Una especie de tradición es el ir con mi chica el día de Navidad al cine. Total, después de comer con la familia queda una tarde sin grandes ofertas de ocio a las que agarrarse. Después de mirar la cartelera, casi tenía claro que ver otra vez El Rey León sería la mejor opción (la oferta de mi ciudad no es muy amplia y El Rey León es una de las mejores películas de animación de siempre). Pensé que mi chica estaría de acuerdo conmigo, pero no, hoy tenía uno de esos días en los que apetece ver una pastelada. Al oír el título pensé que sería algo estilo Resacón en las Vegas, pero según me contaba era una comedia romántica coral al estilo Love Actually. Eso no me disgustó nada, al fin y al cabo cuando vi Love Actually pasé un rato muy agradable y entretenido.

Ahora después de ver esta película diré que es probablemente una de las comedias románticas más estúpidas que he visto en mi vida. Nunca he sentido más vergüenza ajena en mi vida viendo una película. Nunca vi una película con más tópicos amorosos y tan mal llevados. Y en ningún momento tuve posibilidad de esbozar una sonrisa mientras la veía, pues el humor era ridículamente simple. Juntar un reparto así para hacer esto es una vergüenza. Esta película llega hasta el punto de hacerme perder algo más la consideración a la cultura y a la sociedad americana.

Al salir del cine no quise ser muy vehemente mostrando mi opinión porque al fin y al cabo la película la había elegido mi chica y no quería que se sintiese mal. Tal y como están las cosas malgastar el dinero así es casi ofensivo. Por eso si aún estáis a tiempo, no vayáis a verla.

Le pongo un tres con cierto dolor porque existen por ahí películas como Misión Imposible 2 o Wicker Man, que se hacen pasar por cosas serias y son aún peores. Aquí en cierto sentido sabes a lo que vas.