"Starship Troopers" es de esas películas que en su momento, o poco después, dices "joder, qué mala es" y tras muchos años, cuando has crecido y tu mente ha cambiado, la reconoces como una de las mejores películas de ciencia ficción de los 90 y en general una implacable sátira contra el cine de acción-patriótico estadounidense (por eso fue tan incomprendida y fracasó).

También tiene el típico estilo verhoeviano de "parece de serie B y no lo es", además de los habituales toques picantes del holandés, como las duchas mixtas y los polvos rápidos. Por lo demás, los efectos especiales son de una calidad extraordinaria, sobre todo los de las naves, tanto que parecen actuales (y hablamos de 1997). La banda sonora del recordado Poledouris acompaña y da una fuerza magnífica a una película ya de por sí espectacular, entretenida, incomprendida y reivindicable, más de 20 años después de su estreno.

Brindemos por más joyas como "Starship Troopers: Las brigadas del espacio".