De nuevo una película que toma la idea de reiniciar el tiempo una y otra vez, como en las películas que cito en el título de la crítica, pero con dos novedades. Una la comento en spoiler, y la otra consiste en que al principio es el protagonista el único que se da cuenta de que está en un bucle, pero a medida que se repite el bucle, el resto de personajes comienzan a darse cuenta, y la historia de cada bucle empieza a variar, a medida que unos y otros utilizan en su beneficio lo que ya saben de anteriores bucles.
Hay que estar atentos a lo qué está contando la historia, y en qué mundo se ambienta, porque va soltando pistas con cuentagotas. Igual que en la película de Tom Cruise, se se ambienta en un futuro post-apocalíptico, en esta ocasión el fin de las fuentes de energía han sumido el mundo en el caos. Un caos gobernado por una multinacional llamada "Torus" y un grupo de resistencia llamado "El bloque" El personaje central ha construido una máquina "ARQ" que da energía sin límite, pero también tiempo sin límite.

Aceptable ópera prima de Tony Elliot. que saca adelante una película interesante con escasos medios, ayudado por el buen trabajo de los actores, destacando Robbie Amell, primo del mismo actor que encarna a "Arrow" (ambos actores son como dos gotas de agua)