Fijensé en quien es el responsable de vestuario, un tal Joseph Porro. Pues eso es exactamente lo que se fumó todo el equipo de la película para conseguir su resultado final.

Las actuaciones deplorables, el guión manido a más no poder, con el típico graciosillo de turno, un esquema mil veces visto y el Sr. Treat Williams actuando como si fuera un Han Solo del todo a cien de los chinos.

Lo que pasa es que a pesar de todo ello la película es entrañable, las oñas me hacen gracia, y durante todo el metraje se respira un aire gamberro de cutrez de serie b que encaja perfectamente. La pregunta que uno se plantea es si está hecho así a propósito o si realmente la hacían en serio y les salió un churro. Después de ver "The Mummy" llego a la conclusión que la cutrez es buscada y por tanto el objetivo está conseguido.

Sí, la película merece un notable porque a pesar de las toneladas de agua fecal que contiene me hace pasar, siempre que la veo, muy buenos ratos y, no nos engañemos, está pensada justamente para eso.

Lo mejor: Es sumamente eficaz en sus propósitos.
Lo peor: Treat Williams, imposible tomarle en serio.