Un grupo de frikis internautas, fans de una famosa (ahora no recuerdo a que se dedicaba la homenajeada, pero tanto da), se reunen para conmemorar el primer aniversario de su trágica muerte. Cada uno de ellos es aún más impresentable que el otro, hasta formar un bucle de gilipolleces que cuesta saber quien de ellos está más para darle de comer aparte, pero de sus subnormaladas se va descubriendo que todos hicieron algo para ser el fan número uno, y que para ello todos se involucraron con la difunta diva hasta ser parte de la tragedia. El secreto se desvelará a partir de sus confesiones, y hasta aqui puedo narrar la trama.

El planteamiento es bueno, y el argumento es atractivo: pero la puesta en escena es simple teatro filmado, con un solo decorado (excepto contados flash-back en el que hasta llegan a salir exteriores), que debería basar su fuerza en los diálogos y las interpretaciones, siendo los primeros pésimos, reiterativos y cansinos, y las segundas simplemente lamentables en su sobreactuación y falsedad evidente.

¿Que nos queda?: pues una buena idea desaprovechada por el triste bagaje interpretativo, y sobre todo por la interminable longitud del metraje. Decir que se hace aburrida es decir poco. Pese al interés inicial, las ganas de saber que le sucedió en realidad a la diva acaba por importar nada y menos, a base de divagaciones y repeticiones.

Tan solo recomendable para aprendices de guionista, que quizás ellos puedan imaginar como habria que rehacer semejante tostón para que sea del todo interesante y no solo en su principio. Para el resto, mejor mirar como se va consumiendo una cerilla hasta que haya que bufar, por no joderse los dedos, que contemplar durante tantísimo rato interpretaciones ñoñas recitando monólogos interrumpidos por otros monólogos, que pueden llegar a provocar lesiones graves en las cervicales de tanto y tanto bostezar a mandíbula partida.