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Daniel Carpintero rating:
9
7.3
27,352
Romance. Drama
The third in the Richard Linklater series of romantic dramas, Before Midnight takes place in Greece nine years after the end of Before Sunset. Celine (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke) are parents to two girls. Jesse is learning to balance his new family while trying to maintain a relationship with his son Hank from his previous marriage. While her partner struggles with his son's relationship, Celine contemplates a career change.
Language of the review:
- es
August 20, 2013
5 of 5 users found this review helpful
Por fin llega la última entrega de la trilogía Antes (o Before) en inglés, y no podía completarse de manera más redonda. Como era de esperar pese al abierto final de "Antes del atardecer", Céline y Jesse comenzaron una vida juntos, dejando este último mujer e hijo a sus espaldas. Ahora tienen un par de gemelas juntos, aunque parece que más por accidente que buscadas.
Y la peli nos desgrana con una minuciosidad y un realismo tremendos los problemas y las discusiones de pareja cuando el amor empieza a ser desgastado por la erosión del tedio y la rutina. Y empiezan a aparecer la excusas del hijo añorado a miles de kilómetros de distancia en manos de la desequilibrada expareja, del trabajo ideal e irrenunciable como una oportunidad única en la vida, del espacio libre e individual para cada uno, del ser dos personas y no una sola...
En fin, en mi corta pero intensa vida he tenido ya ocasión de experimentar algunos de estos efectos de la erosión del amor, a lo largo de una relación de 4 largos y dilatados años.
Ya lo decía Sabina, "Cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado".
Y la peli nos desgrana con una minuciosidad y un realismo tremendos los problemas y las discusiones de pareja cuando el amor empieza a ser desgastado por la erosión del tedio y la rutina. Y empiezan a aparecer la excusas del hijo añorado a miles de kilómetros de distancia en manos de la desequilibrada expareja, del trabajo ideal e irrenunciable como una oportunidad única en la vida, del espacio libre e individual para cada uno, del ser dos personas y no una sola...
En fin, en mi corta pero intensa vida he tenido ya ocasión de experimentar algunos de estos efectos de la erosión del amor, a lo largo de una relación de 4 largos y dilatados años.
Ya lo decía Sabina, "Cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado".
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Por lo demás, la película es fiel al estilo de toda la trilogía: diálogos intensos, alternando siempre lo cotidiano con lo existencial y filosófico; escenas en plano secuencia larguísimas (de hecho, la peli en sí no cuenta con demasiadas escenas a pesar de durar más de hora y media).
Una de las escenas finales, la de la prometedora noche de desenfreno sexual en el hotel y que finalmente acaba en desenfreno verbal, es realmente una radiografía de los problemas de pareja, y una negación de la idea romántica transmitida en las dos primeras cintas (sobre todo la primera). Es la más realista de las 3, y por tanto con la que más gente se sentirá identificada.
Sin embargo, y como ocurre en la escena final en la terraza del restaurante, cuando ambos amantes se medio reconcilian, creo que debemos luchar por seguir soñando cada día, por ser un poco menos realistas y un poco más idealistas. Las armas de la realidad nos rodean y están por doquiera que vamos: salvaguardemos al menos nuestro interior de tanta realidad y soñemos con que la utopía es posible, con el amor eterno y verdadero, con aquella noche en que nos conocimos en Viena.
Soñemos que cumpliremos 96 años con nuestra pareja.
Aunque solo sea hasta antes del amanecer.
Una de las escenas finales, la de la prometedora noche de desenfreno sexual en el hotel y que finalmente acaba en desenfreno verbal, es realmente una radiografía de los problemas de pareja, y una negación de la idea romántica transmitida en las dos primeras cintas (sobre todo la primera). Es la más realista de las 3, y por tanto con la que más gente se sentirá identificada.
Sin embargo, y como ocurre en la escena final en la terraza del restaurante, cuando ambos amantes se medio reconcilian, creo que debemos luchar por seguir soñando cada día, por ser un poco menos realistas y un poco más idealistas. Las armas de la realidad nos rodean y están por doquiera que vamos: salvaguardemos al menos nuestro interior de tanta realidad y soñemos con que la utopía es posible, con el amor eterno y verdadero, con aquella noche en que nos conocimos en Viena.
Soñemos que cumpliremos 96 años con nuestra pareja.
Aunque solo sea hasta antes del amanecer.