Indudablemente, "Animales nocturnos" es una de las películas de la cosecha de 2016 que puede presumir de tener uno de los inicios más sorprendentes, originales y sin tapujos. Hay una estética clara en la dirección de Tom Ford y su equipo, nada ha sido dejado al azar en esta historia de ruptura y re-descubrimiento de la pareja.

En un juego tramposo y delicioso, veremos la historia de un matrimonio desde la realidad y la ficción (una versión novelizada que ha hecho el personaje de Jake Gyllenhaal). Esto lleva a una estructura original y absorbente, capaz de captar nuestra atención, incluyendo algunos momentos de pesadilla en la carretera que están al alcance de pocos cineastas.

No obstante, hay cuestiones que fallan en un film inteligente que, simple opinión personal, peca de creerse todavía más listo de lo que es. Hay suficientes lagunas para cuestionar algunos elementos del asunto, aunque es imposible asimismo apartar los ojos de la pantalla.

A nivel de actuación, Amy Adams vuelve a demostrar su capacidad para hacer sencillo lo difícil, dando muy buenas artistas a su personaje y siendo creíble desde el minuto uno, confirmando la línea que lleva últimamente de seleccionar muy bien sus papeles. Por su lado, habida cuenta de su talento, esperaba bastante más de Gyllenhaal. El protagonista es una joya y no explota todos los registros que sin duda él habría sabido otorgarle.

A destacar a un Michael Shannon magnífico en un rol secundario de importancia.

Una de las joyas del pasado curso. Pero podía haber sido muchísimo mejor.