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Voto de Reaccionario:
5
Serie de TV. Drama Serie de TV (2013-2016). 4 temporadas. 40 episodios. Ambientada en 1909 en Londres durante un período de tiempo en que las mujeres disfrutan de una cantidad cada vez mayor de libertad, cuenta la historia de Harry Gordon Selfridge (Jeremy Piven), fundador de los populares almacenes Selfridge's. Harry fue un emprendedor visionario cuya misión era, en sus propias palabras, "hacer de la experiencia de comprar algo tan excitante como el sexo". (FILMAFFINITY) [+]
10 de julio de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prácticamente de forma paralela, ambas son del 2013, nos llegaron dos series de época sobre grandes almacenes, la británica "Mr. Selfrige" y la española "Velvet". Ni que decir tiene que la primera, que recrea la figura real del empresario norteamericano Harry Gordon Selfridge (Jeremy Piven), fundador de los populares almacenes Selfridge's en el Londres eduardiano, es anterior pero sobre todo de mayor calidad. En cualquier caso, sólo he visto y os puedo hablar de la primera de las cuatro temporadas de esta ficción, diez capítulos de un total de cuarenta, entre otras razones porque fueron los únicos que emitió La 1 de Televisión Española y ahora va a ser que no van a continuarla, y segundo porque da unos saltos temporales que le resta alicientes, pues de hecho prescinde de toda la época de la Primera Guerra Mundial, que es de las que más me gusta.

Como toda buena serie británica, la ambientación, el vestuario y la forma de reflejar el pasado son estupendos, así que si nos chiflan los productos de época en general y de principios del siglo XX en particular, como es mi caso, es una buena opción. Para más señas, la primera temporada se ubica en 1909, la segunda en 1914, la tercera en 1919 y la cuarta en 1928-1929. "Mr. Selfridge" está bien realizada e interpretada aunque la trama acaba derivando en el folletín romántico convencional con algunas referencias empresariales, que tampoco es que sean muy atractivas, y una pizca del contexto cultural, social y política, del que esperaba mayor desarrollo. Además, por si fuera poco las historias amorosas son mayormente feas así que no hay demasiado para rascar. Eso sí, recuerdo gratamente a las ascensoristas, con el uniforme que llevan y esas botas.
Reaccionario
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