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Manospondylus rating:
6
3.8
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Animation. Fantasy. Comedy
It is the first Christmas season since the gates reopened and Anna and Elsa host a celebration for all of Arendelle. When the townspeople unexpectedly leave early to enjoy their individual holiday customs, the sisters realize they have no family traditions of their own. Elsa laments the fact that because she had isolated herself most of her life, she and Anna were unable to spend time with each other. Olaf decides to look for traditions ... [+]
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- es
December 25, 2019
2 of 3 users found this review helpful
Iba a titular la crítica con un palabro tipo "sobrecomercialización" o algo así, pero no quería perder la tradición (ya que este corto va de eso) de poner un pomposo título en inglés que no es sino una cita extraída de la entrega de Frozen en cuestión, dejando así constancia de mi descontento con las más que mejorables adaptaciones al castellano que se han hecho con esta saga.
Por otra parte y como rara avis que soy, no he venido aquí a desahogarme porque me obligaran a ver algo en lo que no tuviera el más mínimo interés, como le ocurrió a mucha gente que acudió al cine para ver Coco (gran película, por cierto), sino que voy a intentar escribir una reseña intemporal que pueda ser de alguna utilidad a quien la lea ahora, pues como "the past is in the past" y el de aquel incidente han pasado años, este corto no tan corto es lo que queda y supondré que quien busque una crítica del mismo quiere leer algo más que una simple queja desfasada.
Pues eso, como era de esperar, estamos ante otro obvio ejemplo de explotación de una franquicia bastante popular, y particularmente de Olaf, un alivio cómico (también elemento simbólico) ascendido aquí a protagonista cuyos gags y chistecillos ya sobraban en algunos momentos de Frozen, y volverán a estar de más en un par de escenas de Frozen II (aunque en general su papel cómico está más pulido en esta secuela). Y el hecho de que ni los directores ni los compositores de Frozen formaran parte de este proyecto tampoco presagiaba nada bueno.
Olaf's Frozen Adventure fue concebido y producido como un corto para TV siguiendo la un tanto hortera tradición de los especiales de Navidad para televisión derivados de películas y series exitosas, porque en Disney pensaron que si Star Wars lo tuvo, ¿por qué no Frozen? Además, alguien en Disney pensaría que la temática encaja perfectamente (Navidad, invierno, nieve, Olaf, familia... así a priori ciertamente lo parece), aunque esa sea sólo una apreciación muy superficial y Frozen en realidad no tenga nada que ver con esa fiesta, por mucha nieve que salga.
La historia transcurre durante la primera Navidad/Yule en Arendelle después de los eventos de la primera película y de la reconciliación de Elsa y Anna, por lo que cronológicamente este corto se sitúa entre Frozen y el corto Frozen Fever (sí, es una cronología innecesariamente retorcida), cuando Olaf se propone encontrar una tradición navideña adecuada para las dos hermanas. Contrariamente a lo que se intuye, la trama no se centra exclusivamente en la Navidad ni profundiza en ella como tal (ni moderna ni mucho menos tradicional), sino que pasea superficialmente por una amplia variedad de fiestas que ocurren en torno al solsticio de invierno, lo que incluye la Navidad, Hanuká y celebraciones paganas como el Yule (o Júl), con todas las aleatorias tradiciones asociadas a cada una de ellas que pudieron meter, creando una extraña mezcla que pretende mostrar la variedad de fiestas que coinciden por esas fechas siempre con la familia como elemento común a todas ellas.
Sin embargo, la forma de exponerlas es un tour de Olaf y Sven casa por casa que se hace algo pesado, lo que puede sonar exagerado siendo esto un cortometraje, pero ese tramo sería largo incluso para una película (unos 6 minutos), incluyendo un número musical algo bobo (salvo un curioso segmento) y una escena de acción copiada de la película original, y en el que lo único rescatable es la aparición de Oaken. Tras una secuencia en el castillo, tenemos una breve escena de acción con lobos, de nuevo, algo visto en la primera película.
Irónicamente, durante todo el corto, Olaf busca solucionar algo para Elsa y Anna aunque ellas encuentran una respuesta por sí mismas, así que todo lo que hace Olaf queda en prácticamente nada (es decir, comedia floja y minutos de relleno). Sin embargo, dicho muñeco de nieve sigue teniendo cierto valor simbólico en lo que a la relación entre las dos hermanas se refiere, pero lo que en las películas (ambas) es sutil, aquí te lo tiran a la cara (Anna prácticamente lo verbaliza).
Aún con todo, Olaf's Frozen Adventure es una aventurilla simpática que resultará cuanto menos curiosa para cualquier fan de Frozen (en especial los de menos edad, al ser más sencilla y carecer de la fuerza y las lecturas adicionales de los largometrajes) cuyo principal defecto es un metraje que excede los 20 minutos (comparable a un capítulo de cualquier serie anime o al de una sitcom promedio), lo que resulta algo excesivo para lo que cuenta (aún no puedo creer que alguien pensara que iba a funcionar en una sala de cine acompañando a una película sin relación alguna). En comparación, Frozen Fever, dura unos 7 minutos y por ello cumple bien como un añadido, casi un apéndice, de la película original, cuyo final dejaba con ganas de unos minutillos más (y, quizá, otro número musical de Elsa y Anna).
Por lo demás, reaparecen el resto de personajes principales de Frozen, Elsa y Anna con menos protagonismo y Kristoff que queda reducido a personaje cómico (otro más), lo que no es una gran noticia cuando el humor es, en general, bastante infantil. Como he adelantado, también vemos a Oaken, el secundario más carismático de Frozen y el único personaje fuera del grupo principal que ha aparecido en todos los cortos y películas, que deja uno de los gags que mejor funciona.
Obviamente, como cualquier producción audiovisual de la franquicia, Olaf's Frozen Adventure es un musical. Sin Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez (compositores habituales que, afortunadamente, andaban creando joyas como "Show Yourself" para la secuela), en esta ocasión Elyssa Samsel y Kate Anderson fueron las encargadas de componer las canciones, cuatro en total y dos reprises, que a decir verdad son tan poco memorables como el resto del corto. La más destacable es " When We're Together", con su aire de villancico, aunque está bastante lejos del nivel de los grandes temas de las películas.
(Sigue sin spoilers)
Por otra parte y como rara avis que soy, no he venido aquí a desahogarme porque me obligaran a ver algo en lo que no tuviera el más mínimo interés, como le ocurrió a mucha gente que acudió al cine para ver Coco (gran película, por cierto), sino que voy a intentar escribir una reseña intemporal que pueda ser de alguna utilidad a quien la lea ahora, pues como "the past is in the past" y el de aquel incidente han pasado años, este corto no tan corto es lo que queda y supondré que quien busque una crítica del mismo quiere leer algo más que una simple queja desfasada.
Pues eso, como era de esperar, estamos ante otro obvio ejemplo de explotación de una franquicia bastante popular, y particularmente de Olaf, un alivio cómico (también elemento simbólico) ascendido aquí a protagonista cuyos gags y chistecillos ya sobraban en algunos momentos de Frozen, y volverán a estar de más en un par de escenas de Frozen II (aunque en general su papel cómico está más pulido en esta secuela). Y el hecho de que ni los directores ni los compositores de Frozen formaran parte de este proyecto tampoco presagiaba nada bueno.
Olaf's Frozen Adventure fue concebido y producido como un corto para TV siguiendo la un tanto hortera tradición de los especiales de Navidad para televisión derivados de películas y series exitosas, porque en Disney pensaron que si Star Wars lo tuvo, ¿por qué no Frozen? Además, alguien en Disney pensaría que la temática encaja perfectamente (Navidad, invierno, nieve, Olaf, familia... así a priori ciertamente lo parece), aunque esa sea sólo una apreciación muy superficial y Frozen en realidad no tenga nada que ver con esa fiesta, por mucha nieve que salga.
La historia transcurre durante la primera Navidad/Yule en Arendelle después de los eventos de la primera película y de la reconciliación de Elsa y Anna, por lo que cronológicamente este corto se sitúa entre Frozen y el corto Frozen Fever (sí, es una cronología innecesariamente retorcida), cuando Olaf se propone encontrar una tradición navideña adecuada para las dos hermanas. Contrariamente a lo que se intuye, la trama no se centra exclusivamente en la Navidad ni profundiza en ella como tal (ni moderna ni mucho menos tradicional), sino que pasea superficialmente por una amplia variedad de fiestas que ocurren en torno al solsticio de invierno, lo que incluye la Navidad, Hanuká y celebraciones paganas como el Yule (o Júl), con todas las aleatorias tradiciones asociadas a cada una de ellas que pudieron meter, creando una extraña mezcla que pretende mostrar la variedad de fiestas que coinciden por esas fechas siempre con la familia como elemento común a todas ellas.
Sin embargo, la forma de exponerlas es un tour de Olaf y Sven casa por casa que se hace algo pesado, lo que puede sonar exagerado siendo esto un cortometraje, pero ese tramo sería largo incluso para una película (unos 6 minutos), incluyendo un número musical algo bobo (salvo un curioso segmento) y una escena de acción copiada de la película original, y en el que lo único rescatable es la aparición de Oaken. Tras una secuencia en el castillo, tenemos una breve escena de acción con lobos, de nuevo, algo visto en la primera película.
Irónicamente, durante todo el corto, Olaf busca solucionar algo para Elsa y Anna aunque ellas encuentran una respuesta por sí mismas, así que todo lo que hace Olaf queda en prácticamente nada (es decir, comedia floja y minutos de relleno). Sin embargo, dicho muñeco de nieve sigue teniendo cierto valor simbólico en lo que a la relación entre las dos hermanas se refiere, pero lo que en las películas (ambas) es sutil, aquí te lo tiran a la cara (Anna prácticamente lo verbaliza).
Aún con todo, Olaf's Frozen Adventure es una aventurilla simpática que resultará cuanto menos curiosa para cualquier fan de Frozen (en especial los de menos edad, al ser más sencilla y carecer de la fuerza y las lecturas adicionales de los largometrajes) cuyo principal defecto es un metraje que excede los 20 minutos (comparable a un capítulo de cualquier serie anime o al de una sitcom promedio), lo que resulta algo excesivo para lo que cuenta (aún no puedo creer que alguien pensara que iba a funcionar en una sala de cine acompañando a una película sin relación alguna). En comparación, Frozen Fever, dura unos 7 minutos y por ello cumple bien como un añadido, casi un apéndice, de la película original, cuyo final dejaba con ganas de unos minutillos más (y, quizá, otro número musical de Elsa y Anna).
Por lo demás, reaparecen el resto de personajes principales de Frozen, Elsa y Anna con menos protagonismo y Kristoff que queda reducido a personaje cómico (otro más), lo que no es una gran noticia cuando el humor es, en general, bastante infantil. Como he adelantado, también vemos a Oaken, el secundario más carismático de Frozen y el único personaje fuera del grupo principal que ha aparecido en todos los cortos y películas, que deja uno de los gags que mejor funciona.
Obviamente, como cualquier producción audiovisual de la franquicia, Olaf's Frozen Adventure es un musical. Sin Robert Lopez y Kristen Anderson-Lopez (compositores habituales que, afortunadamente, andaban creando joyas como "Show Yourself" para la secuela), en esta ocasión Elyssa Samsel y Kate Anderson fueron las encargadas de componer las canciones, cuatro en total y dos reprises, que a decir verdad son tan poco memorables como el resto del corto. La más destacable es " When We're Together", con su aire de villancico, aunque está bastante lejos del nivel de los grandes temas de las películas.
(Sigue sin spoilers)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
También resulta curiosa una secuencia musical que muestra a los personajes tejidos en lana (sigue siendo CGI, pero está muy bien hecho), aunque apenas dura unos 20 segundos y es mérito de la animación, no de la música.
En fin, Frozen fue en su momento una película terriblemente necesaria. Si bien su mensaje principal puede parecer obvio, era algo que se oponía a la tradición del Disney clásico (y no tan clásico, que lo de meter un romantic plot tumor como parte central de la trama incluso cuando adaptan obras o historias reales en las que esto no ocurre, como Pocahontas, es algo que Disney ha mantenido hasta hace apenas unos años). No se puede decir que Olaf's Frozen Adventure sea necesario. Simplemente estamos ante uno de los cortos (en plural) que Jennifer Lee y Christophe Beck prometieron que llegarían antes del largometraje secuela para aligerar la espera al fandom y mantener vivo el fenómeno, aunque precisamente ellos no están detrás ni del guion ni de la dirección (y algo se nota), puesto que también estaban ocupados con Frozen II.
Obviamente, esta es una obra inferior y, para el gran público, altamente prescindible. Para incidir en la relación fraternal entre Elsa y Anna después de los eventos de Frozen ya está Frozen Fever. Olaf's Frozen Adventure, en cambio, vive un poco de estirar el inicio del número "Do You Want to Build a Snowman?" y del papel de Olaf, como personaje inventado por Elsa, durante la infancia de las hermanas. Añade a ello un par de escenas de acción ya vistas en la película original, una sobredosis de Olaf (y no del mejor Olaf, que ese lo encontramos en Frozen II), mete una temática navideña porque parece que no va a desentonar y deja un mensaje que, si bien es bonito, también resulta redundante y decididamente ñoño.
Pero tampoco es como para defenestrar a los responsables: Olaf's Frozen Adventure en ningún momento resulta insoportable, hay un par de detalles que serán apreciados por la fanbase y sigue siendo un poco mejor que el horripilante especial navideño medio. Y, sin duda, habría funcionado mejor como especial de TV o como extra de una edición doméstica de Frozen (como los cortos de Monstruos, S.A. o Brave que venían con su respectiva película en Blu-ray) y habría recibido mucho menos hate. Es un producto descaradamente comercial, sí; sin embargo, en los 6 años que separan Frozen y Frozen II, Disney sacó sólo un par de cortos de esta franquicia (incluyendo este) que juntos apenas suman media hora, mientras que en el mismo periodo hizo una trilogía de secuelas, dos spin-offs, una serie live action y otra de animación de Star Wars; y 15 películas del Marvel Cinematic Universe, una docena de series para Netflix y ABC y un par de cortos. Al final eso de acusar a Disney de explotar a Frozen va a ser injusto y todo (por lo menos al lado de lo que hace con sus otras licencias).
Resumiendo, actualmente nadie va a tener que pasar por esto por accidente. Quien vea este corto es porque es fan de la saga (tal es mi caso) y yo me limito a advertirle de que no está al mismo nivel que Frozen Fever ni muchísimo menos de las películas, pero puede que le entretenga un rato y, como Olaf es un personaje bastante querido en el fandom (cosa que no me explico del todo,) quizá hasta le divierta.
Aspectos positivos: Presenta una gran calidad técnica y artística para ser un producto dirigido directamente a TV, en particular, el CGI es bastante bueno. Tiene un par de momentos rescatables, las referencias y conexiones con la película original son agradables y siempre es un placer regresar a Arendelle, aunque sea para una aventura menor.
Aspectos negativos: Es muy largo para lo que cuenta, y lo que cuenta no es especialmente interesante. El humor es simplón y las canciones son poco memorables. Olaf demuestra en Frozen II que puede ser un buen alivio cómico e incluso servir muy bien de elemento dramático, pero el papel de protagonista le queda grande.
Puntuación: 5.5
En fin, Frozen fue en su momento una película terriblemente necesaria. Si bien su mensaje principal puede parecer obvio, era algo que se oponía a la tradición del Disney clásico (y no tan clásico, que lo de meter un romantic plot tumor como parte central de la trama incluso cuando adaptan obras o historias reales en las que esto no ocurre, como Pocahontas, es algo que Disney ha mantenido hasta hace apenas unos años). No se puede decir que Olaf's Frozen Adventure sea necesario. Simplemente estamos ante uno de los cortos (en plural) que Jennifer Lee y Christophe Beck prometieron que llegarían antes del largometraje secuela para aligerar la espera al fandom y mantener vivo el fenómeno, aunque precisamente ellos no están detrás ni del guion ni de la dirección (y algo se nota), puesto que también estaban ocupados con Frozen II.
Obviamente, esta es una obra inferior y, para el gran público, altamente prescindible. Para incidir en la relación fraternal entre Elsa y Anna después de los eventos de Frozen ya está Frozen Fever. Olaf's Frozen Adventure, en cambio, vive un poco de estirar el inicio del número "Do You Want to Build a Snowman?" y del papel de Olaf, como personaje inventado por Elsa, durante la infancia de las hermanas. Añade a ello un par de escenas de acción ya vistas en la película original, una sobredosis de Olaf (y no del mejor Olaf, que ese lo encontramos en Frozen II), mete una temática navideña porque parece que no va a desentonar y deja un mensaje que, si bien es bonito, también resulta redundante y decididamente ñoño.
Pero tampoco es como para defenestrar a los responsables: Olaf's Frozen Adventure en ningún momento resulta insoportable, hay un par de detalles que serán apreciados por la fanbase y sigue siendo un poco mejor que el horripilante especial navideño medio. Y, sin duda, habría funcionado mejor como especial de TV o como extra de una edición doméstica de Frozen (como los cortos de Monstruos, S.A. o Brave que venían con su respectiva película en Blu-ray) y habría recibido mucho menos hate. Es un producto descaradamente comercial, sí; sin embargo, en los 6 años que separan Frozen y Frozen II, Disney sacó sólo un par de cortos de esta franquicia (incluyendo este) que juntos apenas suman media hora, mientras que en el mismo periodo hizo una trilogía de secuelas, dos spin-offs, una serie live action y otra de animación de Star Wars; y 15 películas del Marvel Cinematic Universe, una docena de series para Netflix y ABC y un par de cortos. Al final eso de acusar a Disney de explotar a Frozen va a ser injusto y todo (por lo menos al lado de lo que hace con sus otras licencias).
Resumiendo, actualmente nadie va a tener que pasar por esto por accidente. Quien vea este corto es porque es fan de la saga (tal es mi caso) y yo me limito a advertirle de que no está al mismo nivel que Frozen Fever ni muchísimo menos de las películas, pero puede que le entretenga un rato y, como Olaf es un personaje bastante querido en el fandom (cosa que no me explico del todo,) quizá hasta le divierta.
Aspectos positivos: Presenta una gran calidad técnica y artística para ser un producto dirigido directamente a TV, en particular, el CGI es bastante bueno. Tiene un par de momentos rescatables, las referencias y conexiones con la película original son agradables y siempre es un placer regresar a Arendelle, aunque sea para una aventura menor.
Aspectos negativos: Es muy largo para lo que cuenta, y lo que cuenta no es especialmente interesante. El humor es simplón y las canciones son poco memorables. Olaf demuestra en Frozen II que puede ser un buen alivio cómico e incluso servir muy bien de elemento dramático, pero el papel de protagonista le queda grande.
Puntuación: 5.5