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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
9
Drama Frank Pierce (Nicolas Cage), un empleado del servicio nocturno de ambulancias de Nueva York, está quemado por el estrés, la soledad y la dureza de su trabajo, pues se pasa las noches recogiendo todo tipo de enfermos, accidentados y moribundos. Como consecuencia de ello empieza a sufrir alucinaciones en las que se le aparecen las personas a las que no pudo salvar. Intentando redimirse, Frank se obsesiona con la idea de salvar aunque sólo sea una vida. (FILMAFFINITY) [+]
10 de agosto de 2010
48 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una excelente y delirante puesta en escena es el escenario que escoge Scorsese para adentrarnos en los bajos fondos neoyorquinos. En mi opinión es una vuelta de tuerca a su genial Jo, que noche! (After Hours) sin llegar a los extremos más superficiales que componen la reciente Sutter Island. No se me haría nada extraño leer por ahí que Michael Mann inspirase parte de su trabajo en ella cuando elaboraba la gran Collateral.

La banda sonora es perfecta. Posee ritmo, ganas, mala leche, melodía, y encaja a la perfección en todas las escenas. Es una puta broma. Además Nicolas está bien, ya que le ceden un papel en el que poder consumir sustancias y a la vez poder actuar, ironía que le viene al pelo al actor de Leaving Las Vegas. Supongo que Scorsese supo lo que hacía en este caso.

Las postales callejeras que vemos son una patada en las pelotas del gran sueño americano. Dejando a un lado el universal humor que desprende la cinta no deja de ser un señuelo para revelarnos, no sin cierta sorna, las miserias sociales que se esconden entre los barrios más pobres, los rincones y la noche. Al límite atesora la increíble virtud de presentarnos el oficio de conductor de ambulancias como el number one de los currelos chungos, ocurrencia que ha de ser siempre respaldada por un gran guión o una realización solvente. Y aquí disfruta de las dos, amén del peso que ejercen los secundarios e incluso terciarios (el jefe de Nicolas y la enfermera jefe son de traca) en inflar la enrarecida atmósfera hasta límites insospechados.

Frank, como las ocas, cambia de pareja en un baile que no termina, una danza de tintes macabros que a ratos se convierte en un lisérgico carrusel cargado de mala hostia y de buenas y no tan buenas intenciones. Si eres fan de Scorsese, quizá te decepcione la película. A mí, como a las ocas, me encantó. Muy recomendable.
Txarly
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