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España España · badajoz
Voto de deivi:
9
Drama Randy "The Ram" Robinson (Mickey Rourke) es un luchador profesional de wrestling que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, decide poner un poco de orden en su vida: intenta acercarse a ... [+]
7 de enero de 2009
42 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Darren Aronofsky consolida poco a poco su innegable condición de autor prodigio dentro del actual cine americano, un cineasta salvaje con alma indie que realiza obras de notorio riesgo, películas experimentales y a contracorriente, un cine cada segundo más personal y tremebundo, así, sin parches ni excesos disecciona en The wrestler una reflexión triste y fulminante de un personaje que viene a engrosar dignamente todo el glosario bendito que el 7º arte ha dado y dará de los perdedores, un solitario que vaga sin rumbo hacia los infiernos, un Mickey Rourke que logra (papelón creado a su imagen y semejanza) esa fragilidad necesaria para raptar sentimientos y ganar fieles seguidores en su oscuro sacrificio interno.

El luchador se representa en arrebatadora catarsis emocional, puro terrorismo cinematográfico, una plegaria que Aronofsky inmortaliza en la piel de un guerrero agotado, un ritual de dolor y filosofía vital, una de las más directas confesiones sobre la propia existencia.

Randy “The Ram” no cicatrizará del todo sus heridas en la hermosa historia de amor, mimada por Aronofsky con romántica melancolía, con una madre stripper, papel que Marisa Tomei materializa en milagro, quedando ya muy lejos su polémico Oscar de manos de Jack Palance y demostrando una increíble madurez tanto física (luce una figura despampanante) como interpretativa, una mujer que verifica su buen gusto a la hora de elegir sus trabajos, ella junto a Rourke son la química que hace rodar esta magullada colección de lamentos. Un mártir (muy bueno el momento en que Cassidy le dice a Randy si ha visto o no La pasión de Cristo) que busca en el fin del abismo una familia perdida, una hija despechada por la ausencia de un padre en el tiempo, una paz que solo habitará en su dura profesión de batalla, de rugir en un cuadrilátero que no podrá dejar jamás. Aronofsky filma un trozo de vida con la naturalidad y fiereza de un drama TOTALMENTE RECOMENDABLE.

LO MEJOR: La curiosa y detallista ojeada al oficio del wrestling, el respeto y cariño entre compañeros de profesión. La colosal performance de Rourke, el otrora sex simbol de los 80 resucita en un acierto de cast inaudito. Marisa Tomei, de un atractivo cegador, el combate/discurso final, la relación triangular entre Randy, Cassidy y su hija Stephanie (Evan Rachel Wood, la dulce chica de Across the Universe) y la faceta de Darren Aronofsky como director/productor.

LO PEOR: Que las vivencias de los “loser” sean un redil común en el cine y que pueda tener ciertos ecos de Rocky Balboa, última y decente entrega de la famosa saga pugilística.
deivi
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