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España España · Barcelona
Voto de Harry Lime:
7
Western. Drama En Arizona, en el Fuerte Linton, se celebra un consejo de guerra para juzgar a un sargento negro acusado de la violación y el asesinato de una joven blanca. El sargento Rutledge, ha sido siempre un militar valiente y ejemplar, un modelo para todos sus soldados, pero ahora el ejército le cree culpable. (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2008
31 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rodada a continuación de “Misión de audaces”, Ford hace una nueva incursión en el tema de la caballería. Parece, después de ver el film, como si hubiera querido dar una nueva, última y definitiva vuelta de tuerca en su discurso desmitificador de creencias firmemente arraigadas en la crítica y el público respecto de sus posturas personales.

Si en la soberbia “Mision de audaces” caía con estrépito el mito del Ford militarista, en “El sargento negro”, aún sin ser uno de sus mejores films es, sin embargo, un film considerable que deja sin argumentos a todos aquellos miopes que siempre etiquetaron al maestro, antes de militarista y ahora de reaccionario racista, con un discurso diáfano y contundente contra el racismo más abyecto presente en la hipócrita sociedad americana.

El consejo de guerra al que se enfrenta el sargento de color Rutledge (Woody Strode), de intachable y brillante hoja de servicios, acusado de la violación y asesinato de una joven blanca y de su padre, el comandante del regimiento, y la defensa que de el hará el teniente Cantrell (Jeffrey Hunter), basándose en el testimonio decisivo de Mary Beecher (Constance Towers), son el sustrato argumental de este notable film de Ford.

Mezclando con habilidad el western con el film sobre juicios. Partiendo de un guión con elementos de thriller, no por efectista menos efectivo, Ford plantea el film como un puzzle de vigorosas imágenes. Con una estructura narrativa sustentada en brillantes flash-backs que hacen avanzar la acción, Ford va reconstruyendo, de forma maliciosamente alambicada, a través de las declaraciones de los distintos personajes implicados, los sucesos tal como estos supuestamente sucedieron; fotograma a fotograma; plano a plano, secuencia a secuencia, hasta llegar a esa impactante y sorpresiva resolución final, que consigue sorprender al espectador.

Con un tempo de implacable progresión dramática y un ritmo que no decae en ningún momento, “El sargento negro” mantiene vivo el interés del espectador a lo largo de todo el metraje. Ford alterna las secuencias que se desarrollan en el interior de la sala donde se celebra el consejo de guerra, -con una fotografía que enfatiza, sobre todo, las declaraciones de Mary Beecher, iluminándola al tiempo que oscurece la sala-, con logradas secuencias en exteriores, tanto diurnas como nocturnas, en las que visualizamos los acontecimientos que nos van contando cada uno de los protagonistas.

Rodado en un periodo de plena madurez creativa de su autor, la magnifica dirección de Ford, la elaborada y por momentos artificiosa puesta en escena, y su brillante trabajo de dirección de actores, al frente de un reparto sin grandes estrellas que, sin embargo, cumple con creces, aderezado todo ello con esos toques de humor tan fordianos, hacen de “El sargento negro” un film muy interesante, de visionado altamente recomendable.


Francesc Chico Jaimejuan
Barcelona, 5 de junio de 2008
Harry Lime
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