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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Intriga Narra la desdichada vida del cajero de una empresa que se enamora de Lulú. Aunque su amor no es correspondido, él está dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. En 1945, Fritz Lang se basó en la misma historia para hacer la película “Perversidad”. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2019
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Licenciado en Artes en el Colegio Stanislas de París, Georges de la Fouchardière (1874-1946), sacó tiempo, después, para graduarse en Altos Estudios Comerciales, y esto le serviría para trabajar en un banco estatal de donde extrajo experiencias que luego se verían plasmadas en algunas de sus novelas. Pero, dispuesto a no estancarse en su, para él, poco estimada labor burocrática, se lanzó como cronista y trabajó en periódicos como La Liberté, L'Œuvre y Le Canard Enchaîné, donde pudo desfogar sus convicciones anarquistas.

Poseedor de un cáustico, y muy negro, sentido del humor, al tiempo que podía recrear personajes con características psicológicas admirablemente definidas, las novelas que comenzó a publicar Fouchardière (La Machine à Galoper, Le Crime du Bouif, La Grande Rafle…), fueron un éxito de librerías y sus certeras sátiras comenzaron a hacer historia.

También en la dramaturgia y en el género policial, este escritor francés fue muy afortunado y, en 1929, publicaría la novela con la que sería reconocido internacionalmente: “La Chienne” (La Perra). El drama de ese apocado cajero de una mercería que, en los ratos libres, se dedica a pintar sin mucha fe en lo que hace y cuya esposa lo domina mientras sus compañeros de trabajo se mofan de él, despertará muy especiales sensaciones cuando, el hombrecillo, conoce a una prostituta que, impulsada por su proxeneta, se anima a explotarlo.

Pero, pronto veremos que, el bagaje intelectual del reservado, Maurice Legrand, le sirve, en ciertos momentos, para tener especiales ocurrencias… y la trama adquiere interesantísimos rumbos que nos atraparán irremisiblemente. Muchas cosas van a quedar seriamente plantadas: La necia creencia de que timidez es igual a estupidez; el impulso incontenible de ser libre cuando la represión comienza a atosigar; la veracidad absoluta del dicho que reza: “tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe”; y entre otras cosas, los terribles y muy frecuentes errores judiciales… y el indomeñable sentimiento de culpa que azota a los hombres que logran pasar “impunes” ante la justicia terrenal.

El director, Jean Renoir -quien tiene aquí su primer filme sonoro-, se encargó de la adaptación cinematográfica de la novela, y con un buen pulso narrativo, ha logrado un filme que deja una sensible huella y que, sin duda, se ubica entre lo más valioso de su filmografía. La ambientación es casi neorrealista y el plano general y medio dominan un gran número de tomas; también hay que decir que algunos desplazamientos de cámara son bastante desafortunados y la iluminación está bien cerca de la natural… pero, la fuerza de la trama, la manera como el director pone ante el espejo a mucha gente y nos impulsa a reflexionar sobre cosas trascendentales como el carácter y la justicia social, resulta de alta valía y uno siente que, en cierto grado, esta historia ha conseguido sobrepasar nuestra epidermis.

Impecable actuación de, Michel Simon, el viejo que anhela un poco de amor y de juventud perdida. Janie Marèse, es la inefable Lucienne “Lulu” Pelletier, dispuesta a despertar sueños imposibles; y George Flamant es Dédé, el inescrupuloso y cínico explotador que va tener la sartén por el mango.

Un extraño e insólito hecho, sucedió luego de terminado el rodaje de <<LA GOLFA>>: Tan solo dos semanas después, el 14 de agosto de 1931, Flamant iba en su nuevo coche en compañía de su partenaire, Janie Marèse, por las calles de Sainte-Maxime. De repente, el inexperto conductor siente que no puede controlar el vehículo… y en el impacto, la joven de 23 años perdió su prometedora existencia. Sin poder contener la tristeza, Michel Simon, se desmayó durante el funeral.

La ficción y la realidad… en ocasiones están demasiado cerca.

Título para Latinoamérica: <<LA PERRA>>
Luis Guillermo Cardona
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