Desde las más antiguas - "Blancanieves y los siete enanitos"-, hasta las modernas - "Los increíbles", desde las más gamberras - Shrek-, hasta las más dulces - "La bella y la bestia"; me encantan las películas de animación ( las de "dibus" de toda la vida), pero lo que no puede ser, no puede ser.

Las autoimitaciones ya son insufribles, y "Salvaje", se torna absolutamente prescindible. Con unos personajes que no enganchan demasiado y con unas tramas que ya hemos visto en varias de sus predecesoras, nos encontramos ante una película que no llega al aprobado raspado, por pesada, por tediosa y por poco original.

Hay que probar nuevas fórmulas, porque cuando "simplemente" adaptaban un cuento clásico, el dinero entraba a espuertas y el espectador disfrutaba como un chiquillo.

En esta ocasión - y sin que sirva de precedente- cualquier tiempo pasado (en la animación) fue mejor.