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Voto de Álex del Arco:
5
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Como periodista, Eddie Brock (Tom Hardy) lleva tiempo intentando desenmascarar al creador de la Fundación Vida, el famoso genio científico Carlton Drake (Riz Ahmed), una obsesión que ha arruinado su carrera y su relación con su novia, Anne (Michelle Williams). Al investigar uno de los experimentos de Drake, el ente alienígena Venom se fusiona con el cuerpo de Eddie, y el reportero adquiere de pronto nuevos e increíbles superpoderes, así ... [+]
15 de octubre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El personaje de Venom ha sido una parte esencial en mi vida desde que yo era muy, muy pequeño. Es mi enemigo favorito de Spiderman (primer superhéroe del que jamás leí), y lo considero uno de los villanos más carismáticos, originales e interesantes en general. El primer cómic que yo he dibujado nunca (con no más de 7 u 8 añitos) fue de Spiderman contra Venom y Matanza. Así que no me vale la excusa de "odias por odiar", "no te gusta Marvel", "te dejas llevar por la opinión de los demás" o alguna gilipollez de semejante calibre. Ojalá, y repito, ojalá pudiera ir yo a una sala de cine a ver una película de Venom portagonizada por Tom Hardy y salir encantado al terminar. Pero no es el caso.

Nada más comenzar, uno ya puede hacerse una idea de cómo va a ser el filme. La primera media hora es una introducción sosa y apresurada de personajes planos por los que el espectador no se llega a preocupar, que no paran de tomar decisiones estúpidas y se comportan de formas poco coherentes. La trama se basa en una sucesión constante de clichés enervantes que crean una molesta sensación de déjà vu ("ya hemos visto esta película antes"). Las lagunas argumentales son gigantescas y descaradas, da la impresión de que el guion fue escrito en una noche de botellón. Lo único que salva a Eddie Brock durante este fragmento es Tom Hardy, un excelente actor cuyo talento ha sido desperdiciado en esta ocasión. ¿La relación amorosa de Eddie? Innecesaria, absurda y mal llevada. ¿Su trabajo y posterior despido? Nada, ¿a quién le importa?
Todo mejora cuando el simbionte entra en escena, dejándonos entrever parte de lo que Venom podría haber sido y nunca fue. El aspecto del monstruo es brutal (para mi gusto le falta la araña en el pecho, aunque no lo critico ya que entiendo por qué no la han puesto). Es grande, intimidante y horrible en el buen sentido; todo aquello que Venom debe ser (y debería haber sido en la versión del 2007). ¿Lo mejor? La divertida y entretenidísima relación Eddie-Simbionte. Las interacciones entre ambos, sus diálogos conflictivos e insultos cariñosos son muy disfrutables y consiguen inmediatamente que nos encanten e importen los dos personajes. La película se habría beneficiado enormemente de ella, de haber sido tratada con algo más paciencia y talento. En el tramo final, desafortunadamente, la desarrollan tan apresuradamente como el resto del metraje. Por ello se siente demasiado forzada, cuando podría haber sido magistral.

En cuanto a la acción, esta deja mucho que desear. No hay ni un sola imagen de Venom a la luz del día (para tapar un CGI deficiente), de manera que muchos planos son excesivamente confusos. Las secuencias de pele son escasas y cortas. Dependen demasiado de los efectos especiales y estos son bastante pobres. Son golpes aleatorios e incomprensibles de alienígenas hechos descaradamente por ordenador. Todos sabemos cuál es la razón del desastre que ha terminado siendo este filme: la tijera que, según el propio Tom Hardy, ha quitado las mejores escenas para que Venom pudiese obtener la calificación PG-13 en vez de R (la calificación que estaba prevista al principio). ¿Por qué? Para una mayor recaudación en taquilla. Han aguado y suavizado la película, arrebatándole así la personalidad por completo. En un país de tiroteos, armas y violencia gratuita, ¿por qué no dejan ver a los adolescentes películas con cuatro palabrotas y sangre? ¿Metemos a las personas jóvenes en una burbuja de sobreprotección? La violencia no hace "mejor" a una película. Pero las restricciones sí la hacen peor. Si un cineasta siente que para contar su historia necesita sangre o tacos, no le deberían poner trabas (y no hace daño alguno en una historia simple e inofensiva como es la que nos ocupa, sin apenas violencia argumental real, que podría ser vista por cualquier adolescente normal).

En resumen: lo más destacable ha sido la relación entre los protagonistas (si es que al simbionte se le puede llamar así). Es triste que el resto no haya estado a la altura. Lo realmente malo de Venom es algo típico ya este año: ver cómo todo el potencial que tenía se esfuma para acabar ofreciendo un producto mediocre y olvidable que nadie recordará en 2 o 3 meses. Eddie y Venom se merecían algo mejor. Ambos son la única razón por la que no la suspendo.


Si te ha gustado la crítica, puedes echarlo un vistazo a mi blog de cine y cómics:
http://lalistadealex.blogspot.com.es/
¡Gracias!
Álex del Arco
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