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Mujer sin pasado (1964)

Mujer sin pasado
106 min.
6,5
493
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Sinopsis
Una anciana busca una institutriz para su nieta Laurel (Hayley Mills), una adolescente caprichosa y rebelde, cuyas anteriores tutoras apenas duran unos días en el cargo. Sin embargo, un día aparece en sus vidas una misteriosa mujer, Miss Madrigal (Deborah Kerr), que mantendrá a raya a la muchacha, aún a costa de que descubra su oscuro pasado... (FILMAFFINITY)
Género
Intriga Melodrama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
The Chalk Garden
Duración
106 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Reino Unido-Estados Unidos;
Links
Premios
1964: Oscar: Nominada a Mejor actriz de reparto (Edith Evans)
1964: Globos de Oro: Nominada Mejor película - Drama
1964: National Board of Review: Top 10 mejores películas y actriz sec. (Evans)
1964: Premios BAFTA: 4 nom. incluyendo a Mejor actriz británica (Evans y Kerr)
8
El jardín de yeso
Drama psicológico realizado por Ronald Neame (1911-2010). Escrito por John Michael Hayes, adapta la obra de teatro “The Chalk Garden” (1955), de Enid Bagnold. Se rueda en escenarios exteriores reales de Brighton y Eastbourne (Inglaterra) y en los platós de MGM British Studios (Borenhamwood, Inglaterra). Producido por Ross Hunter (“Su gran deseo”, 1953) para MGM, se estrena en abril de 1964 (RU). La acción dramática tiene lugar en 1964 en la finca Belfontain (Sur de Inglaterra), propiedad de la anciana Sra. St. Maugham (Evans), que reside en ella durante los tres meses de verano.

Los protagonistas son la institutriz Madrigal (Kerr), de unos 40 años, sin familia y sin amistades conocidas, de pasado oscuro, temperamento sensible y enigmática, educada y atormentada interiormente, con signos de un cierto grado de claustrofobia, que se pone de manifiesto a través de su aversión a las cerraduras y a los espacios cerrados. La anciana Sra. Saint Maugham, de 75 años, posesiva, mandona, inflexible y testaruda, ha tomado a su cargo a la nieta Laurel (Mills). El mayordomo de la casa, Maitland (John Mills), también es el posadero de la finca. Es viudo, solitario y aficionado a la lectura. El juez Mewhirrey (Sellars) es amigo de juventud de la Sra. St. Maugham y consejero suyo. Laurel, de 16 años, es caprichosa, rebelde y voluntariosa. Tiene aficiones detectivescas y siente atracción por el fuego (piromanía).

El guión desarrolla un relato dramático que se presenta bien estructurado y ordenado con claridad. El drama emerge y avanza gradualmente en un crescendo bien administrado, que culmina en una secuencia de gran fuerza, resuelta satisfactoriamente gracias a la soberbia interpretación del elenco protagonista, especialmente de Deborah Kerr. Ésta entrega un trabajo difícil y complejo, que ejecuta con contención, mesura y precisión. El gran trabajo de Kerr constituye uno de los principales atractivos del film. Se ve secundada adecuadamente por la expresividad de Edith Evans, que a sus 75 años conserva un vigor y frescura admirables, que le valieron una justa nominación al Oscar a la mejor actriz secundaria. Cumple con corrección John Mills, padre real de Hayley Mills, que aporta elementos de una de las subtramas del relato. Hayley Mills trabaja con convicción y entrega, pero con componentes de sobreactuación que contrastan con el clima general de equilibrio, sobriedad y moderación que caracteriza el film.

La obra explora un drama psicológico planteado con coherencia y riqueza de matices, que explica con palabras llanas y sin tecnicismos para que su contenido, dimensiones y profundidad queden al alcance del público medio. Lo refuerza con apuntes dramáticos adicionales que, en diversa medida y a través de subtramas explícitas o sólo sugeridas, afectan prácticamente a todos los protagonistas, incluidos la Sra. Maugham, el mayordomo y Oliva, hija de la señora y madre de Laurel.

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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
PIRÓMANAS AGRESIVAS vs. SEÑORITA MADRIGAL
Deborah Kerr en un papel un tanto habitual, de mujer mas madura en los comportamientos que en la propia edad. Me parece que como ejercicio de cinefília tendré que averiguar aquellas de sus interpretaciones donde, en una especie de “cambio radical”, nos regale algún papel tipo "cabecita loca" o similar. De entrada, lo mas parecido que recuerdo así, a bote pronto, es su trabajo en aquella extraña cosa que se llamó Casino Royale (versión 1967) donde las sonrisas se quedaban por el camino en simples y lastimosas muecas.

Aquí interpreta un personaje difícil, he de reconocerlo, del que sale airosa y con nota. El papel de institutriz de una jovencita (Hayley Mills) cuya cabecita anda un tanto mal equipada a consecuencia de conflictos abuelo-materno-filiales con trasfondos plurimatrimoniales. Piromanías, agresividades varias y aficiones detectivescas con escalo incluidas conforman el curriculum de este personajillo a domar por la señorita Madrigal.

Como es habitual en este género de niños/as impresentables, el espectador tiene la acostumbrada tentación de estrangular a la criaturita. Recuerden al respecto La calumnia, sin ir mas lejos. Claro que ni la ficción ni la educación adquirida en el manual de buenos modales leído en nuestros años mozos permiten que vayamos más allá por lo que todo se queda en un susto. Susto del que todos acaban recuperándose gracias a un final tipo “todo el mundo es bueno” que he de reconocer que es el único posible. Cualquier otra opción hubiese sido terriblemente injusta.

En una línea de mocosa rebelde y mal criada bastante creíble, aunque un pelín sobreactuada, Hayley Mills, quien debe apechugar con su historial Boston-California-Disney, lo cual no favorece precisamente su reconocimiento como actriz de carácter. Sin embargo no hay que ser demasiado injustos con ella. Tiene sus seguidores, especialmente "born in USA". Su contrapunto, al borde de la británica flema, John Mills. Al respecto de este gran actor quiero decir que si bien es padre en la realidad de Hayley no lo era en la ficción, por lo que algunos comentarios de este film en Internet cometen un error de cierto bulto. Claro que, nada parecido a otro error leído, donde se convierte a la institutriz en un hombre.

Supongo que muchos de estos comentarios son al dictado. Es decir, no se ha visto el film. Ellos se lo pierden. Se pierden también la excepcional actuación de una de las grandes damas del cine británico Edith Evans en un personaje mezcla de principios, intransigencias y buen corazón. Y las ya citadas de Deborah Kerr y John Mills, con su muy sutil romance a cuestas.
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14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
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