Tampoco hay que exagerar cuando se habla de que "Embajador en Oriente Medio" es una película de intriga. Para mí más bien es un drama con unos toques de política de altos vuelos y poco más. Con un reparto que se quiere excepcional, pero trufado de actores en la recta final de su carrera, la película naufraga por el "buenismo" del que dotan al papel del Embajador de EEUU en Israel, un impecable Robert Mitchum, mal secundado por un Rock Hudson que demuestra una vez más en esta película que el título de "sucesor de Cary Grant" le venía muuuy grande.

Que nadie espere tampoco una película con mucho contenido político. Ni se va a dar una clase de política sobre Oriente Próximo, término más exacto que "Oriente Medio", más allá de los tópicos de que en ambos lados del conflicto israelo-paelstino, hay gente buena y mala. Ahora bien..