arrow

Caravana de paz (1950)

Caravana de paz
86 min.
7,1
2.283
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Travis y Sandy, dos jóvenes tratantes de caballos, aceptan la oferta de guiar a un grupo de mormones que se dirigen a California para cultivar las fértiles tierras del valle del río San Juan. En medio de las dificultades del viaje se encuentran con un trío de artistas ambulantes que siguen su mismo camino: se trata de una pareja madura y la joven Denver, de quien Travis se enamora. Pero su encuentro con los Clegg, unos forajidos a los que persigue la justicia, los pondrá en graves apuros. (FILMAFFINITY)
Género
Western Aventuras Road Movie
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Wagon Master
Duración
86 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
9
Obra maestra disfrazada de modestia
Algunos de los mejores momentos de ese genio absoluto del cine llamado John Ford se encuentran en las que ,a menudo injustamente, son consideradas obras menores suyas. En teoría Wagon Master pertenece a ese grupo. Sin embargo, en esta película -como en "No eran imprescindibles", "The rising of the moon" y tantas otras de sus obras menos conocidas- encontramos mucho del Ford más libre y genuino.

Película de argumento leve, casi anecdótico, Ford se siente en su salsa filmándola, y se nota. La pantalla se va llenando de profundidades y matices inesperados; los gestos, el trabajo, la cotidaneidad imprsionante de esa caravana de colonos en lucha contra la naturaleza y los mil peligros que les amenazan se convierte en epopeya de la lucha del ser humano por superarse y encontrarse.

La cámara de Ford huye de lo obvio y se recrea allí donde una mirada mediocre no encontraría nada salvo polvo y cactus. Con la verdad de un documental y el arte de un drama, Ford sabe descubrir en un cubo de agua, una rueda que se rompe, una tormenta o una estampida, amor, dolor, ilusiones y sueños. Pasiones profundamente humanas.

Petróleo artístico construido con sedimentos de gestos y miradas.

La capacidad de Ford para captar un punto de vista y su contrario en la misma historia y saber mostar los dos sin traicionar ninguno y no traicionarse tambièn está presente en Wagon Master. Como en La Diligencia, Fort Apache y otras muchas. Los indios. Demonios, enemigos, seres humanos. Demasiado humanos.

La cámara de Ford siempre baila y canta. Y lo hace como nadie. Con los colonos blancos, con los indios, hasta con los forajidos más detestables. Ford construye a partir de detalles tan pequeños como inesperados poemas de un plano, o una mirada, sobre la solidaridad y la convivencia humana. Y sobre lo teriblemente difícil que resultar alcanzar ambas.

Ford ,al que no se le conoce ninguna gran comedia ni musical, filma como nadie el humor, las canciones y los bailes, construyendo musicales y comedias tan imposibles como fugaces en medio de la historia más dramática.

Ford libre para hacer lo que le da la gana. Gran cine disfrazado de modestia que hay que disfrutar como los vinos muy especiales. Además de con buen paladar, con paciencia y sin prejuicios, ni prisas, ni móviles sonando ni ruidos. Dejándose llevar por cada escena y cada movimiento de cámara.
[Leer más +]
71 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
The Chuckawalla Swing
Es “Wagon Master” una de esas muestras irrefutables de lo grande que llegó a ser John Ford. Después de haber cambiado la historia del western con su trilogía de la caballería, y situarlo en un lugar preferente en la historia del cine, el cineasta afrontó el rodaje de esta pequeña joya que, aunque no contó con los recursos que manejó en sus anteriores films, si pudo presumir de haber sido creada y concebida sin ningún tipo de ataduras por parte de los grandes estudios. Libertad creativa total para un Ford que trabajó con sus propios actores, con su propia historia y en el lugar donde quiso.

Y así nace esta película. Un film que respira conciliación por todos sus poros y donde el espíritu de los pioneros que se adentraron en el recóndito y desconocido Oeste adquiere tintes épicos. Épica que viene marcada, sin duda, por las pretensiones de un director que hace del viaje de esa caravana algo más de lo que en un principio puede parecer. Sin aparente esfuerzo, y con sus habituales recursos “made in Ford”, el camino que emprenden esos mormones se llena de esperanza, alegría, solidaridad y de humanidad. Vuelven a aparecer los bailes, símbolo absoluto de la colectividad y del esfuerzo común para llegar a la tierra prometida; también el protagonismo mayor del paisaje, de nuevo, como principal obstáculo a los sueños de tantas personas y que Ford negocia tan magistralmente como solo en él es de esperar: Monument Valley erigida en geografía portentosa o esas carretas cruzando ríos de una manera tan fantástica que supera lo cinematográfico.

Luego, el hilo argumental es simple, sencillo y sin muchas trabas. La lucha y la violencia se dejan para justo el principio y el final y son simplemente caminos de tránsito obligado para llegar a lo más profundo de este western. Los mormones, los indios navajos, la familia de forajidos Clegg, el Dr. Locksley Hall y sus cabareteras, Travis y Sandy…todos forman parte de un cuento lleno de realismo y superación donde las canciones de los pioneros sirven de banda sonora a un viaje que, como bien nos enseña el director de los directores, tuvo que ser tan inolvidable como enriquecedor.
[Leer más +]
34 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Caravana de paz
Fichas más visitadas