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España España · Madrid
Voto de Tomine:
4
Drama. Comedia Raimunda (Penélope Cruz) es manchega, pero vive en Madrid. Está casada con un obrero en paro (Antonio de la Torre) y tiene una hija adolescente (Yohana Cobo). Su hermana Sole (Lola Dueñas) se gana la vida como peluquera. Ambas echan de menos a su madre (Carmen Maura), que murió en un incendio. Pero, inesperadamente, la madre se presenta en casa de su hermana (Lampreave); después va a ver a Sole, a Raimunda y a Agustina (Portillo), una ... [+]
23 de agosto de 2010
107 de 188 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien, no sé muy bien por dónde empezar.

Veamos... La doble escena de Blanca Portillo en el plató de televisión y después con las hermanas, la escena explicativa de Carmen Maura en el parque con su hija y la “célebre” interpretación del tema “Volver” por Penélope Cruz.

Estas tres escenas, para cualquier director bueno, malo, regular, genial o tirandillo, no pueden pasar el corte en la sala de montaje.

No puedes forzar los guiones de esa manera. O mejor dicho: no puedes dejar que el guión, que debería ser invisible, te fuerce la película de una forma tan antinatural. Si tú quieres A, en modo alguno es una opción poner a un personaje diciendo “Es que pasó A, y luego hice A. Por eso ahora te pido A”. “Sé que fue muy duro para ti ser A, pero por mucho A que tomemos, A se nos puede volver en contra”. “Olvida eso, siempre nos quedará A”... Un momento. Me acabo de dar cuenta de que hasta mi manipulador ejemplo en base A es más elegante que sus diálogos empuja-escenas. Será por aquello de la tangencialidad. Porque en el fondo el cabronías de Almodóvar, los dos lo sabemos, no pone a sus Audrey Hepburns a decir “siempre nos quedará A”. Las pone a decir “A”. Sin más.

Ahora hablo en general, y Dios sabe cuánto me aburre esto. Los aspectos de puesta en escena, iluminación, montaje, dirección de actores (¡sí! ¡sorpresa!) y en definitiva todos los destinados a dotar de vida a una imagen son francamente mejorables. Por no hablar del trabajo en los diálogos (“Hola. Estamos rodando una peli. Buscábamos un restaurante para que coma la gente.” “Ah. Y a cuánto por persona, más o menos?” “Pos unos diez euricos”. “Ah, pues mira. ¿A qué hora sería?”). A todo aquel que haya rodado alguna vez un corto amateur con los colegas, estas líneas le serán familiares. Seguramente, en el segundo corto uno ya habrá corregido estas cosas porque de los errores se aprende. Almodóvar, no sé cuántos Oscars y Goyas después, aún los sigue cometiendo.

La escena de Pe cantando no funciona. No sé si es porque la chica hasta se muerde el labio de la “emosión”, porque la actriz en ningún momento se me revela como auténtica en su papel o porque Pedro nunca vio “Río Bravo”. Sólo sé que es un quiero y no puedo.


Almodóvar. Tío. Que ya peinas canas en los huevos. Que a tu edad no puedes seguir siendo tan cutre. Cutre podías ser con “Pepi, Luci, Bom”, no ahora. Ahora ya deberías ser decadente, manierista... Esas cosas que son los genios.

Ya... No hace falta que contestes. Venga, esta ronda la paga Boyero. Por las noches de cine que me prometiste y nunca me diste, Pedro. Por A.
Tomine
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