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Antonio Elx rating:
10
Language of the review:
- es
September 13, 2010
12 of 13 users found this review helpful
Si, en efecto, el cine.
El cine, el puro cine, el que se entiende cómo arte, sobre el que se sostienen los cimientos de hollywood; es éste. Le pese a quién le pese.
Esta es una de esas películas que de cada cien chavales de mi edad, la han visto tres, (incluyéndome yo mismo) y con suerte.
De la misma forma, de cada quinientas personas de todas las edades, apuesto a que no pasan de las quince o veinte las que la han visionado.
No digo que sea un experto en cine, ni mucho menos, ojalá algún día pueda convertirme en uno, nada me haría más feliz. No obstante, se apreciar el cine clásico y por supuesto que me entretiene y me fascina más que la mayoría del cine de ahora.
Son esos momentos en los que estoy con mis dos buenos amigos hablando de cine (por cierto, ambos, cinéfilos y usuarios de FA) dentro de un grupo mayor de personas.
Cualquier otro que se acerque a ''interesarse'' (más bien a tocar los cojones y reirse de su propia incultura y de su cerebro con capacidad de razonamiento y análisis nulos) dirá frases cómo las siguientes:
''¿Sois to' frikis, no?''
''¿Pero quién ve esas películas?''
''¡Qué aburrimiento!'' ''¡Qué películas más viejas''!
''¡No veo yo una película en blanco y negro en mi vida!''
Etc.
Pienso la frase de un magnífico profesor de historia que tuve: ''Allá tú, sigue restregándote en ese montón de... IGNORANCIA''
Mucho le debemos a ese gran hombre, puesto que él fue uno de los artífices de que hoy día pueda apreciar y disfrutar con joyas cómo la aquí presente.
Es también entonces cuándo yo me alegro de ser cómo soy y de tener los intereses que tengo.
Y por supuesto de tener los amigos que tengo.
El cine, el puro cine, el que se entiende cómo arte, sobre el que se sostienen los cimientos de hollywood; es éste. Le pese a quién le pese.
Esta es una de esas películas que de cada cien chavales de mi edad, la han visto tres, (incluyéndome yo mismo) y con suerte.
De la misma forma, de cada quinientas personas de todas las edades, apuesto a que no pasan de las quince o veinte las que la han visionado.
No digo que sea un experto en cine, ni mucho menos, ojalá algún día pueda convertirme en uno, nada me haría más feliz. No obstante, se apreciar el cine clásico y por supuesto que me entretiene y me fascina más que la mayoría del cine de ahora.
Son esos momentos en los que estoy con mis dos buenos amigos hablando de cine (por cierto, ambos, cinéfilos y usuarios de FA) dentro de un grupo mayor de personas.
Cualquier otro que se acerque a ''interesarse'' (más bien a tocar los cojones y reirse de su propia incultura y de su cerebro con capacidad de razonamiento y análisis nulos) dirá frases cómo las siguientes:
''¿Sois to' frikis, no?''
''¿Pero quién ve esas películas?''
''¡Qué aburrimiento!'' ''¡Qué películas más viejas''!
''¡No veo yo una película en blanco y negro en mi vida!''
Etc.
Pienso la frase de un magnífico profesor de historia que tuve: ''Allá tú, sigue restregándote en ese montón de... IGNORANCIA''
Mucho le debemos a ese gran hombre, puesto que él fue uno de los artífices de que hoy día pueda apreciar y disfrutar con joyas cómo la aquí presente.
Es también entonces cuándo yo me alegro de ser cómo soy y de tener los intereses que tengo.
Y por supuesto de tener los amigos que tengo.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Vayamos a lo que aquí nos interesa a todos: El Cine.
Y lo pongo con MAYÚSCULAS por que si hablas sobre ''Doce hombres sin piedad'', hablas del Cine en su máxima expresión.
Colosal crítica al sistema de justicia estadounidense, con unas interpretacines de lujo, un guión portentoso y una duda razonable que empieza cómo una utopía y que acaba por convertirse en algo completamente viable y de una probabilidad muy alta.
Cuándo los doce hombres en cuestión se sientan a discutir, salen a relucir las motivaciones personales que empujan a cada uno a comportarse de la manera en la que lo hacen, florecen sentimientos íntimos que irrumpen en un tema que debería ser algo objetivo y que en ningún caso se tomara de una forma personal.
Estos temperamentos delatan y favorecen al mismo tiempo a sus poseedores, y de paso, evidencian lo fácilmente que podía mandarse a alguien a la muerte.
Análisis exhaustivo de todos y cada uno de ellos.
La acción se desarrolla en un único escenario (a parte de los cinco minutos en el servicio) , sin embargo, da la impresión de que allí se esté desatando la más terrible de las tormentas.
Bella, elegante, culta, crítica, entretenida, misteriosa y especial.
Nada más que decir, me he quedado a gusto, muy a gusto; igual que el señor Sidney Lumet al acabar ''su'' película. Una de esas películas que pasará a los anales de la historia.
Y lo pongo con MAYÚSCULAS por que si hablas sobre ''Doce hombres sin piedad'', hablas del Cine en su máxima expresión.
Colosal crítica al sistema de justicia estadounidense, con unas interpretacines de lujo, un guión portentoso y una duda razonable que empieza cómo una utopía y que acaba por convertirse en algo completamente viable y de una probabilidad muy alta.
Cuándo los doce hombres en cuestión se sientan a discutir, salen a relucir las motivaciones personales que empujan a cada uno a comportarse de la manera en la que lo hacen, florecen sentimientos íntimos que irrumpen en un tema que debería ser algo objetivo y que en ningún caso se tomara de una forma personal.
Estos temperamentos delatan y favorecen al mismo tiempo a sus poseedores, y de paso, evidencian lo fácilmente que podía mandarse a alguien a la muerte.
Análisis exhaustivo de todos y cada uno de ellos.
La acción se desarrolla en un único escenario (a parte de los cinco minutos en el servicio) , sin embargo, da la impresión de que allí se esté desatando la más terrible de las tormentas.
Bella, elegante, culta, crítica, entretenida, misteriosa y especial.
Nada más que decir, me he quedado a gusto, muy a gusto; igual que el señor Sidney Lumet al acabar ''su'' película. Una de esas películas que pasará a los anales de la historia.