Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Documental Documental homenaje de la directora a su abuelo Héctor Abad Gómez, hombre de paz asesinado en las calles de Medellín durante los peores años de la guerra colombiana. En el 2006, Héctor Abad Faciolince publicó 'El olvido que seremos', un desgarrador relato de la vida y muerte de su padre Héctor Abad Gómez, un colombiano pionero en el campo de la salud pública y un vehemente defensor de los derechos humanos, que fue asesinado a sangre ... [+]
26 de julio de 2019
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha sido, ésta, una semana bastante curiosa: en tan solo tres días, me he enterado de la existencia de dos talentosas muchachas que han resultado ser nietas de dos personajes a los que guardo en la memoria con el mayor afecto. La primera: Jennifer Arenas, nieta de Arcadio Acosta, antiguo proyeccionista y luego administrador (¡durante 44 años!) de la sala de cine (Teatro Caribe) donde un día surgió en mí esa afición inagotable por el séptimo arte. Jennifer, heredó la pasión cinéfila de su abuelo y ahora es una cotizada actriz de teatro, cine y televisión, y además trabaja en la formación de nuevas generaciones de talentos.

Y ayer, un viejo conocido me habló de Daniela Abad, diciéndome que estaba en contacto con ella para exhibir su documental, “The Smiling Lombana”, y que quería contar con mi presencia. Deseando saber un poco sobre ella, descubrí que, Daniela, es nieta de Héctor Abad Gómez, un mártir antioqueño cuyas columnas en la prensa leía con mucha complacencia y a quien admiré siempre por ser una suerte de renegado comprometido con los excluidos y con las incontables víctimas que han causado los “poderosos” en nuestro país. Partiendo del exitoso libro, “El Olvido que Seremos” que, sobre su abuelo escribiera su padre, Héctor Abad Faciolince, Daniela se unió a Miguel Salazar y juntos hicieron un documental titulado, <<CARTA A UNA SOMBRA>>, que por ser un material que nos acerca -con una basta información visual, literaria y auditiva- a la vida de tan insigne personaje, no puedo dejar pasar la ocasión de rendirle este modesto, pero afectuoso reconocimiento.

Héctor Abad Gómez (1921-1987), fue un liberal nacido en un pueblo godo -Jericó, Antioquia- quien, tras graduarse en Medicina, se convertiría en fundador de la Escuela Nacional de Salud Pública de la U. de A., y hasta su muerte, fue docente en la misma alma mater. Intervino en la fundación del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) y también en la fundación de la UNAULA (Universidad Autónoma Latinoamericana), donde ejerció como presidente y catedrático.

Su labor como Presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Antioquia, donde alzó su voz contra las desapariciones forzadas, el exterminio de los miembros de la Unión Patriótica… y las detenciones arbitrarias y torturas atribuidas a las fuerza pública, comenzó a generarle toda suerte de señalamientos por parte de la clase política y el clero… hasta que surgiría el individuo que, en una calle, cegaría un día su valiosa existencia. Un poema de Jorge Luis Borges, titulado “Aquí, hoy”, fue encontrado en uno de sus bolsillos… y fue, de este texto, de donde su hijo tomó el título para su valiosa biografía: “El olvido que seremos”.

En, <<CARTA A UNA SOMBRA>>, conoceremos y oiremos a su esposa Cecilia y a sus guapas hijas. Estará, por supuesto, Héctor, el hijo que heredó la vena de escritor de su padre, pero éste nunca pudo leerlo… convirtiéndose cada escrito en una ‘carta a una sombra’; y entre otros, oiremos el testimonio del catedrático y fundador del partido Polo Democrático, el Dr. Carlos Gaviria, otro gran personaje que compartió muchos escenarios de labor social y la propia Universidad de Antioquia con Abad Gómez.

“Para distinguirnos de los demás animales -escribió, Abad en una de sus columnas-, para justificar nuestro paso por la tierra, hay que ambicionar metas superiores al solo goce de la vida… y lo importante, no es alcanzar dichas metas sino luchar por ellas”.

Termino diciendo que, aquellos que no resisten la tentación de eliminar a un ser humano por el simple hecho de pensar distinto, o por defender la justicia y la verdad, deberían comprender, primero, que la muerte como extinción no existe y que, cuando un hombre bueno resulta asesinado, su vida y su obra se perpetuarán para siempre.

Este valioso documental da cuenta de esto.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow