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Voto de Ferdin:
9
7,9
188.191
Acción. Aventuras. Drama
En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchísimos años después de su estreno, creo que el tiempo no ha tratado mal a "Gladiator". Ya era un magnífico espectáculo en su momento, marcó parte de la década y es "la Ben-Hur de los 2000", pero dada la "calidad" de las películas épicas y pseudo-épicas del cine actual y de los últimos años, su dimensión se ha acrecentado, pese a que para un cierto número de críticos (profesionales o no) se ha impuesto la postura de despreciarla.
Como historiador podría enumerar los diversos fallos y anacronismos, tan conocidos ya (y otros menos comentados como los delirantes pensamientos "anti imperiales" de Marco Aurelio que se sacan de la manga y su pretensión de restaurar la República) pero me gustaría centrarme en los valores puramente cinematográficos; no en vano mi actitud ante "Gladiator" , cuando la veo,es abandonar mi profesión y rendirme ante la espectacularidad. Y es que la película de Ridley Scott es sobre todo eso: un grandioso espectáculo de escaso rigor histórico potenciado por la extraordinaria banda sonora de Hans Zimmer.
Todo ello complementado, pese a la inverosímil trama, por un reparto realmente estelar, liderado por Russell Crowe en el papel de su vida (aunque no en su mejor actuación), un Joaquin Phoenix que da realmente miedo, Richard Harris aportando magisterio y el impetuoso Oliver Reed en su última aparición antes de morir borracho en pleno rodaje de la película en Malta (2 de mayo de 1999), sin olvidarse de una sibilina Connie Nielsen y otros veteranos británicos como Derek Jacobi y David Hemmings.
Siempre se recordará a "Gladiator" por el vibrante inicio con la batalla al ritmo del vals, por las frases lapidarias en entornos palaciegos o en la arena, por rescatar a la Antigua Roma para el cine, por las peleas de gladiadores con Zimmer en modo Dios y por su final.
Como historiador podría enumerar los diversos fallos y anacronismos, tan conocidos ya (y otros menos comentados como los delirantes pensamientos "anti imperiales" de Marco Aurelio que se sacan de la manga y su pretensión de restaurar la República) pero me gustaría centrarme en los valores puramente cinematográficos; no en vano mi actitud ante "Gladiator" , cuando la veo,es abandonar mi profesión y rendirme ante la espectacularidad. Y es que la película de Ridley Scott es sobre todo eso: un grandioso espectáculo de escaso rigor histórico potenciado por la extraordinaria banda sonora de Hans Zimmer.
Todo ello complementado, pese a la inverosímil trama, por un reparto realmente estelar, liderado por Russell Crowe en el papel de su vida (aunque no en su mejor actuación), un Joaquin Phoenix que da realmente miedo, Richard Harris aportando magisterio y el impetuoso Oliver Reed en su última aparición antes de morir borracho en pleno rodaje de la película en Malta (2 de mayo de 1999), sin olvidarse de una sibilina Connie Nielsen y otros veteranos británicos como Derek Jacobi y David Hemmings.
Siempre se recordará a "Gladiator" por el vibrante inicio con la batalla al ritmo del vals, por las frases lapidarias en entornos palaciegos o en la arena, por rescatar a la Antigua Roma para el cine, por las peleas de gladiadores con Zimmer en modo Dios y por su final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es bien conocido que Marco Aurelio falleció de muerte natural con 58 años (o tal vez a causa de la peste o la viruela) y no asesinado a manos de su hijo Cómodo (éste sí finiquitado por un liberto en una conspiración en el año 192). La escena es impresionante y rotunda gracias a las actuaciones y a Zimmer, pero es totalmente ficticia. Como inventada es la doctrina "contra el Imperio" de Marco Aurelio. Que éste fuera un emperador intelectual, convencido estoico a la griega y un hombre humilde y resignado como se ve en sus escritos, no quiere decir que quisiera restaurar la República en Roma y rechazara la corona, con esas frases antisistema ("No me llames César", "Ya basta de glorificar a Roma", etc). Supongo que se hace un paralelismo con los EEUU actuales, en uno de los tics habituales del cine histórico de Ridley Scott: películas ambientadas en el pasado con referencias y críticas al presente, como se ve también en "El Reino de los Cielos", "Robin Hood" y "Exodus".