Haz click aquí para copiar la URL
Voto de JuanCádiz:
9
Drama. Romance Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) es un ambicioso y joven profesor de tenis con escasos recursos económicos. Gracias a su amistad con Tom Hewett (Mattew Goode), consigue entrar en la alta sociedad londinense y enamorar a su hermana Chloe (Emily Mortimer). Tom, por su parte, sale con Nola Rice (Johansson), una atractiva americana, de la que Chris se encapricha nada más verla. El azar, la pasión y, sobre todo, la ambición llevarán a ... [+]
21 de enero de 2010
55 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando hago un alto en el camino echando a un lado las películas que tengo aún por ver, para hacer un repaso y disfrutar de las que ya conozco, realizando un segundo, tercer, o cuarto visionado. He aquí la magia de una gran dvdteca personal; Sin miedo a posibles decepciones con cada misteriosa nueva entrega, yendo directamente al deleite con lo que sí se de antemano que me va a satisfacer.
Hay quien no le gusta tragarse una película repetida. A mi me fascina hacerlo; repasar de entre los cientos de títulos que adornan mis estanterías y seleccionar cual videoclub casero las joyas a saborear: y creo que gano con ello, pues tengo la capacidad de emocionarme, sufrir, reír o vibrar nuevamente con aquello que estimula mis neuronas cinéfilas, aunque el factor sorpresa ya no esté presente.

Sin embargo, son en estos ciclos de gloriosas repeticiones cuando me doy cuenta que no hay película en el mundo que te pueda transmitir exactamente lo mismo con cada nuevo visionado. No hablo de aquel -factor sorpresa- al que aludía lineas atrás. Me refiero a tu posicionamiento con respecto a un personaje. Tu manera de juzgar una situación, tu sensibilidad con el mundo que se narra dentro de la película.
Podría una mujer, por ejemplo, ver por segunda vez "Los niños de San Judas" siendo madre y parecerle terriblemente más dramática que cuando la vio años atrás sin tener hijos en este mundo.
Nosotros vamos cambiando. Aquellas mismas cintas lo hacen para nosotros. Esa es la magia del cine.

En Match Point, encuentro una película perfecta para exponer todo este pensamiento que me va fluyendo mientras voy escribiendo. La obra de Allen es un fantástico drama amoroso en los que toma protagonismo todos los ingredientes posibles dentro de una relación tormentosa. Seguro estoy que cada cual encuentra en ella a su propio yo en un tiempo quizás pasado: El infiel, el engañado y el tercero en discordia en espera de esa oportunidad que nunca termina de llegar.

Match Point pone toda la carne en el asador narrando ese peligroso triángulo sentimental, parando y analizando sin prisas cada una de esas tres posiciones.
+ No muestra tan sólo lo miserable que es un infiel; también te dice que no es más que una pobre víctima de los acontecimientos.
+ No sólo presenta el victimismo del engañado; también te señala que hay quien no sabe cuidar lo que se tiene.
+ No sólo expone que el tercero en discordia mete las narices donde no debe; además te revela que no es más que un mártir desdichado que sufre el castigo de una promesa incumplida.

Y todo ello te lo ofrece de una única manera. Aunque tú lo percibirás de distintas formas según va pasando el tiempo pues las experiencias que vas agarrando te hacen ser un poco más cómplice de Chris, Chloe o Nola. Así, como digo, la nueva percepción del film depende de cuanto tiempo pasó desde la última vez que la disfrutaste. Y por supuesto, también influirá qué hiciste con tu vida durante todo ese mismo tiempo que fue pasando.
JuanCádiz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow