En los años 80 aún la cinematografía italiana trataba de defender su espacio en las salas de cine de Europa, estrenando filmes de todos los géneros posibles, aprovechando los caminos que abrían los éxitos del cine hollywoodiense. Imitaciones de Conan, de películas de terror - donde fueron grandes creadores - y de alienígenas variaditos, entre otros géneros. El caso era adaptarse o morir, como, desgraciadamente, ocurrió al finalizar la última década del siglo XX. Dentro de estas imitaciones, el film Alien de Ridley Scott (1979) inspiró a dos filmes: el presente y otro con el título aún más descarado: "Alien 2: sobre la tierra", así, a pelo.

El filme que tenemos entre manos, de guión normalito, para ser lo que es, no está nada mal. Hay secuencias muy logradas, como la del barco maldito, que recuerda a clásicos como Drácula, la de la cueva en Marte, o la de la abducción de dos de los protagonistas en el tramo final, que recuerda a uno de los episodios más desasosegantes de Espacio 1999, "El reino del Dragón". Los efectos especiales para la época son aceptables. La ambientación y los exteriores también están trabajados. Lo más obsoleto son esos diálogos carpetovetónicos y muy machistas, entre la protagonista femenina - la jefa de la misión- y sus dos apoyos, el astronauta aguerrido y el policía graciosillo.

El resultado, si uno es generoso y de amplias miras, divertirá a los fans de la ciencia-ficción ochentera. No todo van a ser clásicos, aunque sin duda, este film fue un clásico de videoclub.