Ya lo siento por los que no os ríais con este film, de veras, es como... que no os guste un buen solomillo de ternera, ya lo siento por vosotros, pero yo seguiré disfrutandolo. El humor absurdo de los Pyton se sale por todos los costados en esta película que te hace reir desde los creditos iniciales. Los artistas muestran un talento para crear situaciones surrealistas en cualquier instante, con ocasiones de humor puro, gag a secas, sin necesidad de meter a una gorda, un porrero o a un homosexual (como hacen en las comedias actuales). Recomiendo verla con alguien que sabes que se va a reir mucho, alguien con risa contagiosa, porque una vez se empieza a reir, la cosa no para.
PD: ... a mí me convirtió en grillo