Que se puede esperar de una película que se llama como el protagonista, sobre todo si dicho protagonista es Van Damme. Dejemos claro una cosa, esta película es mala. Dicho eso, ¡cómo me ha gustado!
Me encanta el sur de los States, ahí llegan 4 vándalos y dicen "este pueblo para mí". Las cosas claras, vamos. Pues eso, que a Van Damme se le hincha la vena del cuello y con estilazo empieza a tocarle las fibras sensibles a los malos. Por ahí en medio sale Pat Morita haciendo no-se-qué y medio reparto de "Me llamo Earl", que eso da veracidad (sobre todo la fantástica Jaime Pressly, alias Joy). Bueno, además hay indios, una vouyeur nonagenaria, más malos (menores, mueren pronto) y su poquito de amor. ¿Qué más queréis?
Spoiler:
Bueno, cuando le dice a la segunda prosti de la noche "espera, que ahora te toca a tí" mientras está aún dándole candela a la primera fue exactamente el momento en que los hermanos Lumiere se revolvieron en sus respectivos nichos