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Voto de Strhoeimniano:
10
Comedia Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado ... [+]
27 de mayo de 2005
117 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay sentencias que suelen ser exageradas; pero si queremos ser justos con esta película sólo podemos decir que es la mejor comedia de todos los tiempos. Gansters y comedia puede, a primera vista, ser un cóctel difícil de realizar. I.A.L. Diamond y Wilder no sólo lo consiguen sino que nos ofrecen momentos antológicos en esta farsa sin la acostumbrada acritud del director que, en ocasiones, amarga nuestras risas.
La historia es la de dos músicos que se ven obligados a travestirse tras ser testigos de la matanza de S. Valentín e ingresar en una orquesta de chicas para desaparecer durante un tiempo. Este pretexto argumental dará pie a que Wilder a crear una galería de personajes inolvidables, mostrando a estas dos víctimas involuntarias no sólo el universo femenino, sino también el proceder del hombre frente a éste.
El trío protagonista alcanza una altura insuperable. Wilder sabía el material que manejaba. La presentación de Marilyn es antológica (nunca estuvo mejor que en esta película). En un plano medio vemos avanzar a esta mujer con tanto movimiento que Lemon se preguntará si lleva un motorcillo o algo así; después cortará para enfocar sus caderas y que veamos en todo su esplendor a qué se está refiriendo, un vapor estratégicamente situado hará el resto. ¿Qué decir de Lemon? Con esta película inició la fecunda relación con Wilder, a él le corresponden los momentos más cómicos de esta película. Está espléndido en la relación que mantiene con Joe E. Brown, viejo y encantador millonario; pero también cuando vive el sueño de cualquier hombre (verse rodeado de bellas mujeres) como una pesadilla. Tony Curtis está más Gary Grant que nunca y borda el papel de millonario impotente al que Marilyn aplicará su mejor terapia.
Nada sobra, nada falta en esta película... Y aunque nadie es perfecto, una obra maestra como esta se libra de la maldición.
Strhoeimniano
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