La nueva generación (1929)

Te trajeron al mundo… te cuidaron… te mimaron… te protegieron… ¿Cómo puedes osar ahora subestimar a esos padres que tú sabes que han sido buenos?, ¿Cómo te atreves a esconderlos o a ignorarlos? ¿Cómo negarlos ante la sociedad que te rodea?

Sucede cada día. El hijo (o la hija) prosperan económicamente. Escalan una posición social donde comienzan a sentirse importantes… pero sus padres no cambian, siguen siendo humildes y aferrados a las cosas que, para ellos, mucho han significado. ¿Puede o debe alguien arrebatarles de pleno este derecho? ¿Y quién valdrá más, aquellos que ahora tienen dinero, propiedades y lujos, a costa de quién sabe que dudosas acciones, o aquellos que llevan una vida sencilla, pero con una integridad a toda prueba?

Con “LA NUEVA GENERACIÓN”, el director Frank Capra, nos brinda una película de esas que deberían ser vistas por cada nueva generación... pues vicios, infamias y traiciones, se repiten como los días y las noches, a veces con cortas lluvias y otras como tormentas. Y las mayores humillaciones provienen, casi siempre, de aquellos que entre nosotros los colombianos solemos llamar "carangas resucitadas" (gente que cuando dejó de ser pobre, se volvió arrogante).

Filmada en el año 1929, en tiempos de la transición del cine mudo al sonoro, “LA NUEVA GENERACIÓN” fue realizada, en su mayor parte con intertítulos, y se incluyeron tres o cuatro escenas habladas que, comienzan a prepararnos para lo que se avendría después. De manera infortunada, en este ejercicio el filme pierde algo de sus virtudes, pues algunos de sus intérpretes lucen bastante nerviosos y las escenas no logran la calidad requerida.

Se trata aquí de una familia judía de apellido Goldfish: Pa, ma y dos hijos (Morris y Birdie) a los que conoceremos desde que son pequeños. Y mientras Morris, el hijo mayor, a diferencia de su humilde padre, comienza a dar pruebas de un fuerte olfato para los negocios, Birdie, la hermosa niña, nos hace saber que anda enamorada de su vecino y músico Eddie… Y esto durará hasta que son mayores, y ya Morris es un fuerte y arrojado hombre de negocios, mientras que Birdie sigue enamorada de Eddie, quien tan solo es un modesto pianista y compositor.

Comienza así un doloroso drama con choque de clases, desarraigo del pasado, imperiosos afanes de lucir importante… y otras fangosas salidas en falso, de esas que convierten los que fueran sólidos y respetables hogares, en una suntuosa y deplorable desgracia.

Muy grato ver representando a Julius -el atormentado y noble padre judío-, al magnífico actor y mejor ser humano, Jean Hersholt, en cuyo honor se establecería, en 1956, un importante premio en Hollywood al espíritu humanitario. Y de manera contradictoria, por fin pude ver un protagónico de Lina Basquette (Birdie), una atractiva muchacha con una de las vidas más tormentosas que se hayan dado en la meca del cine.

Esfuérzate responsablemente, para que tu generación dé un paso adelante en la evolución humana. Y si tus padres han sido buenos, ¡nunca jamás vuelvas a maltratarlos, porque en el infinito retumbará su llanto!