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España España · Kuala Lumpur
Voto de Sirope:
7
Terror Una mujer desea fervientemente que su hijo que falleció en Vietnam, regrese a la vida. Al regresar al hogar, su conducta es rara, se lo ve muy compungido, distante y abstraído. Andy no come, no quiere que los demás sepan de su regreso y se pasa todo el día meciéndose en la butaca de su habitación o en el patio... lo malo es que necesita sangre para sobrevivir. Cruel y demoledora metáfora sobre la guerra del Vietnam y las consecuencias ... [+]
5 de abril de 2015
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre finales de los 60 y principios de los 70 la sociedad norteamericana pasaba por una de sus épocas más oscuras: los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy, la crisis del petróleo, los conflictos raciales, el escándalo Watergate, el descontento general respecto a la guerra de Vietnam, la aparición en escena de Charles Manson, el duro enfrentamiento entre el FBI y "Los Panteras Negras", el incremento de la criminalidad y la inseguridad ciudadana... Semejante tensión política y social encontraría en el cine de terror su lógica expresión. George A. Romero abrió la veda con "La noche de los muertos vivientes". Wes Craven con "La última casa a la izquierda" y "Las colinas tienen ojos", Tobe Hooper con "La matanza de Texas" y Larry Cohen con "Estoy vivo" le siguieron. El propio Romero marcaría un punto de inflexión con su discurso anticonsumista en "Zombi". Otros autores como John Carpenter ("Están vivos"), Samuel Fuller ("White Dog"), Joe Dante ("El ejército de los muertos") o Frank Darabont ("The Mist") tomarían buena nota para sus futuros proyectos.

En este mismo contexto, Bob Clark, otro director primerizo, libremente inspirado en "La pata de mono" (William Wymark Jacobs, 1902) realizaba añadía una evidente alegoría: un joven que regresa de Vietnam convertido en muerto viviente (suerte de estrés postraumático) dispuesto a tomarse su propia revancha. La descripción de la familia conservadora de clase media que nos ofrece el director es brutal, con esa madre dominante y ese padre huidizo que se niega a exigir responsabilidades. El look sucio y áspero del film (rodada en 16mm) resulta favorecedor para la creación de una atmósfera turbia, triste, provocando un desasosiego que va in crescendo (al igual que en "La matanza de Texas", la violencia sugerida impacta más que la explícita). Tom Savini, gran maestro del maquillaje que empezaba aquí su trayectoria, fue primero fotógrafo en Vietnam y se inspiraba en los horrores vividos en la guerra para su trabajo (!!). Por su parte, Bob Clark firmaría otras tres joyas (semi)ocultas del género: "Black Christmas", "Deranged" (como productor) y "Asesinato por decreto".
Sirope
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