Empecé a ver esta película con un poco de escepticismo. Pensaba que sería la típica película española de la Guerra Civil en la que unos son muy buenos y otros son muy muy malos, y fascistas. Al ver que era una adaptación de una novela de Javier Cercas pensé que no había ninguna posibilidad de ver una película sobre la Guerra Civil diferente (éste escribe en El País, a pesar de que he oído hablar bastante bien de él y de sus novelas, ademas de que es una persona muy cultivada y escribe sobre temas muy interesantes).
Mi sorpresa cuando empiezo a ver la película que trata sobre un fusilamiento de los republicanos sobre los nacionales en el 39, haciendo hincapié en la historia de un fundador de la Falange y la investigación que hace una joven escritora sobre el tema).
-El comienzo es bastante bueno, se hace muy interesante, aunque ya se empieza a ver que el guión no va muy allá.
-Como ya he dicho, el guión no pasará a la historia. Pequeños detalles como viajes de ida y venida de la protagonista en la investigación un poco liosos, el comienzo de la amistad de la protagonista con su amiga está cogido con pinzas, un final un poco imposible...
-Las referencias históricas están bastante bien usadas.
-La trama se hace entretenida. La historia escogida es muy acertada y estoy seguro que el libro es mejor que la película, aunque no le he leído todavía.
-Las interpretaciones van desde Ariadna Gil, que está solo bien a Joan Dalmau que está muy gracioso y convincente.
-El final no es del todo bueno, muy rebuscado.

"Goldie, dice que se llama Goldie..."
A si empieza esta espectacular película. El cómic renace de la celulosa y se hace de carne y hueso. De las películas más cuidadas que he visto, se ve que le han echado horas los directores.
La primera parte de la película nos muestran a Marv (Mickey Rourke), un matón muy violento pero con un sentido muy particular de la justicia. Cada frase de este personaje es digno de un tuit. Imposible evitar echarse varias carcajadas. Después viene Dwight (Clive Owen), un chico bueno que no quiere que las "señoritas" de Old Town sufran. Mención especial a la sensualidad de Rosario Dawson. Y por último Hartigan (Bruce Willis), el poli digno que arriesga todo para salvar a Nancy (Jessica Alba, otra que tal baila) del malvado y salido hijo del hombre más poderoso de Sin City.
El uso del color que hacen los directores de fotografía es digno de mención. El pelo de Goldie, los ojos azules de Alexis Biedel, el color amarillo de Roark, la cama roja... muy cuidado todo.
Tengo muy claro que todos los años volveré a ver este peliculón.

Recuerdo haber ido al cine con mi padre y mi hermano a ver esta película cuando apenas contaba con 13 años. Ya entonces me encantó, siempre me han gustado estas superproducciones con un buen reparto, pero no entendía ni papa de el contexto histórico en el que se desarrollaba. La Guerra de "Sucesión" era algo muy lejano a mis por entonces escasísimos conocimientos de Historia, los cuales no llegaban mas allá de un loco alemán llamado Hitler. Los conflictos sociales, el reclutamiento para combatir en guerras...
Vamos al asunto.
-La película es muy buena.
-El argumento tiene un ritmo ligero que hace que no te aburras durante mucho tiempo.
-La ambientación es perfecta. Scorsese es un genio en esos temas. Los vestidos, los bigotes enrrollados...
-El reparto, como ya he dicho, excelente. Cameron Díaz aguanta el papel bastante bien. Un acierto no maquillarla mucho y que su poco agraciado cutis recuerde al de una fulanilla "tórtola" de la época. Leo DiCaprio, ese guapete que actúa que da gusto. Desde Titanic no ha bajado el listón. Y el mejor, Daniel Day-Lewis. No he podido ver todos sus papeles, ya tendré tiempo, pero impresionante como borda la interpretación en esta película.
-El final, bueno. Sólo bueno. Un poco enrevesado, pero es cierto que otra batalla exacta a la del principio sería un poco repetitiva. Es un mal menor.
-La dirección: Scorsese que bueno eres.
-La banda sonora: Escasa pero buena. Me gustan las cancioncitas irlandesas de la época.

Cuando hablamos de "Cisne negro", mucha gente se queda solo con el recuerdo de la grandísima actuación de Natalie Portman. No cabe duda de que estamos ante uno de los mejores thrillers psicológicos de los últimos 20 años, junto con Shutter Island (con la cual comparte un argumento similar). Desde El silencio de los corderos no tuve esa sensación de miedo frío tan fuerte.

Sorprende que no haya recibido el Oscar a la mejor fotografía, Aronofsky juega con la cámara constantemente, la carga sobre sus hombros y no para quieto en toda la película realizando travellings circulares imposibles. El uso muy efectivo de los espejos le proporciona un fácil reflejo de la crisis de doble personalidad de Portman (mención especial a la escena del camerino del principio donde se usan los espejos maravillosamente). La trama no decae y te mantiene en vilo en toda la película, cosa importante en un thriller que se digne a tener buena crítica.

El reparto lo componen Vincent Cassel, que se defiende muy bien en papel con su cara insuplantable de francés de toda la vida en esta película de ballet, Mila Kunis, y Barbara Hershey, que tiene la nariz y la boca exactamente igual que Matt Damon (al menos yo lo veo así). Y por su puesto Natalie Portman, piedra angular de la cinta, con una actuación soberbia es capaz de expresar toda la contradicción y emotividad posible en un solo gesto -ver las miradas que se cruza con Mila Kunis en varios momentos de la película-.
El final no desluce a esta recomendable película

Este film carece de un argumento sólido. Un banco de los mas importantes del mundo se dedica al negocio poco lucrativo de la venta de armas y misiles a nivel internacional, en vez de dedicarse a las hipotecas, cosa mas lógica y provechosa.
Sin mucha explicación, gente muy importante de ambos lados del charco se apuntan al negocio, cosa que les cuesta la vida.
Película un poco populista. Los bancos no sólo nos sangran si no que también están a la cabeza de las guerras civiles africanas, sangrientas como ninguna.
El sabor amargo que me deja esta película es que han juntado las historias como han podido, sin reparar mucho en que pensaran los espectadores.