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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
8
Western. Comedia Año 1883. Un grupo de condenados ingresa en la prisión federal de Arizona. Entre ellos está Paris Pitman (Kirk Douglas), un hombre que ha enterrado un botín de medio millón de dólares en el desierto y vive con la obsesión de fugarse para recuperarlos. Con este fin trata de convencer a varios presos para que lo secunden y, al mismo tiempo, intenta ganarse la confianza del nuevo alcaide (Henry Fonda). (FILMAFFINITY)
30 de julio de 2007
54 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
"There was a crooked man" ("El día de los tramposos" para nuestros amigos, los traductores) posee uno de los mejores arranques que servidor haya podido ver en muchísimo tiempo, y más me sorprende todavía si hablamos de un género que a mi nunca me ha causado gran furor como es el western, pero el film dirigido a principios de la década de los 70 por Mankiewicz se sustenta bajo una introducción espectacular, donde cada personaje es presentado con sumo cuidado, y se añaden sus características con una maña tan particular como soberbia: Douglas en un papelón hecho a su medida, donde suelta las puntillas justas en el momento exacto, Fonda en un papel serio y contundente que posee una leve aportación durante el inicio, Oates haciendo de tipo duro, tosco y de pocas palabras y un gran puñado de acompañantes de lujo como Blodgett en uno de los mejores papeles de la película (el joven e inexperto Coy), Meredith como "El niño" aportando experiencia y la extraña pareja que con sus constantes desmanes ofrecen vida a la cinta y le dan un aire renovado minuto tras minuto.

Tras esa grandiosa y divertida presentación de personajes, y al contrario de lo que pudiera parecer, el trabajo de Mankiewicz prosigue una buena línea que, aunque algo descendiente, pues es prácticamente imposible mantener el ritmo de situaciones, diálogos y momentos humorísticos inicial, ofrece buena fuerza a la película, narrándonos en un espacio no demasiado holgado las peripecias que corren todos los presos que en un principio habían sido presentados: Los problemas de Coy con el capataz, los primeros pasos de Pitman allí y las inconveniencias que se le presentan, las constantes aportaciones de "El niño" como coartada para salir del lugar, etc....

Entre todo, el realizador sorprende con una dirección potente y amena, donde cada fotograma parece estar rodado con el vigor debido, y cada aportación de la banda sonora (brillante BSO, por cierto) no podría ser mejor. Además de ello, el dinamismo con que se mueve la cámara y la dirección tanto de actores como de algunos instantes es practicamente impecable.
Todo ello, para rematar con ese brillante tramo final, donde uno no puede llegar a dar un paso sin caer en falso y en el cual cada minuto es más sorpresivo todavía que el anterior, eso por no hablar de la inhóspita relación entre Douglas y Fonda, de esos giros argumentales que, para nada son inverosímiles, y además de sorprender hacen gozar constantemente al espectador y de una conclusión tan enormemente ejecutada como impoluta, que hace de "There was a crooked man" uno de los mejores westerns que servidor haya podido ver, logrando rescatar en mi la emoción de ver aquellas endurecidas personalidades a través de las cuales, en ningún momento, puedes saber hacía donde avanzarán sus destinos, y esa es una de las mayores virtudes de esta obra y lo que hace de ella una joya indispensable.
Grandine
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