Los juguetes han regresado para una cuarta aventura, cuando ya creíamos que se había terminado hace nueve años con la tercera, y más que notable, entrega de Toy Story. Ni hablar, porque al parecer tienen más que enseñar y explicar al gran público. Para mí, las dos primeras son unas obras maestras de la animación y, aunque Toy Story 3 cerraba muy bien la trama no me acabó de gustar el apartado de los antagonistas. No sé, la veía por momentos demasiado oscura y aterradora, un gran cambio con respecto a las anteriores. La que ahora nos ocupa, en mi opinión, vuelve a tener el espíritu de antaño, en el que regresan los principales protagonistas junto a nuevas incorporaciones que, de alguna manera, puede que consigan divertir a la audiencia, tanto a los más pequeños como a los adultos. Tras ver el último tráiler, creía que los nuevos personajes secundarios no llegarían a ser completamente de mi agrado, como pasó con la tercera parte, pero por suerte la cosa ha salido muy bien. Les acabas cogiendo cariño y esto es algo muy positivo. Puede que sea una cinta de "dibujos animados", pero no es tan infantil como nos haría suponer, tiene pasajes, secuencias que causan algo de mal rollo, al menos en mi caso. La animación en Pixar cada vez es más realista y veo que ha mejorado mucho tras nueve años sin película de Toy Story. El rostro humano faltaría perfeccionarlo más, pero a modo general es sensacional. Muy disfrutable de principio a fin, no hay tomas faltas durante los créditos finales, pero hay algunas secuencias adicionales. Así que, yo os recomendaría quedaros hasta el final. Esperemos que no sea el adiós definitivo para Woody, Buzz y compañía, y nos regalen una nueva historia bien pronto, aunque todo esto dependerá de la buena acogida en la taquilla tanto de Estados Unidos como del resto del mundo. Mi nota final es de 9/10.