La primera, a mi juicio, la menos interesante, tiene que ver con las heroicidades, acrobacias y piruetas increibles del hombre-araña por los tejados de Manhattan, y pretende contentar a los aficionados al comic de diversas generaciones, ya que por lo visto utiliza a un villano del período clásico, el moldeable y atormentado Sandman, y a otro de reciente aparición en las últimas publicaciones dedicadas al personaje: su propio y perverso alter-ego: Venom. Su desarrollo contiene toda la espectacularidad, desmesura y efectos digitales que se supone debe contener un film de acción y superhéroes en la actualidad.

La segunda línea narrativa está centrada en cerrar las tramas iniciadas y no resueltas en las dos anteriores entregas:

La venganza y redención del hijo de su archienemigo, e íntimo amigo de Peter Parker, "el Duende Verde", que apareció en la primera entrega en una notable aproximación de Willem Dafoe al mito de Jekyll & Hyde.

La resolución del asesinato del tío del protagonista, en un original giro de guión, que llevará a nuestro super héroe al acto de máxima heroicidad: comprender y perdonar a un enemigo.

Y la conclusión de los amoríos de Peter, con su vecina Mary Jane, que conocerán en esta entrega, el demonio del despecho y los celos.

La curiosidad de esta parte, reside en el carácter de triología no declarada que el guión otorga al film, aunque estos cierres de trama, no supongan el fin de sus aventuras, ya que Sony ha anunciado su intención de rodar tres nuevas entregas, y en Broadway se está preparando el estreno de un musical inspirado en sus aventuras.

La tercera y más interesante, por adulta, línea narrativa, tiene que ver con el desarrollo de los personajes y sus motivaciones, destacando la interpretación del trío protagonista, unos correctos Tobey Maguire, Kirsten Dunst y un, menos notable, James Franco, que han sabido hacer evolucionar a sus personajes, de los tímidos adolescentes de la primera entrega, a los jóvenes profesionales urbanos de ésta, en la que los tres saben mostrar con verosimilitud su lado oscuro, dejándose arrastrar por el egoísmo y los deseos de venganza, demostrando que las peores pesadillas, no tienen porque provenir del espacio exterior, ni adoptar formas monstruosas, sino que acostumbran a gestarse en los más recónditos laberintos del alma humana.