser más emotivas.

Recomendación:
Floja. Plana. No matiza, provoca, ni entrega emociones.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

"Burnt" ha resultado ser un menú del día, aunque trate de alta cocina en restaurantes donde hay más personal que comensales. No se centra en nada y no se sabe muy bien que es, si una comedia romántica, solo una comedia, una peli de redención, o qué. Se deja ver, sin más. Bradley Cooper cumple, sin más. Todo nos suena a ya muy visto, a plato congelado recalentado en microondas. Y mira que me suelen gustar las pelis que tratan el tema de comidas y restaurantes, lo que está siendo todo un género en auge, abriéndose camino entre abogados, policías y médicos. Aún le queda mucho camino por recorrer, y Burnt no ayuda mucho. Lo dicho, una peli mediocre, para paladares poco exigentes.

Bradley Cooper tiene culo de cocinero... gordo y ancho, disconforme con el resto de su físico. Mirada de halcón y un talento que aplica desde actuaciones comedidas que evitan, tal vez, que nos demos cuenta de sus limitadas dotes interpretativas. La austeridad, en estos casos suele funcionar.

Escenas poderosas, de un virtuosismo extremo, pero mal entendidas por los críticos, acostumbrados, tal vez, a un cine que se mueve por unos parámetros que han evolucionado apresuradamente y mal.


Un guión inteligente, ágil; abarrotado de frases brillantes, que te hacen permanecer en la cocina, viviendo, sintiendo y padeciendo la tensión de un restaurante, así como el temperamento de su complicado chef.

Banda sonora tan deliciosa como los platos que acompaña.

Lo bueno
La actuación es creíble y la fotografía muy cuidada.

Lo regular
El guión, hay personajes que dan la impresión de ser innecesarios y amenazas de peligros vacios que terminan dando una sensación descuidada a la trama.

Lo malo
El supuesto pasado tormentoso no es otra cosa que un desvarió, si la película hubiera profundizado en la relación del chef con su cocina se habrían evitado la necesidad de una amenaza insulsa.

Después de dirigir a un elenco de lujo en la irregular ‘August: Osage County’, donde sobresalían Meryl Streep y Julia Roberts, ahora en ‘Burnt’ el director John Wells vuelve a tener a su cargo a un elenco plagado de nombres que solo adornan una película fallida.

Bradley Cooper interpreta a Adam Jones, un chef caído en desgracia debido a los excesos que lo llevó a perderlo todo en el mejor momento de su carrera, donde a pesar de haber conseguido 2 estrellas Michelin contribuyó para que el restaurant donde trabajaba en París colapsara.

Después de pasar un auto exilio en un restaurant de Nueva Orleans pelando ostras, Adam decide que es momento de regresar al ruedo y arma con amigos un equipo para conseguir levantar un restaurante de un viejo amigo en Londres y obtener esa tercera ansiada estrella.

Torpe en su desarrollo, ‘Burnt’ se descifra como una película carente de alma en donde un acartonado guión presenta a un personaje en busca de redención, como el de Adam Jones, pero que nunca consigue conectar con el espectador gracias a su trazo bipolar tan subrayado, que lo pone como un neurótico a la primera provocación no quedando nunca del todo claro la problemática que aqueja al personaje principal.

Y poco aporta ese elenco multiestelar donde diversos personajes aparecen interpretados por grandes actores y actrices, como el de Emma Thompson, Uma Thurman o Alicia Vikander, tan poco desarrollados que parecen mero capricho para hacer visible un relato que nunca consigue generar interés.

Para añadir un problema más, la nula química entre los personajes de Cooper y Sienna Miller, en un romance que nunca prende y que colabora a la poca progresión de un relato carente de sazón y corazón.


http://tantocine.com/una-buena-receta-de-john-wells/

Soy cocinero y hace tiempo que buscaba una película como Burnt, una historia que reflejase el sacrificio que exige este trabajo, especialmente cuando se busca la excelencia. Este es un comentario del chef Gordon Ramsey que comparto al 100%.

El trabajo en una cocina puede llevar un ser humano al límite. Es imprevisible, es contrarreloj y las condiciones físicas son incómodas y peligrosas. Por un lado esto puede llevar a comportamiento agresivos, pero por otro lado exige compañerismo y trabajo en equipo. También en este sentido Burnt es una película fidedigna..

Tal realismo descriptivo no sería posible sin la pasión que imprimen los protagonistas en cada escena. Buen trabajo chicos.

El guión funciona bastante bien, sobre todo la primera parte, vibrante y con una estupenda banda sonora. Es una historia un poco inverosímil pero funciona.

No logro comprender por qué la críticas son tan duras con esta película. Yo sin duda la recomiendo, sobre todo para los profesionales de la cocina.

Parece mentira cómo una película con semejante reparto, plagado de estrellas que además son intérpretes de primerísimo nivel, puede desaprovechar tanto un potencial actoral así.
El problema de Una buena receta es que no tiene una buena historia que contar. Ya saben: típico cuento del chico estupendo con un gran futuro que es alcohólico y busca la redención. Lo de siempre. Tiene un desarrollo bastante anodino y no deja ninguna huella.
Bastante pobre. Si se lleva cuatro puntos es por el reparto, que aun así hace lo que puede con semejante bobada de historia y de situaciones.

A valorar: La interpretación de Bradley Cooper no está nada mal, con ese personaje obsesivo y ambicioso por una meta que, si uno se para un segundo a pensarla, es una chorrada. El reparto restante también cumple con un guion banal y soso, que deslumbra por el asesoramiento de Gordon Ramsey con la belleza de algunos platos mostrados.

A tener en cuenta: el contenido de la película es una sonora bobada, un canto a la ambición más pueril, un chef que supuestamente ha pasado por el infierno del alcohol y las drogas pero que ahora busca la autocomplacencia sabiéndose el más guapo y el mejor cocinero.

Decisivamente, "Burnt" es un plato mal preparado, una receta mal redactada y un emplatado que jamás se llevaría esa tercera estrella tan ansiada. Lo dicho...

Un samurái de la cocina, de esencia pobre.

Un demonio de la cocina está de vuelta, un prodigio arrogante, soberbio, estúpido e inestable que se cree puede controlarlo todo, genialidad de un chef que busca reclutar a ese fantástico equipo -al igual que Ocean con sus eleven-, que le permita acceder a la codiciada tercera estrella Michelín, el Yoda de la cocina.
Un millón de ostras peladas y pone fin a esa auto condena impuesta, que le lleva a Londres para resurgir de sus cenizas y ser lustroso y conflictivo ave Fénix; con sabrosa banda sonora y la combinación del inglés rutinario y la elegancia gastronómica -ya mito desbancado- del francés en la gastronomía culinaria, intenta ser divertida e irónica, atractiva y emocionante con ese loco inteligente, intratable, espontáneo e imprevisto, quebrado interiormente.
El mundo competitivo de la alta cocina, su tensión, presión, gritos y desequilibrios por la perfección del mejor, dilema inquisitivo que abarca mucho más de lo profesional, pues se trata de la reconstrucción de quien lo estropeó todo e intenta ganarse el respeto de los suyos de nuevo.
Y en esa prevesible cruzada, de la infernal piedad de sus rivales, a la satisfacción personal del logro abrazado, Bradley Cooper, el guapo de Hollywood por excelencia, de increíbles ojos azules, siempre ideal como perdedor en proceso de redención, se rodea de buenos secundarios para teatralizar esa noria auto destructiva, de prevista parada ganadora, a tiempo de enmienda.
Es fresca, motorizada y chocante, rítmica y acelerada, vende estilo visual del manjar cocinado, y de sus preparativos previos, combinados con el desorden caótico de una vida desecha, mezcolanza que no alcanza los decibelios adecuados para ser de superior categoría.
La locura de los genios de los cuchillos y platos, de su incomprensión, admiración y envidia, de su martirio, gozo y obsesión continúa por inventar y superarse, más ese aprender a confiar en los demás y “comer en familia”, pues no es debilidad necesitar a otros, es sabiduría y fortaleza de superar el miedo; todo ello con frenética imposición hacia uno mismo e intimidación hacia los de alrededor, aunque no deja de ser un porte dicharachero externo, de exaltado escaparate, pero sin grandilocuencia ni calor en su alma interna.
No es una gran comedia romántica, no es inteligente en su retrato de la cocina exclusiva, su intento de orgasmo culinario se queda en simpatía por el protagonista y sus envolventes conocidos; carece de golpe de efecto, de enamoramiento progresivo, de entusiasmo constante, de agudo interés; es una alegría a primera vista cuya curiosidad se ve satisfecha medianamente pues, a su manera, todos te caen bien en este representación numerera de los peligros de conseguirlo todo y no saber cómo manejar el éxito, pues no se trata exclusivamente de poseer un don, es saber sacar su máximo rendimiento, sin que te destroce ni humille a los demás, ya que uno sólo no puede con todo, por muy magistral talentoso que sea.
“Burnt”, quemado, “Una buena receta” para España -paso de quejarme de estas tontas traducciones-, los actores estupendos en intensidad interpretativa y firmeza de presencia, cuando es el guión el que se olvida de ella; no endulza, no abre apetito, no tienta, ni seduce a probar sus platos, ni a penetrar en su cocina; entretiene, distrae y se olvida..., y tú nunca, por ejemplo, olvidarías la posibilidad de acceder a las entrañas de David Muñoz, de su cabeza y cocina.
Una gran oportunidad perdida de John Wells, pues se conforma con un plato comercial, al uso, de menú diario.

Lo mejor; sus actores y actuaciones.
Lo peor; la limitación, inventiva y audaz, de su conformado guión.

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es

Realizada por John Wells, director tanto de series como "Shameless" o "La Asistenta" como de películas como "Agosto" o "The Company Men", "Una buena receta" es una película sobre un chef de prestigio en horas bajas luchando por volver a la cima. Protagonizada por Bradley Cooper, es entretenida e interesante, con un elenco de secundarios notable y que mantiene el interés desde el principio hasta el final. Le pasa como a algunas películas de esta especie de subgénero de "cine de alta cocina", que por momentos consigue casi ser un thriller (no tanto como en películas más redondas, como "Hierve" o la estupenda serie "The Bear") más por la tensión/estrés que transmite que por temática, resultando, como digo, una cinta muy entretenida.

Una película que no había visto, algo semejante en el guión a la de "Fuera de Carta" película española, cuyo artista lo encarna Javier Cámara, realizada en el año 2008 dirigida por Nacho G. En esta otra película del año 2015 , protagonizada por el actor Bradley Cooper de 42 años de edad, también similar a la película española de "Fuera de Carta", el protagonista que es un gran Chef de la comida "moderna" dónde se combinan un montón de ingredientes mezclados, muchas veces debido a la creación del artista, de ahí que este tipo de cocina se considere "quasi un arte". Machacado, porque se enamoró de una que él creía una "Diva" quien le destrozó la vida. Casi similar a la película de "Fuera de Carta", dónde Javier Cámara, se divorcia de su mujer, eso sí, porque decide ser gay. En esta otra, cambia un poco, ese desliz, y es porque ella es como una especie de "mujer fatal", parece lo que no es. También debido a deudas de drogas, decide poner un restaurante en París. Y ganar una estrella Michelín. Por el entonces, como pasa en la película protagonizada por Javier Cámara, como Grand Chef. Pone un restaurante en París, en esta nueva película. Y si se ve, que va mejorando su vida, eso sí, con un carácter para mí, más soso, que en la película "Fuera de carta", dónde tampoco se ve, mucha tensión o ninguna, para conseguir la Estrella Michelín ni esa "vis cómica" Eso sí, una película para todos los públicos, y dónde se ve, una tensión en la cocina, dónde puede ser más bien considerados, malos tratos, sobre todo al no ser familiares, que sirve para ver la cocina desde dentro.

La verdad es que este tipo de películas me gustán mucho. No llega al nivel del chef, pero está bien. La verdad es que el hecho de que se meta tanto en el nivel del restaurante y dar tan poco protagonismo a la comida le ha matado un poco.

Es una de esas película que echan por la tarde en Antena 3, comienzas a ver y terminan enganchándote. El argumento no es ninguna novedad y la trama es muy predecible, pero si te gusta un poco la cocina solo los planos en los que salen cocinando te encantarán.

Otra película mas sobre un tema el culinario y los fogones en la alta cocina convertidos ya casi en un subgénero propio dentro del ámbito cinematográfico.
Todo el peso de la trama recae en uno de los actores de moda en la actualidad BRADLEY COOPER, pero que aquí no logra salvar de la quema un producto a ratos intrascendente a ratos muy repetitivo, todo ello a pesar de ver en el cast a un elenco de actores de primerísimo nivel pero que no nos lleve a engaño, porque tienen apariciones casi testimoniales, como es el llamativo caso de la gran UMA THURMAN, o por ejemplo ALICIA VIKANDER.
Entretiene pero no sorprende ni aporta nada que no hayamos visto ya en el séptimo arte.

Lo siento pero cada vez soy menos de peliculas románticas. En la de hoy el fondo es la alta cocina y las estrellas Michelin.
Y que ocurre con las películas románticas? No voy a contestar que si no es spoiler.
Nos encontramos ante un gran chef que no pasa por su mejor momento (deudas, alcohol, anda un poco perdido el chico). Pero claro la comida, la creación lo es todo para él y por eso no puede dejarlo. Lo curioso del caso es que tampoco es que aprendas mucho de cocina.
La película tiene algo de ritmo enlazando las diversas tramas en las que está inmerso el protagonista pero vamos que tampoco es que la cosa sea muy emocionante.
Como que se me quedo el resultado un poco insulso.
Para echar un rato.

Si la ves bien y si no pues el tiempo lo dedicas a experimentar con el hidrógeno líquido para hacer croquetas e igual te haces famoso, bro.

Ensayo error, para mejorar las recetas, es algo diario pero que algunos tienen la habilidad o la "sazon" de enriquecer cualquier comida.

Seguro que mi profesor de restauración me hubiera recomendado esta película como me recomendó "Sin reservas".

Aunque no vi el final de este film, en el tema culinario iba bien servida, en el tema de transmitir sentimientos me falta ver el final.

Lo que más me gustó en spoiler.

Quizás la trama no sea la gran cosa y tenga muchos errores (como el que parece que no saben cocinar otra cosa y eventos que parecen innecesarios, predecibles, forzados o que se solucionan saliendose por la vía fácil) pero si te dejas llevar y maravillar, es una delicia: Platillos que se te hacen agua la boca y perfeccionismos que causan placer de solo verlo.

Si te gusta lo que conlleva la cocina Gourmet (desde elegir los ingredientes hasta que llegan a la mesa), seguro será una gran película.

Si lo que buscas es un buen drama, no será lo mejor, sólo será entretenido y ya.

En mi punto de vista, veo en esta película cómo es la vida de la alta cocina en su total transparencia. Aunque el argumento principal no sea muy relevante, y realmente no te cuente nada emocionante, lo que impacta es lo duro de este trabajo. Aquellos que han tenido la oportunidad de trabajar dentro de una cocina, saben qué es lo que hay realmente, y "Burnt" no se aleja para nada de la realidad.